En la cultura yoruba se dice esta Orisha era la jueza de los seres humanos, ya que ella se encarga de juzgar a quienes podían o no reencarnar nuevamente
Nana Buruku es la orisha considerada como la abuela del panteón yoruba, siendo la reina de la desembocadura de los ríos y también, reina de los pantanos. Aprende esto y mucho más acerca de esta deidad africana aquí
Cuando se creó el mundo nació esta santa, es conocida como la guerrera que rige en los cuerpos de agua, es una deidad poderosa que data desde el inicio de todo. Esta orisha es la reina de las desembocaduras de los ríos, reina de los pantanos, lagunas y reina de las lluvias. Esta diosa nace junto con Obatalá y es considerada como una fuerza única e independiente, siendo esta la que le da fortaleza a la cabeza del individuo.
Naná Burukú es la diosa de la llovizna, considerada también como la mediadora entre la vida y la muerte. Su nombre es de origen Yoruba Naná Burukú donde Nana significa gran madre, abuela; Buruku significa maldad, las ofrendas que se le hacen a esta orisha se hacen con caña brava, ya que cuando esta llegó de Oduduwá a Ilé ifé, donde tuvo un gran enfrentamiento con Oggún porque sus animales no se inmolaban con un cuchillo de hierro ya que esta no soportaba ese olor.
La orisha Nana Buruku no se alimenta de la sangre directa de los animales, sino de sus espíritus. Es por tal motivo que los animales mueren primeramente asfixiados y luego son inmolados con un cuchillo de caña brava. Esta es conocida también como la mamá de Oshun ya que fue esta quien creó las aguas dulces.
Cuando se creó el mundo, esta santa fue conocida como un camino de Yemayá, fue Nana Nuruku la que participo en la creación del panteón yoruba junto con Obbatala, siendo esta diosa única por su creatividad y su gran voluntad inquebrantable. Ella pertenece a la familia de Oddua y Olokun, ya que esta vive en lo profundo del agua de la tierra, también es conocida como Iyá Omí, madre de todas las aguas dulces, junto con Oshun, que es la dueña de estas aguas.
Durante su camino durante la vida de Yembó Yemayá esta era una mujer misteriosa y secreta, tanto era el ocultismo que poseía esta que los lukumis descubrieron que esta orisha era tan vieja y antigua como el mismo tiempo y que provino de la tierra de Arara, o mejor conocido como Asowano. Por este motivo muchas de las ceremonias que se le hacen a esta santa tienen mucho parecido a las de Asowano.
Otro significado de su nombre proviene de Buruku que significa luna y Nana nacimiento, viéndolo como la luz que ilumina las noches en la tierra, la luz de la luna hace que las noches no sean tan oscuras, sombrías y tenebrosas a todos los seres humanos. Ella da a luz a través de la luna, para que estos nunca pierdan su brillo blanco y puro, alumbrando siempre la oscuridad, esta orisha se manifiesta solo y cuando hay luna siendo el momento donde ella se apodera.
Es conocida como la dueña de las aguas dulces, vive en los ríos y la desembocadura de los mismos. Ella es conocida por sus colores pálidos nenúfares y también por las ofrendas que se le hacen con las múltiples plantas que crecen en la orilla de los ríos, conocida también como los ojos que todo lo ven. Esta diosa es tan antigua que es comparada con la madre de dios y otras veces con la madre de la virgen maría.
Una vez ella se encontraba disfrutando del ambiente en las profundidades del río viendo como volaban las palomas y cómo los diferentes animales cantaban en compás con ese tranquilo ambiente, en medio de esa paz y tranquilidad escuchó un gran estruendo, quién era Oggún que se encontraba cazando. Esta actividad hizo que todos los animales y aves volaran y se dispersaran del río, Oggún encontró un venado el cual sería su alimento.
