Dar de Comer a la Tierra: Una Ceremonia de Respeto y Consideración

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Primero que todo, la Tierra, como deidad, solo puede ser alimentada y consultada por Ifá. Ella es considerada una deidad, pero esta no tiene fundamentos ni atributos religiosos y, por tanto, no es deidad de Ocha, es deidad de Ifá. Los Olorishas por su lado, hacen esa conexión a través de Orisha Oko o sea, ellos dan de comer a Orisha Oko y no directamente a Inle Oguere. Esta diferencia debe quedarte clara.
Sin embargo, para poder hacer esta importante obra, es preciso que se hagan Atenas y se recen Odus de Ifá, algo que obviamente, no pueden hacer los Olorishas. Es por ello, que los Olorishas piden a Orisha Oko, que haga esta conexión para ellos. Pero entendamos que los Olorishas dan de comer a Orisha Oko y que los Babalawos trabajan directamente con Inle Oguere. Un Olorisha que diga que le da de comer a la tierra, simplemente está errado o mintiendo deliberadamente, ya que ellos no poseen los medios para invocarla, ya que la única forma de invocarla, es por medio de Odus de Ifá.
El motivo por el cual es posible esta conexión que pueden tener los Olorishas con Inle Oguere, sea a través de Orisha Oko, es porque gracias a él, la tierra pudo expandirse y solidificarse, tal como nos los enseña el Odu de Ifá Oggunda Ika. Por tanto, los Olorishas, no dan de comer directamente a la Tierra, dan de comer a Orisha Oko, para que, a través de este, la tierra TAMBIÉN reciba la ofrenda. Es por esto que NO pueden hacerlo, sin la presencia de Orisha Oko ¿Estamos claros? Esto no se trata de “Supremacías” de ninguna índole y el objetivo es el mismo, aunque indirecto para los Olorishas, por lo antes explicado.
Ahora, mientras continúo divagando, te darás cuenta que hay una gran diferencia entre dar de comer a la tierra y dar de comer a Orisha Oko, pero lo primero que debemos hacer, es ver el Patakí del Odu de Ifá Irete Oggunda, que es donde nace esta ceremonia y algunos detalles que te dejarán ver más claramente, que esto es menester de Babalawos, y que no se menciona a Orisha Oko por ninguna parte:
La Tierra y la Muerte hicieron un pacto, porque la Muerte no tenía donde enterrar los cuerpos que le arrancaba a la vida y la Tierra tenía mucho trabajo, como era el de soportar a todos los que caminaban por encima de ella y lo que ella producía repartirlo a cada cual según le correspondía.
Entonces la Tierra le dijo a Ikú: -Yo aceptaré el pacto, pero desde hoy todo el mundo tiene que pagarme un tributo, que consistirá en todo lo que se come, y el que no cumpla, tú te encargarás de cobrarle mis deudas.
Ikú le contestó: “Para poder cumplir lo que usted propone tenemos que darle cabida a mi esposa Arun (Enfermedad), pues ella será la encargada de preparar el camino para los fines que perseguimos. Ella mandará la atmósfera en combinación con la Tierra, para que se formen los terremotos, los huracanes, las epidemias, etc.; para así poder cobrarles tanto al rico como al pobre, al rey como al vasallo, a los sabios, a los orgullosos, en fin, a todos por igual.
Este es el motivo por el cual a la Tierra hay que hacerle sacrificio con todo lo que come la boca una vez al año, pues el hombre disfruta de sus beneficios realizando sobre ella todas sus actividades y es la Tierra quien nos proporciona todo lo necesario para vivir.
Es precisamente la Tierra quien al final de nuestras vidas se apropia de nuestros despojos materiales, quizás como medio de compensación a todo lo que ofreció en el de cursar del tiempo. Es ella, el testigo ocular imperecedero de toda manifestación de actos durante la existencia.
Ahora, para comenzar a comprender bien, el por qué los enseres de esta ceremonia y lo que representan, es preciso que conozcas bien de donde viene y de la trama y los personajes que componen esta ceremonia, todo lo cual nos explica el Odu de Ifá Osa Oshe, que nos habla de esto. Así, tenemos que los diferentes personajes son: Inle Oguere (La Madre Tierra), Afokoyerí (La más joven y hermosa de las hijas de Inle Oguere) y Echu Ashikuelú (Personaje de aspecto físico horrible, que vive en las profundidades de la tierra). Veamos el Patakí:
Inle Oguere era una mujer muy bella que tenía muchos hijos, pero dentro de estos hijos la más distinguida por su hermosura, era Afokoyeri, su hija menor, la cual no aceptaba requerimientos ni consejos de nadie.
