Obras a los Orishas en Diferentes Situaciones: ¿Qué es lo correcto?

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Obras a los Orishas en Diferentes Situaciones: ¿Qué es lo correcto?

Muchas veces he visto que las personas vienen preguntando cómo pueden hacer una obra con algún Orisha, para resolver una situación determinada

Lo peor de todo esto, es que puedo leer a supuestos religiosos, dando la “Receta Mágica” que supuestamente solucionará el problema de esa persona. La persona muy ilusionada, sigue la “Receta” al pie de la letra, solo para ver que no resuelve lo que necesitaba resolver y el “Chef” que se la dio, no aparece más o si tiene la suerte de que aparezca, este simplemente contestará: “Es que no lo hiciste con fe” o “Algo hiciste mal” o cualquier variante de esto.
Peor aún, he visto y sabido de personas que han recibido guerreros y ya quieren hacerles obras a los mismos y hasta preguntarles con el coco. Lo peor de todo esto, es que he visto “Religiosos” preguntando con coco, para hacer obras o preguntarle al Orisha, si este se hace responsable de la misma. Primero que todo, el Coco no es el oráculo adecuado para este tipo de actividades. El coco es un Oráculo que, de forma rápida y sencilla, nos dice si aprobó o no se aprobó una obra o si todo lo que hicimos fue adecuado y nos responde con respuestas rápidas de SÍ o NO. No es para CONSULTAR a nadie, ni mucho menos para este tipo de obras, por mucho que quieran tratar de justificar esta barbaridad, no es correcto. Por muchos que quieran decir que el Coco se “lee”, siempre debemos usar la herramienta correcta, para la tarea correcta.
Un Olorisha RESPONSABLE, consulta las cosas con Caracoles. Un Babalawo responsable, consulta con Ékuele o Ikines ¿Por qué? Porque siempre podemos PROFUNDIZAR en el problema, ya que un Odu nos habla con mucha más precisión. Esto es cierto tanto en Ocha como en Ifá. Las obras con los Orishas, deben ser vistas a fondo, con la herramienta CORRECTA y te puedo asegurar que no es el Coco la que se puede usar. Si quieres operar a alguien, puedes usar un cuchillo, pero lo correcto es un bisturí. Es tan sencillo como puede sonar.
Esta problemática, es tan solo uno de los tantos indicios que nos muestran lo mal entendida que es nuestra religión y la forma errada de querer aplicar sus prácticas y obras esotéricas. También nos muestra, lo mal preparados que están muchos de nuestros sacerdotes, tanto en Ocha como en Ifá, ya sea por no estudiar, por pereza o por ganarse unos centavos.
Lo primero que debemos dejar claro, es que NADA en nuestra religión se hace sin la debida consulta, básicamente por dos razones: La primera, saber cuál es la obra conveniente para el problema que se nos presenta, ya que, en nuestra religión, una misma obra, puede que no sirva para el mismo propósito e inclusive, puede ser dañina en dependencia de cómo se haga. Con respecto a esto, un Patakí del Odu de Ifá Ofun Oggunda, nos enseña:
Había un hombre que estaba en muy malas condiciones y fue a registrarse con Orunmila. Orunmila le manda a hacer Ebbó y le dice que tuviera cuidado cuando se fuera a bañar al río, no perdiera una cosa que pudiera ser su felicidad o su desgracia.
Un día se va a bañar al río y lleva medio peso, cuando se va a meter al agua, se pone el medio peso en la boca, para que no se le perdiera, pero en un descuido abre la boca y se le cae el medio peso y él sale detrás del dinero. El dinero va hasta la desembocadura del río y de allí, al mar. Como no lo pudo coger y era de noche, le pide permiso a Olokun para dormir en los arrecifes, donde no le fue posible conciliar el sueño, ni descansar por lo incómodo que eran.
A la mañana siguiente, Olokun le pregunta cómo había pasado la noche y él le contesta que muy bien. Olokun le dice: “¿Tú ves aquella mata de Güira? Las de la derecha no hablan, pero las de la izquierda sí. Coges tres de la izquierda y una la tiras enseguida, otra la tiras a mitad de camino rumbo a tu casa y la tercera la tiras cuando llegas a tu casa”. El hombre así lo hizo y ve que la casa donde estaba, se le transforma en una casa bonita, amoblada, llena de lujos y riquezas.
Todo el pueblo se asombra del cambio que había dado y le preguntan cómo había sido, pero él no les dijo. Sin embargo, el hombre tenía un vecino algo envidioso y vida ajena, que de tanto insistir que le dijera como había sido, el hombre se lo dijo. El vecino quiere hacer lo mismo, pero no se registra ni consulta con Orunmila y se va a bañar al río con el medio peso en la boca. Cuando llega al agua lo deja caer, el dinero sigue el mismo camino del otro. Al llegar al punto descrito, ya es de noche y le pide hospitalidad a Olokun y este se la concede.
Por la mañana Olokun le pregunta cómo había pasado la noche y el envidioso le contesta que muy mal, porque encima de los arrecifes no se puede dormir. Olokun le dijo como al primero sobre las Güiras y este, en vez de coger las que hablaban decidió coger las que no hablaban, pero resulta que al tirar la primera, todo se oscurece y al tirar la segunda, salió una infinidad de animales dañinos y lo devoraron.
Este Patakí me gusta mucho, porque debe darnos una idea bastante clara de porque no debemos aplicar las cosas que leemos o nos dicen, como si fuese una receta de cocina y menos a la ligera y sin consultar. Las cosas pueden salirte muy mal y hasta empeorar la situación en la cual te encuentras y quieres resolver. Esto debes tenerlo muy claro. De hecho, la propia intención con la que haces una obra, también cuenta, ya que en lo que hagamos, no solo debe mediar la fe, sino los buenos sentimientos y buenas intenciones, dejando de lado que las cosas se deben hacer con su debido proceso, tal como te lo muestra este Patakí ilustrativo.
