Su importancia en las consagraciones de Ifá es grande, sin ella no puede haber babalawo
Mariwo es la penca de palma seca deshilachada que tiene numerosos usos espirituales y que se utiliza para proteger los hogares, muy utilizada en Cuba para identificar a aquellos ilé (casas) que pertenecen al culto yoruba.
La función de esta sagrada palma seca es ahuyentar las energías negativas y los espíritus perturbadores, proteger y cuidar espacios.
Las pencas de palma también dividen el Igbodu (cuarto de santo) de Orisha de la vida social propia de los religiosos, o sea que, separa lo mundano de lo religioso, su función esencial es la de separar mundos.
Al inicio de los tiempos Olodumare permitió que las divinidades reinaran en la tierra de forma libre respetando los preceptos que habían sido instaurados por el mismo en el momento de la creación del universo.
Elegguá advirtió a las mismas que para mantener sus caminos libres de osogbos debían realizar un sacrificio animal y no modificar las leyes que previamente había establecido Olodumare.
Pataki: ¿Cómo el Mariwo ayudó a Orula a escapar de los brazos de la muerte?
El Mariwo está hecho de la penca de palma seca y es sagrada en la religión yoruba
La gran mayoría de los Orishas rechazaron los consejos de Elegguá, siendo Orumila el gran adivino de Ifá el único santo que cumplió con ambas sugerencias.
A su llegada a la tierra las deidades exigieron que todo aquel que pintara canas en su cabello debería dejar su existencia terrenal y regresar al cielo junto a Olodumare.
Al pasar de los años los cabellos de Orula se tornaron grises, hecho que propició habladurías entre los Orishas, quienes exigían que el Oráculo de Ifá regresará al reino de los cielos.
El sagrado Mariwo y la enseñanza de Orunmila
Antes de partir Orula se consultó y realizó un ebbó, el que consistía en colgar en la puerta de su casa un Maribo, el cual era una cortina fabricada con hojas de palma sobre la que previamente debía realizar un sacrificio animal y añadirle ñame pulverizado y cascarilla.
Luego de realizar el ebbó el gran adivino convocó a todas las deidades para festejar un banquete de despedida en su honor, en el que ofreció grandes manjares y bebidas, saciando las expectativas de todos los presentes de forma sorprendentemente inexplicable.
Para acceder a la vivienda de Orunmila, todos los Orishas tuvieron que retirarse sus sombreros como mandaba la tradición y pasar por debajo del Maribo, hecho que no llamó la atención de ninguno.
Una vez que partieron en búsqueda de sus sombreros para retirarse se percataron que sus cabellos eran tan blancos como los de Orula.
Sorprendidos todos se miraban anonadados y fue entonces cuando Orunmila anunció que se desarrollaría en ese momento una muerte masiva pues todos los que poseían el cabello blanco debían acompañarlo en su trayecto hasta el reino celestial.
El nuevo pacto sobre la existencia terrenal
Asustados y confusos establecieron nuevas normas en fracciones de segundos instituyendo por unanimidad el consenso de que no todas las personas que lucieran canas debían morir, solo debían partir junto a Olodumare los que se encontrasen enfermos y fueran muy ancianos.
Desde ese día la existencia terrenal se expandió respetándose la vida haciendo la misma más longeva y placentera. Pudiendo entonces disfrutar de la llegada de nuevas generaciones y compartir más tiempo con la familia.
Entonces el Maribo, nunca abandonó la puerta de Orula, allí permaneció por muchos años más librando al gran adivino de los osogbos y las tragedias.
Por este motivo y en agradecimiento a haberle ayudado a escapar de los brazos de la muerte, se coloca un Mariwo en la entrada de las casas religiosas para que favorezca al santero y a su familia con muchos ireses y mantenga alejada a Ikú (muerte) y a sus hijos de la puerta del ilé (casa).
Por: Ninette Caren Fernández