Esta historia la encontramos en el Odu Okana-Turales
En una ocasión ELEGBA se puso a porfiar con el hijo del rey y después de mucho discutir, ELEGBA le dijo: -Vamos a hacer una apuesta y te aseguro que te ganaré. El príncipe aceptó y le preguntó en qué consistía la apuesta y ELEGBA le dijo: -El que de nosotros dentro de tres días obre (defeque) más abundante es el que gana. El príncipe aceptó. Cuando el príncipe llegó al palacio se lo contó a su madre la reina, que se escandalizó y fue a mirarse con ORUNMILA, el cual le vio este Odu Okana-Turales y le dijo: -Sra, su hijo es muy caprichoso y voluntarioso, y para que pueda ganar el pleito o porfía que tiene, durante tres días no puede comer ningún tipo de carnes, dele de comer mucha ensalada y viandas. Como el príncipe estaba malcriado y consentido, siguió comiendo mucha carne que era lo que le gustaba, mientras que ELEGBA comía mucho ekó y viandas. El día de la prueba ganó ELEGBA porque corrigió mucho y amarillo, y el hijo del rey defecó poquito y prieto. Al poco tiempo ELEGBA y el hijo del rey volvieron a porfiar y ELEGBA le dijo al príncipe: -Yo visto mejor que tú, porque todo el pueblo me va a aplaudir. El rey que lo oyó, le dijo: -Ahora si perdiste, porque tú no puedes vestirte mejor que mi hijo. El rey mandó a buscar las mejores telas y los mejores sastres a todos los parajes, para que le hicieran buenos y elegantes trajes a su hijo. El día de la prueba, pusieron una tendedera en la que pusieron todas las ropas del príncipe, para que el pueblo diera su veré- dicto. ELEGBA llegó vistiendo un pantalón negro y una camisa roja adornada con plumas de todos los colores, con cascabeles, campanillas, caracoles y un tarro de toro colgado al cuello. El hijo del rey fue vestido con las mejores ropas y los presentaron a ambos ante el pueblo, quién aplaudió frenéticamente a ELEGBA por el traje tan llamativo y vistoso que vestía, pues para el pueblo, el príncipe vestía trajes feos y poco llamativos. Y así ELEGBA le volvió a ganar al hijo del rey.