El venado no se dio cuenta de la presencia de Oggun, y este blandiendo su machete quiso atraparlo para matarle y consumir su carne, Nana quien estaba presenciando todo esto decidió presentarse frente al guerrero quien, asombrado se alejó ante semejante presencia. El venado como agradecimiento por lo que había hecho le dijo que le daría por el resto de toda su vida su sangre y sería su familia y sus descendientes le servirían como sacrificio por salvarlo, pero le pidió un favor que nunca permitiera que se le mancharan sus manos con la sangre de él, le pidió también que hiciera un cuchillo de Caña Brava para que tomara el sacrificio y no le guardara ningún rencor y tener que recordar a Oggún.
En Cuba esta orisha es conocida como madre de Babalu Aye, el culto que se le da a esta es muy diferente a la cultura arara y yoruba. En este culto es considerada como una deidad misteriosa y terrible que vive en los ríos, manantiales y dentro de la caña brava. Para llamar a esta diosa se hace mediante los ojos de agua, lagunas y especialmente en la desembocadura de los ríos, también se le puede invocar los sábados santos en los pozos, que es donde se concentra más su energía como un orisha antiguo.
Nana Bburuku es la madre de todas las aguas dulces, pero también de las aguas pantanosas y fangosas, en el culto de origen yoruba Nana es considerada como la madre de todos los Obatalás, se le representa con un triangulo isósceles que se cubre con yeso y humo de tabaco, como también hay otros que la adornan con hojas de tabaco seco. Y de la misma forma que sucede con Obatala, cuando Nana Buruku se manifiesta en la tierra, esta tiembla. Está sincretizada como Santa Ana, siendo su día el 26 de julio.
Culto
En la religión yoruba se habla que Olorum fue el creador de todo el mundo, el orisha mayor y más viejo Obatala el padre de casi todos los orishas, y Yemayá conocida como la madre de donde nacen todos los orishas, aquí es donde entra Nana Buruku siendo esta la madre de todas las divinidades cósmicas dentro de los orishas, considerada también como la madre de Obbatala, vista a su vez como la abuela de todos los orishas, y de los seres humanos.
Considerada como una mujer muy maternal, Nana Buruku asume su papel y rol junto a otras divinidades femeninas dentro del panteón yoruba, mayormente basado por el concepto de su gran maternidad. La gran Nana Buruku fue la esposa de Oshala, y de esta nació una corriente directa de Nana Buruku. También se habla sobre Yemayá y Oshun como las únicas responsables del nacimiento de las vidas, y el cuidado de todas estas, en cambio Nana Buruku es la encargada de conducir en el terreno astral a todas las almas de los muertos.
Ofrendas que se le hacen a Nana Buruku
A esta se le ofrece manteca sin sal, caña brava de los cuales se le inmola, gallina, palomas, pollos, guineas y puerco. Sus montes son: ceiba, caña brava, jobo, sasafrás, alacrancillo, apasote ateje, piñón botija, bejuco, ubí, caisimón, albahaca, zarzaparrilla, alejo macho, artemisa, pimienta guinea, caigüirán
Pattaki de Nana Buruku
En el momento que nació el mundo, se encontraba Babalú Ayé, este llevaba una vida muy disipada y alejado del mundo, considerado como un hombre rebelde que no cumplía con los mandatos que le dictaba Olofi, este orisha durante su vida fue muy mujeriego, bebía mucho y llevaba un estilo de vida muy agitado, entre tantas de las mujeres con la que estuvo, Babalú Ayé contrajo una enfermedad muy contagiosa, este llevó la peste a la tierra yoruba. Babalú Ayé es conocido dentro de la osha como San lázaro, este es conocido también como hijo de Nana Buruku y nace con el cuando este es coronado.
Los sacerdotes le preguntaron a los dioses del Diloggun como podían curar a las personas de todas estas enfermedades, en ese momento apareció Metanla y junto con ese dios acordaron que tenían que controlar a este orisha porque resultaba ser un Oddún fatídico, entonces Metanla metió unos caracoles dentro de una cazuela y esta la metieron dentro de otra más. Todo con la finalidad de controlar todas las enfermedades.
