El Diloggun: La boca por donde hablan los Oshas (Santos)

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El Diloggun: La boca por donde hablan los Oshas (Santos)

El oráculo del diloggun es utilizado en la religión yoruba o santería para comunicarse a través de caracoles y los igbos con los orishas

Primeramente antes de saber como tirar el diloggun debes estar bien limpio y aseado, por favor les pido que toda aquella persona que se dedique a esta labor debe sentir de corazón lo que siente en la religión. El oráculo del diloggun es utilizado en la religión yoruba o santería para comunicarse a través de caracoles y los igbos con los orishas. Los caracoles que utilizan son 16, los cuales tienen una de sus partes abiertas, cuando esta parte cae boca arriba se dice que habla y por tanto se cuentan la cantidad de caracoles que hablan que corresponden con un signo diferente. O a combinaciones entre ellos que pueden llevar a diferentes recomendaciones y que hablen diferentes Orishas.
El Elegguá es el único que cuenta con 21 caracoles, todos los demás Orishas, cuentan con 18 caracoles, los cuales son llamados Merindilóggun. De ellos son extraídos 16 caracoles que son los utilizados para realizar las consultas, a éste grupo se le llama Dilóggun y a los caracoles restantes se les llama Adeles, y son los testigos.
Merindilóggun; para entender un poco sobre el origen de éste nombre, citamos un extracto sobre «El código binario», tema tratado muy profesionalmente por el abure Jesús Martínez (Oshún Layó).
«Como todos sabemos el Dilóggun se trata de un oráculo formado por 21 caracoles cauris de los cuales se utilizan sólo 16 para pronosticar el futuro. Los 5 restantes rotan en cada consulta. Según lo establecido por la tradición, esos 5 caracoles que rotan en cada consulta oracular hacen la labor de testigos del pronóstico. Según nuestras investigaciones, esos 5 caracoles que rotan en cada consulta oracular se utilizan sólo para ampliar el margen alternativo de configuraciones posibles que puedan formarse al caer los 16 caracoles restantes en su tirada sobre la estera de una consulta o registro, a otro.
Según la leyenda, los caracoles cauris fueron utilizados como moneda por los yorubas en la antigüedad. Los utilizados para formar el Oráculo Dilóggun pasan por un ritual de consagración y son perforados en uno de sus lados.
Según algunos sacerdotes de la Regla de Osha, a dichos caracoles se les ha quitado el fondo para que tengan estabilidad y al ser lanzados sobre la estera puedan caer de un lado o del otro, definiendo así los signos de cada tirada. Otros aseguran que a dichos caracoles se les quita el fondo para demostrar que no contienen vida alguna, que son entes neutros que no se pueden parcializar a favor o en contra del consultado o el consultante, por tanto su mensaje no tendrá más influencia que la de los Orishas, o las de las fuerzas de la propia naturaleza. Como quiera que sea, todos coinciden en que la parte no alterada del caracol es la parte que «habla», a dicha parte también se le suele llamar parte conversacional. Cuando decimos (los practicantes de la religión Yoruba) ,que hala» nos referimos a: explica, expresa, denota, describe, simboliza un estado del desarrollo de cualquier proceso, fenómeno o circunstancia de vida.
Las configuraciones vienen dadas por la disposición que adoptan los 16 caracoles en cada una de sus tiradas sobre la estera. De manera que la probabilidad de configuraciones que pueden adoptar los 16 caracoles en cada tirada de una consulta oscila en un rango de 0 a 16 caracoles en posición conversacional. La configuración que adoptan los 16 caracoles sobre la estera depende, entre otras cosas, del peso específico de cada caracol utilizado en la tirada, el tiempo, la distancia, y la velocidad elegida para dejarlos caer sobre la estera.
Cada tirada adoptará una de las 17 configuraciones posibles, cada una será diferente y vendrá dada por la cantidad de esos 16 caracoles que caigan sobre la estera en posición conversacional (boca arriba) y no así la parte NO conversacional. (Boca abajo, o de fondo).