De ella estaba enamorado un ser horrible llamado Ashikuelú, el cual vivía en las tinieblas de las profundidades de la tierra, el cual solo veía por la fosforescencia y radiación que los minerales emitían. Solo de vez en cuando se asomaba a la toerra, a través de una cueva y esto solo cuando sus hijos le llevaban una Chiva como ofrenda y sus cantos eran los que oscurecían el cielo. Ashikuelu, pensó que la única forma para conquistar a aquella hermosa mujer era por medio de sus artes mágicas, así que encantó una Calabaza, la cual sabía que era el fruto predilecto de Afokoyeri, ya que ella y su madre comían las semillas, y la guía de la planta la hizo llegar hasta su cueva.
Un día, Afokoyeri sale a pasear y ve la hermosa Calabaza, cuya guía da hasta la entrada de una cueva. Ella se acercó para poder ver si había más frutos y al acercarse a la cueva, sale Ashikuelú, todo se puso oscuro, tomó a Afokoyeri por un brazo y la llevó secuestrada hasta las entrañas de la tierra.
La noticia del secuestro llegó a los oídos de Inle Oguere, quien de inmediato comenzó a buscar a los más poderosos hechiceros de su reino, para que uno pudiese resolver el gran aprieto en el que se había metido su desobediente hija. Inle Oguere, presta especial atención al nombre y fama de Orunmila, se dirige a verlo, le cuenta su problema y Orunmila le ve este Ifá, y le dijo que su hija había nacido para vivir en las tinieblas de la tierra, porque la gente no entendía su grandeza. Ella tenía que hacer Ebbó y darle de comer a Ashikuelú en una grieta, llamarloo y cuando este saliera, hacer un pacto con él.
Inle Oguere hizo lo indicado por Orunmila y Ashikuelé se presentó y le dijo que ella tendría el derecho de vivir seis meses con su hija y otros seis meses con él, ya que ella era la corteza de la tierra, la luz donde todo florece, pero que él era la sombra de la tierra, donde todo comenzaba a germinar.
Pero sin que ellos se dieran cuenta, Olofin estaba presente y oyó todo lo dicho por Ashikuelú y sentenció: “Tú, Inle Oguere, serás Iya Inle (Madre Tierra), la que siempre dará a los hombres sus frutos para que puedan subsistir. Todos los hombres siempre tendrán que darte de comer y aquel que quiera verte primero deberá reconocerte a ti y a tu hija, tanto en los campos arados, como en los pantanos naturales y te verás en cada fruto, mineral, roca y todo lo que tenga que ver con las entrañas y la corteza de la tierra. Tú siempre serás la madre amorosa que alimentará a sus hijos y al final será la morada que acoja el cuerpo de cada uno. tú comerás y trabajarás con Ashikuelu y Afokoyeri, tus bien amados hijos, pero además con Yewá, Ozaín, Asojuano, Odduduwa, Orun. Conmigo guardarás la memoria de cada uno de los que fueron a la tierra, donde cada vez que se le de comida a un Eggun, tendrá que ser a través tuyo, porque para eso serás Iya Inle, la cual deberá ser nombrada por cada uno de los hijos de esta tierra. To Iban Echu”.
De esta forma fue como Inle Oguere consiguió el título de Madre Tierra, renunciando a los placeres de la vida terrenal para vivir acompañando a sus hijos Ashikuelu y Afokoyeri en las tinieblas de la tierra. Este premio se lo otorgó Olofin por su sacrificio y renuncia.
Como ves, este Odu nos muestra el espíritu de la hija de Inle OIguere, llamada Afokoyerí, la cual se representa por medio de una Calabaza, a la que se le pinta una Atena de Ifá. Esto te hace comprender, porqué usamos la calabaza y porque, aunque un Olorisha coloque una calabaza, esta no puede representar a Afokoyerí, ya que los Olorishas no pueden pintar las Atenas de Ifá. Adicionalmente, tampoco pueden saber lo que ella requiere, ya que en el Odu de Ifá Irete Oggunda, Olofin maldijo a la tierra a quedar muda para siempre. Eso indica que no tiene caracol para hablar y quien único puede saber lo que ella requiere, es Orunmila. Esto también te ilustra, que a pesar que una ceremonia, puede nacer en un Odu, su liturgia se explica y se complementa con otros.
