Yemonjá o Yemajá es considerada, generalmente, la diosa de las aguas, y de su cuerpo, de acuerdo a la creencia popular, fluyen los ríos, lagunas y el mar
Hoy día, se asocia con el río Ogún y se le rinde un culto elaborado en aquellas áreas donde éste discurre, en particular Abeokuta. En Nigeria, se dice que Yemajá nació en la Tierra Takua, donde nace el río Ogún y donde ella vive.
Por eso esta zona se ha convertido en lugar de peregrinación de infinidad de devotos. Como ocurre con una buena cantidad de Orishas, Yemajá es también adorada en diferentes regiones y, en consecuencia, adopta diferentes nombres o formas.
Por ejemplo: en Oyo, la que impera es Mayelewo y un mito de ese pueblo nos dice que ella era comerciante en la ciudad Shaki. Se casó con Okefe- título real de Orishaoko- quién la insultó por grandes senos; de ahí el sobrenombre de Somu-Gaga(senos grandísimos).
Ella, avergonzada, se sumergió en el río y se fue a vivir con Olokun, bajo el nombre de Somu-Gaga, y solo sale al mar algunas veces en distintos puntos de la costa. Así mismo, se le conoce con otros nombres: Asesu, Okute, Akere, Ashakba, Okoto, etc. Yemajá es una deidad asociada con muñecos.
En África, éstos se tallan con maderas preciosas y llevan cargas secretas, según el camino de la misma. Cuando está en la Tierra, le gusta vivir a la entrada de los montes. Es trabajadora, vendedora de alimentos, tiñe telas y fabrica aceites de semillas de melón (adé aguse).
En el Santuario de Yemajá, hay también una olla llena de agua «sagrada» del río Ogún. Esta agua se le da a las mujeres infecundas que les piden hijos y a los niños que nacen como consecuencia de ello. Las mujeres devotas usan pequeñas cuentas brillantes y hacen ofrendas de maíz triturado, ñame machacado, gallinas, carnero, gallos, patos, pez. Su principal tabú es el perro (Aja).
A Yemajá se le ofrendan carnero, paloma, jicotea, gallina, pato, gallo, ganso, codorniz, cerdo, guiso de camarones con alcaparras, huevos duros, acelga y tomate. También tamal de maíz, que se tiene todo el día en remojo, se muele en un pilón y se cocina batiéndolo en una cazuela sin grasa y sin sal; se le da forma de pirámide y se envuelve en hojas frescas de plátano.
Además, se le puede ofrendar resupo de frijoles u Olele: se ponen en remojo frijoles carita, se pasan por un guayo para quitarle la cáscara, se hace una pasta y se le echa sal, se pican ajos, cebollas, y se añaden pedacitos de jengibre a la masa. Se pone en manteca caliente una bolsita de bija y, cuando hierve, se vierte toda la masa de frijoles que antes se había batido bien. Se preparan moldes de papel y sé rellenan con esta pasta. También se le ofrenda Quimbombó con bolas de plátano verde o ñame; frijoles negros cocinado sin caldo y sin maíz, palanquetas de gofio con melado de caña o miel de abejas, coco quemado, berro, lechuga, escarola, acelga y chayote.
Su fruta predilecta es el melón de agua, aunque también gusta de piña, papayas, uvas, pera de agua, manzanas, plátanos y naranjas, frituras de ñame con melado de caña, maíz finado, arroz amarillo con carne de cerdo y chicharritas de plátano.
Se acostumbra a brindarle en una jícara, el agua y el melado. De los peces, prefiere la Guabina(Ejá-Oro), la anguila, el pargo, la rabirrubia, la cabrilla, el serrucho, el lenguado, la aguja, la cherna, el emperador y otros.Al igual que hay espíritus en la Tierra, los Yorubá creen también que hay espíritus que habitan en los ríos, las lagunas y el mar, como es el caso de Yemajá. Estos son reverenciados principalmente por las personas que viven cerca de ríos, lagunas o el mar, y creen que los espíritus, si son servidos de forma adecuada, pueden a cambio satisfacer las necesidades del hombre.
Ellos controlan la abundancia de la pesca, evitan el vuelco de las canoas y los accidentes en los ríos. Algunos de los espíritus les dan hijos a las infecundas. Sus principales símbolos son 7 piedras pulidas por la corriente del río y dieciséis conchas de cauries. Estas últimas se emplean igualmente como medio de adivinación por los devotos.
Existe un mito que cuenta que en los tiempos antiguos, cuando el agua escaseaba, Yemajá estaba acostada y dormía. Las fuentes de agua brotaban cuando ella se viraba de derecha a izquierda. Ella simboliza la maternidad y las estatuas la representan como una mujer encinta, las manos a los lados del vientre, con senos voluminosos a los que hacen alusión el canto: «La madre de las mamas llorosas» A continuación, daremos algunas ceremonias que se le hacen a Yemajá.
OBRA CUANDO YEMAJA ESTA BRAVA.
Cuando está brava, se le ruega durante 7 días con diferentes adimuses, se envuelven sus piedras en Lino de mar y se mete en una palangana con agua de mar. Ahí se le ruega durante los siete días. 1er día: Se echan en la palangana siete botellitas de melado. 2do día: Se ruega con un plato de frijoles de carita, cocinados con carne de cerdo y chicharritas de plátanos. 3er día: Se le ruega con 7 fruta bombas. 4to día: Se le ruega con una fuente de maíz y un rocío de agua de añil. 5to día: Se le ruega con una fuente de dulce de coco. 6to día: Se le ruega con 14 palanquetas de gofio con melado (Adun). 7mo día: Se le ruega con un melón con siete banderitas azules.
De estas ofrendas, se llevan una parte al mar, otra al río, otra a una loma y parte a un basurero. Al igual que hay espíritus en la Tierra, los Yorubá creen también que hay espíritus que habitan en los ríos, las lagunas y el mar, como es el caso de Yemajá.
Estos son reverenciados principalmente por las personas que viven cerca de ríos, lagunas o el mar, y creen que los espíritus, si son servidos de forma adecuada, pueden a cambio satisfacer las necesidades del hombre. Ellos controlan la abundancia de la pesca, evitan el vuelco de las canoas y los accidentes en los ríos. Algunos de los espíritus les dan hijos a las infecundas.
Sus principales símbolos son 7 piedras pulidas por la corriente del río y dieciséis conchas de cauries. Estas últimas se emplean igualmente como medio de adivinación por los devotos. Existe un mito que cuenta que en los tiempos antiguos, cuando el agua escaseaba, Yemajá estaba acostada y dormía.
Las fuentes de agua brotaban cuando ella se viraba de derecha a izquierda. Ella simboliza la maternidad y las estatuas la representan como una mujer encinta, las manos a los lados del vientre, con senos voluminosos a los que hacen alusión el canto: «La madre de las mamas llorosas»