Cada configuración representa un odu, de manera que el Dilóggun cuenta con 17 odu. Del Odu cero (0) llamado Opira, desconocido o ignorado por muchos, que viene dado cuando todos los caracoles caen en posición NO conversacional, hasta el odu (16) llamado Irete, que viene dado cuando todos los caracoles caen en posición conversacional. De manera que un odu viene dado por la configuración o disposición que adoptan los 16 caracoles al caer sobre la estera.
Para obtener el signo oracular se necesitan dos tiradas, dos configuraciones, dos odu. Dos configuraciones representan a un Odu compuesto. Un odu compuesto describe una circunstancia de vida o existencia, describe el proceso de un fenómeno desde su principio a su final, devela los misterios de la creación y su funcionamiento.
En una consulta, la primera vez que tiramos los 16 caracoles se determina un ‘Odu’ simple, de acuerdo con el número de caracoles que cae en posición conversacional, con una u otra disposición resultante. Y en la segunda tirada se completa la pareja de odu u ‘Odu compuesto’. El ‘Odu compuestos’ describe las circunstancias vividas, las que se viven, y las que están por vivir.
Merindilóggun es una palabra compuesta que traducida al español quiere decir 16 unidades, es el nombre del número 16 en yoruba. Erindilogún es una palabra compuesta que quiere decir dieciséis. No quiere decir dieciocho, ni 21, ni nada de eso. Al unir Merin, Dilo y Gun hay que omitir una letra que tiene al principio que es la (M). En yoruba cuando unimos tres palabras se pierden las primeras letras.
Ejemplo: Merin: es el número 4 Dilo: menos de Gun: 20 (M) erin / dilo / gún 4 menos de 20 = 16 caracoles
El yoruba es igual que el inglés, al revés, se escribe y lee muy similar al inglés. Nosotros decimos en español La Casa Blanca y en inglés se dice The White House (La Blanca Casa). El yoruba se lee así porque los ingleses fueron los que crearon el lenguaje escrito de estas comunidades, por tanto lo hicieron igual al de ellos.

En español se leería: 20 menos 4 igual a 16. Merindilóggun, además de perder la letra (M) debido a lo que ya hemos explicado, parece que también fue perdiendo otras letras con el tiempo, perdió el prefijo (erin) hasta quedar en Dilóggun solamente. Dilóggun es el nombre que hoy se le da al Oráculo de los 16 caracoles cauris y es una especie de abreviatura de lo que originalmente debió escribirse Erindilogún.
Como quiera que sea, el Dilóggun es un oráculo de 17 odu que se obtiene mediante 16 caracoles, cuyas combinaciones de pares (16 X 16) arrojan un gran total de 256 combinaciones posibles u ‘Odu compuestos’, las cuales describen el universo infinito de circunstancias posibles por las que puede atravesar un ser durante su proceso de vida.
Las investigaciones arqueológicas realizadas en el territorio donde habitaron las comunidades yorubas en la antigüedad han hallado grabados o jeroglíficos cuyos códigos han sido identificados e interpretados como códigos binarios pertenecientes a la escritura primitiva del oráculo de Odu, del cual proviene el Dilóggun…»
Fin de la cita. El Dilóggun es uno de los oráculos empleados por el pueblo Yoruba de Nigeria y por sus descendientes en el nuevo mundo. Aunque el término ADIVINATORIO no debería ser el utilizado para referirse al mismo, ya que el santero no ADIVINA, sólo interpreta los Odus o signos que vayan saliendo durante una consulta y que tiene su basamento, como todos los oráculos, en la numerología.
El Dilóggun es más simple que la manipulación del instrumento de Odu. En América este sistema es mucho más importante que el de Odu, por ser más conocido y empleado con mayor frecuencia. Es probable que existan otras razones para su uso, como la popularidad alcanzada por Shangó, Yemayá, Oshún, y las otras deidades Yorubas con las cuales se asocia la práctica de éste método y el hecho de poder ser ejercido tanto por hombres como por mujeres, mientras que Odu sólo puede ser practicado por hombres.