Mi intensión, no es hacerte un tratado ni de describirte la ceremonia, esto ya les corresponde a tu padrino y mayores de tu rama, ya que esto, tradicionalmente, se hace cada año. Nunca me cansaré de decirte, que una vez tengas todo aprendido, te esmeres en tener todo listo y organizado antes de las ceremonias en que vayas a participar y de esta forma, evites correderas innecesarias. Por tanto, antes de comenzar, ya debes tener delante todos los enseres con los que se realizará la ceremonia, junto con los animales que llevará la misma. Haz un inventario de las cosas, para que nada se quede ni en tu casa, ni en casa de tu padrino.
Siempre debes preparar todo lo que se le va a ofrecer a la tierra, como por ejemplo diferentes tipos de granos, verduras, frutas, animales de pluma o cuatro patas, miel, cacao, cascarilla, etc. Hay que ir a un terreno baldío (O en su defecto si existe espacio suficiente en el patio de la casa) y tener en cuenta que se va a abrir un hueco suficientemente grande como para que entre todo lo que se va a ofrecer. Por lo que más quieras, no vayas a dejar olvidados los platos ni las velas. Asegúrate con tu padrino, en caso que pienses que puede faltar algo.
Cuando ya estén en el lugar, debes velar el tener las vistas de coco preparadas, haber llevado el agua para llenar la jícara, con la cual se va a Moyugbar. Así mismo, antes de abrir el hoyo, se deben marcar los Odus de Ifá pertinentes y cuando el hoyo ya se haya abierto, debes tener los materiales debidamente preparados y así, tener todo listo para ejecutar la ceremonia. La calabaza pintada con sus Odus, cuchillo, palo de Jobo, para tumbar al animal, Addimús, los cocos con su pimienta y su manteca de corojo para soplarles a los animales, las velas, cascarilla, Omiero, etc. Los platos con los enseres de la ceremonia, los irás colocando alrededor del hoyo. La Calabaza con sus Odus y otras cosas, las debes colocar dentro del hoyo.
Ojo, en esta ceremonia, puede tener pequeñas variantes según ramas y casas, que son aceptadas, no es que una forma es mejor o peor que otra o que todo es estándar. Cuando ya todo está listo y frente al hoyo, se le da conocimiento de lo que se va a hacer, se presentan las personas y se limpia primero con los animales y se realiza el sacrificio. Terminados los sacrificios, todos los asistentes se van limpiando con pequeñas porciones de lo que contienen los platos los granos, frutas, verduras, viandas, miel, melaza, etc. y arrojándolos en el hoyo.
Cuando ya todos se han limpiado, el sobrante va al hoyo y luego se pregunta con coco, si todo queda aceptado y en caso de que diga que sí, se cierra el hoyo y se colocan dos velas. Debes tener claro, que esta ceremonia debe cerrar bien, ya que aunque salta a la vista que la tierra debe decirnos con firmeza que todo fue recibido y está complacida, ya que esta es una ceremonia importante y nada puede quedar incompleto. No te pongas a jugar jueguitos, de las mil preguntas, para forzar un cierre de esta ceremonia. Si la Tierra dice que no está complacida, es que no lo está y punto. A preparar todo de nuevo y decían los viejos: “Recuerda que La Tierra pactó esta ceremonia con IKÚ”. Por tanto, te lo digo claro: No hagas jueguitos con ella. Ella podrá ser muda, pero eso no quita que sea la deidad más poderosa y que no hay Orisha, que puede enfrentarla o desafiarla.
Para que puedas ver el poder de esta deidad, sería imposible determinar nuestro Ángel de la Guarda sin ella, tal como claramente lo determina el Odu de Ifá Eyiogbe, donde para poder determinarlo, precisamos que el Afi Opa o el coco que se pone debajo del pie izquierdo de la persona que se hace en el Itá, debe hacer contacto con la tierra para poder comunicarnos y saber quién es nuestro ángel de la guarda y de hecho, para poder montar un Echu, precisamos tierra. Hasta en ceremonias de Ifá, sin la participación de la tierra, sería imposible realizarlas. Siempre ten eso muy presente y no subestimes jamás, el poder de la tierra.
No es mucho más lo que puedo hablarte y aconsejarte de esta ceremonia, más que el hecho de que todo lo que realices en ella debe ser hecho con gran devoción y cuidado. Apréndela muy bien, porque es una ceremonia que tradicionalmente harás cada año cuando ya tengas más experiencia. Por el momento, lo importante es que ya sabes por qué se hace y todo lo que esta representa.
Tu amigo de siempre,
Águila de Ifá

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