Entre otros usos las jícaras fueron las soperas originales donde nacían los Orisha
La jicara es de gran importancia para la mitología de sociedades africanas, afro-cubana , mesoamericanas, y etc. Pero también posee un uso práctico, podemos ver que sus frutos son utilizados en la cocina, en las manualidades y en el arte; Por ejemplo, la jícara que siendo un fruto esférico con una cáscara dura, puede separarse y convertirse en un recipiente. Hasta finales del siglo XIX en Izalco se realizaba la elaboración de la jícara labrada, que comenzaba con el corte de la jícara un “once de luna” (once días después del aparecimiento visual de la luna posterior a la luna nueva), la cual con un vidrio o fragmento de obsidiana, un clavo o espinas de güiscoyol se podía rayar la superficie del morro -previa preparación- y elaborar una variedad de imágenes artísticas que van desde animales, insectos, flores, plantas, etc. La jicara tambien tiene Los valores heredados por nuestros ancestros mayas, viven y prevalecen en los corazones de sus descendientes pero tales formas de cultura, tienden a ser modificadas para enriquecimiento de la misma. En el Popol Vuh narra que los señores del inframundo matan a Vucub-Hunahpú y a Hun-Hunahpú, a este último lo decapitan.
“Lleven la cabeza y pónganla en aquel árbol que esta sembrado en el camino dijeron los señores del inframundo, y habiendo ido a poner la cabeza en el árbol, al punto se cubrió de frutas que jamás habían fructificado antes de que pusieran entre sus ramas la cabeza de Hun_hunahpú. Y a esa jícara la llamamos hoy la cabeza de Hun-Hunahpú, que así se dice.
Hace notar que la Jícara es de gran importancia también para la mitología maya. Se confecciona del árbol de Güiro, el fruto nombrado Güira se deja secar. Posee un color oscuro y su corteza es muy resistente. Comúnmente se le llaman igba (ibba). Dentro de la religión es usada como instrumento de realización de muchos rituales, tales como dar omi tuto en todo inicio de ceremonias como e incluso para una sencilla consulta con ekuele o diloggún, aunque no es imprescindible, pues en ocaciones es sustituida por un vaso común, en lo tradicional este es el instrumento perfecto. La jícara es un elemento básico en la práctica de OSHA/ Ifa por razones culturales.
Las jícaras fueron las soperas originales donde nacían los Orisha. La jícara (Igba) es uno de los implementos más utilizados por los religiosos. La jícara es la mitad de un Güiro seco que se ha limpiado de su pulpa, se ha puesto a secar y luego se parte a la mitad. La jícara (Igba) es la “vajilla” de la religión. En ella se toma agua o aguardiente y se tienen a mano para tener esto servido en caso de una ceremonia, rezos o inclusive cuando a los “Caballos” (Médiúms), ya sea de Eggun o de Orisha, se les sirve agua o aguardiente. Siempre debes tener jícaras de diferentes tamaños, para cubrir tus diferentes necesidades. El Babalawo y Olorisha las usan también cuando utilizan los oráculos y colocar dentro de ellas, los instrumentos de adivinación. Inclusive las pinturas rituales se hacen en jícaras, aunque hoy en día, ya muchos las hacen en platos. También Tenían otros usos como: para colocar los cocos, los caracoles, el agua y en general para cualquier ritual de ceremonial siempre estaba presente este cómodo y útil elemento natural, puesto que proviene de un árbol. Además la jícara, que en algunas culturas se le llama “totuma”, era un instrumento de cocina indispensable, en ella se servía el café y el chocolate en los momentos de tertulia familiares. Es por esto que se ha conservado como tradición su uso; recordemos que la cultura Yoruba es una religión que basa su estructura en los elementos de la naturaleza.
Cuenta un Pataki que en la sagrada tierra de Ife, el awo Orula se paseaba por la espesa vegetación del monte y se encuentra con la güira y cerca de ella había un gran río, Orunmila sabio entre sabios observa a la güira y le dice que tenia que hacer ebbo, puesto que tenía que sobrevivir si se caía al río, la güira orgullosa le contestó que no, que ella se sentía muy bien allá arriba en la mata, Orula se encogió de hombros y siguió caminando, por el camino se encontró a la ibba y le indica lo mismo, la ibba hizo ebbo y se cortó a la mitad. Unos días después cae un inmensa tormenta, entonces la ibba que había hecho ebbo comenzó a flotar sobre el río caudaloso e inundado, mientras que la güira no resistiendo la intensidad del viento calló, y fue a parar al fondo del río.