En África, éste oráculo es poco importante; esto es así y se revela en el hecho de los escasísimos estudios que existen sobre el Merindilóggun, y los relativamente abundantes estudios realizados sobre Odu. Caso contrario sucede en América, a pesar de que Odu es un sistema ampliamente difundido.
Aparentemente, éste oráculo se origina en Nago, poblado Yoruba donde adoran a Oshún y en donde se conoce bajo el nombre de Legba Kika. Sin embargo, no se asocia únicamente a Oshún sino también a otras deidades como Orishanlá, Eshu, Shangó, Oyá, Oba, Yemayá, Yewá, Nana Buruku, y en algunas ciudades con Oshosi y Babalú Ayé.
De acuerdo con los mitos Yorubas, la interpretación de los 16 caracoles fue introducida por Oshún. Ella lo aprendió de Orúnmila mientras vivía con él, aun cuando algunos sacerdotes de Oshún niegan ésta versión. Dice ésta versión, que mientras Oshún convivía con Orúnmila, aprendió a entender el Dilóggun gracias a su suspicacia e inteligencia, y que cuando Orúnmila salía de viaje, ella consultaba a la clientela. Enterado Orúnmila de ésta situación, optó por regalarle los caracoles y la echó de su casa. Por ese motivo, donde está Odu no se consulta con caracol. También se dice, que hay un Patakí que relata este mismo hecho, y en donde se cuenta que Orúnmila sólo le entregó a Oshún 12 caracoles, y de allí el motivo del porque el santero sólo consulta hasta el odu Eyila (12).
Cabe hacer notar, que el primer Odu que lanzó Oshún en el Até cuando Orúnmila le entregó el Dilóggun, fue Ojuani, que entre otras cosas, dice «Esfuerzos sin recompensas» o «Sacar agua en canasta», y tan cierto fue, que hasta el día de hoy nadie le agradeció por tan importante instrumento.
Comparándolo con el método de interpretación de Odu, el cual consiste en la manipulación de 16 semillas de palma «Ikin», o una cadena con 8 conchas «Opkuelé», el Merindilóggun es relativamente fácil y simple. Los caracoles se lanzan sobre una estera y se contabiliza el número de ellos que caigan con la abertura natural hacia arriba. Sólo existen 17 posiciones, desde el cero hasta el 16. Sin embargo, memorizar el contenido de cada una de las figuras, es dificultoso y consume muchísimo tiempo y dedicación, tanto como estudiar Odu.
Los caracoles que se emplean para la interpretación se conocen con Cauríes o Owó Ero, y la estera Até. En África, se emplea una canasta plana como las que se utilizan para colocar frutas o semillas, en vez de la estera.
Las 17 posiciones en las que puede caer el caracol tienen sus nombres, muchos de ellos relacionados con las de Odu. Cada posición recibe el nombre de Odu, y está asociada con un grupo de relatos, parábolas, leyendas o patakíes que conforman el núcleo central de la consulta que se está realizando y con las generalidades, recomendaciones y ebboses a ser hechos, basando todo esto en el caso de un personaje mitológico que sirvió como precedente.
Además, se puede tener información adicional o especifica a través de lanzamientos complementarios. Estas 17 posiciones, se refieren al grupo denominado Dilóggun, es decir los 16 caracoles.
A diferencia de la interpretación a través de Odu, no existe una escogencia simultánea entre cinco alternativas específicas, sino en dos, es decir, la mano izquierda o la derecha. La escogencia entre dos o más alternativas se hace a través de una secuencia de preguntas y respuesta valorizadas por un SI y por un NO. El consultado deberá para ello, sostener en cada mano un pequeño objeto conocido como Igbo (camino) que indicará la naturaleza de la consulta y el camino a seguir en la misma, lo cual le permitirá conocer si hay bienestar (Iré) o negación del mismo (Osogbo) para él o para un pariente cercano. Luego se procede a preguntar qué es lo que hay que hacer para asegurar el bienestar prometido o para contrarrestar el mal predicho. Esto se hace preguntándole a Elegguá que tipo de ebbó se necesita y a quien hay que presentárselo. Si el ebbó lo requiere el mismo Elegguá, entonces hay que preguntarle el lugar donde debe ser ofrecido. Como en Odu, el objetivo de la interpretación, es determinar el entorno actual del consultado y el ebbó o adimú adecuado, y nada se gana si los mismos no son realizados.