Claro que muchos de los Babalawos y Olorishas “New Age”, que hoy no faltarán, te dirán que estas cosas si se pueden hacer al “Estilo Africano”. Nada más alejado de la verdad. Te repito nuevamente: NADA en nuestra religión se hace sin la debida consulta, porque en nuestra religión, tanto aquí como allá, una misma obra puede que no sirva para el mismo propósito. Con respecto a esto, en un Ese Ifá (Historia) del Odu Iwori Meyi, te demostrará que esto tampoco se puede hacer, por muy “Estilo Africano” que te quieran vender:
Un día un Babalawo (quien era de mucho conocimiento), sale a caminar y cuando recorría más allá de una casa, observa a un anciano que le gritaba a su caballo que hiciera un esfuerzo, ya que el trabajo aún no estaba concluido. El caballo había estado llevando alimento para cierta aldea y estaba casi muerto de agotamiento.
El Babalawo preguntó al anciano: «¿Cuál es el problema? ¿Por qué está usted tan triste?» Y el anciano contestó: «Tengo que llevar a mi aldea el alimento para mi gente, pero mi pobre caballo está muy enfermo». Había otro Babalawo que estaba siguiendo al Babalawo Sabio, con el objeto de fisgonearlo, porque él deseaba ver lo que este hacía y aprender todo lo que pudiera sobre su sabiduría.
El Babalawo Sabio le preguntó al anciano si podía conseguir una piedra de rayo y así él podría solucionarle el problema con el caballo. El anciano consiguió lo que había pedido el Babalawo Sabio. Este llamó a Orunmila y el rezo de Oloddumare: «Por la potencia de Changó, ¡Este caballo volverá a la vida!». Habiendo dicho estas palabras, el caballo se levantó y continuó de nuevo su camino a la aldea.
El Babalawo Fisgón se devolvió de nuevo a su aldea, ya que pensaba que ahora él tenía gran potencia espiritual. Pocos minutos más tarde, el jefe de la aldea vino a su casa a pedir ayuda, pues su madre estaba muy enferma. El Babalawo Fisgón dijo al jefe: «Búsqueme una Piedra de Rayo», y el jefe fue tan rápidamente como pudo y encontró la piedra que le habían pedido.
El Babalawo tomó la piedra y llamó a Orunmila y Oloddumare y golpeó a la madre del jefe con la piedra de rayo y la mató. El jefe enojado con este Babalawo lo mandó a matar.
Moraleja: No toda medicina es para la misma enfermedad.
Como puedes ver, aún los “Estilos Africanos” pueden meterte en serios problemas, por lo que te sugiero que siempre que se tenga un problema, estos se resuelvan con la debida consulta y con conocimiento de lo que estamos haciendo. Bien dice Ifá en el Odu Ofun Oggunda, entre otros: “El que imita, fracasa”.
La segunda razón por la cual no debemos ejecutar este tipo de práctica, es que no sabemos que Orisha se hará responsable de la obra. Nosotros simplemente no podemos decir que vamos a hacer una obra con un Orisha Tal, si este no se ha hecho responsable de la misma. No podemos pretender que, por haber hecho una obra a un Orisha, SIN CONSULTAR si este se hace responsable de nuestra situación o si es el Orisha adecuado para la misma, vamos a resolver el problema. El Orisha no tiene que obedecer a nuestros deseos, por muchas cosas que le llevemos. Los Orishas son ellos… no nosotros. Ellos no tienen por qué hacer lo que nosotros queramos. Nosotros somos los que debemos hacer lo que ellos quieran.
Esto es cuestión de sentido común. Una consulta nos dará las interioridades del problema que afronta el consultado y nos dirá cuál es el Orisha que está dispuesto a ayudarlo a resolverla, entre otras cosas que debemos saber, para poder complementar esta obra que solicita el Orisha. Por ello, es que hacemos el registro. De nada nos servirá hacer obras a los Orishas, si no sabemos si se hacen RESPONSABLES de aliviar la situación, de hecho, ni siquiera sabes si lo que le ofreciste, es lo que el Orisha quiere, para resolver el problema que tengas.
Ojo no estoy diciendo, bajo ningún concepto, que no puedas agasajar a tus Orishas y les hagas ofrendas, porque te place o te nace hacerlo o por las bendiciones que te han dado, porque eso NO es incorrecto. Tu puedes ponerle cualquier asistencia que gustes y cuando gustes a tus Orishas, pero debe quedarte claro, que eso no es para resolver situaciones, sino para agasajarlo o agradecerle.
Lo que te estoy diciendo es que no hagas ni recetes obras, como si estuvieras siguiendo una receta de cocina, ponérsela a un Orisha que ni siquiera se ha hecho responsable de tu situación y que tampoco sabes que quiere para poder resolverla. Una cosa son las ATENCIONES que les das a tus Orishas y otra MUY diferente, es querer ponerte a jugar al “Santerito” diciéndole al Orisha que debe ayudarte porque le pusiste una panetela. Créeme que el Orisha dirá: “¿Y a este loco que mosca lo picó? ¿Cree que tengo que servirle porque me dejó esto aquí?»
Hasta los Addimú que van marcados por registro, deben preguntarse si están bien y si el Orisha los recibió, tal como nos lo enseña el Odu de Ifá Oshe Osa. No hagas locuras ni lo primero que leas o te digan que hagas y tu, como nuevo Babalawo, no caigas en estas prácticas, ya que será tu propia reputación, la que pague las consecuencias de un mal proceder.
Tu amigo de siempre,
Águila de Ifá

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