Con respecto a los Odus, debo recalcar que es muy cierto que los odus dobles, Meyis o Tontis, tienen más potencialidad que los Odus simples, es como todo, dos hacen más que uno ya que en la unión está la fuerza; ya sea para bien (Iré) o para mal (Osogbo) de la persona que lo tenga tanto en Osha como en Odu. No obstante, en Osha no se necesita intermediarios para hablar sobre un odu, para poner un iré, o para eliminar un Osogbo, ya que Osha está conectada directo a Oloddumáre y sólo necesita su sentencia la cual es delegada por Olófi a los oshas que se encargan de ejecutarla. Por esto Osha no necesita Odus dobles para hablar sobre una persona lo cual se puede leer de acuerdo con el iré u Osogbo, porque se trabaja con 16 Odus simples conectados directamente a Osha. Si son Odus Meyis, es decir 1-1, 2-2, 3-3, etc., hablan lo mismo pero su acción es mucho más fuerte ya sea en iré u Osogbo, en donde el segundo reafirma y potencia lo que dice el primero.
Si son Odus Tontis, es decir en donde se encuentra un odu con otro odu como 8-6, 4-5, 7-6, etc., entonces cada uno tiene su mensaje y características específicas, pero el odu en primera posición señala el entorno positivo de la persona y el odu de segunda posición señala el entorno negativo del mismo, es decir, las cosas malas que atacan los aspectos positivos del primero, y todo en función del iré u Osogbo que los acompañen. Esto no se puede hacer en Odu, porque allí todos los Odus tienen que leerse dobles, y a diferencia de Osha que se trabaja con Odus simples y directo a Osha, en Odu tienen que llegar a Osha a través de Orúnmila.
En Osha con sólo un odu, ya se puede empezar a tener ideas sobre una persona. Es cierto que en los Odus dobles pasan acontecimientos que no se dan en uno simple y que ayudan a especificar o ampliar el motivo del bien o del mal de una persona, pero los 16 Odus simples son la base fundamental de toda consulta en Osha. Esto es particularmente interesante a la hora de memorizar los Odus, ya que es más fácil tratar de memorizar 16 Odus, que por cierto cada uno habla muchísimo, que tratar de memorizar las 256 combinaciones que se sacan de los 16 Odus simples.
Para tener una idea de lo extenso que puede llagar a ser una consulta en Osha, solo imagina lo siguiente: Todos los Odus tienen sus características específicas, nacimientos que se originan en el mismo, enfermedades, aspectos positivos, aspectos negativos, hierbas o plantas, patakíes, Orishas que hablan en él, etc., y también tienen su propio Odu de nacimiento y de contraparte. Ya por allí es mucho lo que se puede hablar sobre un Odu, es decir, si nació de un Odu también hereda sus características y habla de ellas, habla de sus propias características o vivencias, y también habla de las futuras vivencias por su Odu de contraparte, es decir, aquel Odu hacia donde se dirigen las circunstancias del consultado si prevalecen esos aspectos, generando nuevas consecuencias. Ahora bien, si éste Odu se encuentra con otro Odu, éste también tiene la misma línea del primer Odu, duplicando cada una de sus circunstancias, pero adicionalmente, en el momento en que se unen dos Odus, también hablan todas las vivencia, circunstancias, etc. que se originaron desde el momento en que convivieron juntos. Una todo eso y verá lo extenso y complicado que es estudiar los Odus de nuestra religión, motivo por el cual, yo recomiendo a todos los recién iniciados en la religión que empiecen desde la base a construir sus conocimientos sobre los Odus.

p style=»text-align: right;»> Robert Peralta de Armas en Facebook 

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