A Babalú Ayé lo botaron del panteón yoruba, echándole agua mientras le recitaban las palabras: “Ano buruku, unlo buruku”(este frase es conocida como los regaños que le daba su madre nan burku por su mal comportamiento). Éste, depreciado por su propia gente, vagó muchos años por el mundo, hasta que se encontró con su hermano Shangó, que venía de un viaje largo que había hecho por la tierra de Arará, siendo Shangó el que curó de todas las pestilencias y enfermedades. Babalú Ayé le contó sobre sus penas y le dijo a su hermano: “Por donde quiera que voy se burlan de mí y me gritan Ano Buruku, me desprecian y me tratan mal”.
Shangó en vista de esto, le enseñó a curar con manteca de corojo, pan y maíz tostado, este le contó sobre todos los secretos de la curandería, secretos que le fueron entregados a Shangó por Osain. Este le dijo a Babalú Ayé que fuera por el mundo curando a los arará, que en ese camino estaba gente esperando coronar a un rey, este aceptó y siguió el consejo de su hermano y continuó con su camino curando a múltiples enfermos, durante su largo camino fue bien tratado y bien recibido por la gente y este, luego de convertirse en una buena persona, regresó a casa de su madre donde esta lo recibió con su amor maternal y lo perdonó.
En la cultura yoruba se dice esta Orisha era la jueza de los seres humanos, ya que ella se encarga de juzgar a quienes podían o no reencarnar nuevamente. Siendo conocida también como la justiciera de las mujeres, ya que Nana Buruku juzgaba las acciones de los hombres, a los cuales las mujeres les reclamaban por algo justificado y estos no creían ni aceptaban estos. A este Nana Buruku lo llamaba culpable y los condenaba a amarrarlos a un árbol para que fueran azotados por los eggúns, por tal motivo se produjo una rebelión en la tierra de los orishas.
Las divinidades, ante esta situación, decidieron cazar a Nana Buruku para que sometiera a la autoridad del que sería su marido. Las divinidades mandaron a la tierra a Oshaguia, quien se encargó de realizar una bebida mágica que haría que Nana Buruku se enamorara de él y así fue, desde ese momento todas las decisiones eran tomadas por estos dos orishas; Nana Buruku decidió dividir el mundo y este le dijo que dividiera el patio de los egguns del mundo terrenal, este lugar era donde Nana Buruku guardaba todo su poder y conocimiento sobre la muerte y sus criaturas.
De esta forma se impondría un control de estos egguns, esta prohibición impondría todo el dominio del mundo de Nana al terrenal. Oshaguia pasó mucho tiempo vigilando a Nana Nuruku, hasta que un día el esperó un descuido de esta y se transformó en Nana y se dirigió al patio de los egguns y les ordenó que estos también tenían que obedecer a Oshaguia de la misma forma que lo hacían con ella. Nana Buruku, al ver esto, se molestó tanto que empezó a pelear con Oshaguia. a pesar de que esta estaba ganando la contienda ella término sometiéndose a Oshaguia por el hechizo de amor que le había puesto.
¿Se corona?
Este santo nace de un manantial o un río natural, por lo que su coronación toma lugar dentro de un arroyo o laguna, en donde se le es llevado un puerco pequeño y se es sacrificado con el cuchillo de caña brava, a esta orisha se le hace una fogata en la orilla del agua en donde es quemado un pedazo del porcino. Este pedazo es cortado y con él se limpia a la persona, se unta con corojo y es lanzado al fuego. El día que se realiza esta ceremonia, es llevada una cesta de múltiples viandas picadas que lleva consigo materiales como: pescado, maíz, corojo, miel y aguardiente junto con un paño blanco y otro azul.
Con todos estos se limpia a la persona, después se recoge todo con los paños azules y blancos, donde es enterrado en la tierra dándole conocimiento de esto. Posterior a esto se le da de comer al santo dos guineas al tronco de una ceiba, dando final a la larga ceremonia. Al amanecer del otro día el padrino, la yubona y el eyabo tienen que bañarse con albahaca y escoba amarga durante 8 días. Al finalizar este período de tiempo, el eyabó tiene que dirigirse nuevamente al río donde se hizo toda esta ceremonia y le da dos palomas blancas al santo a la orilla del río.
Los colores de Nana Buruku es el blanco, rojo, y azul, durante la parada ceremonia que realiza en la corte yoruba, en esta ceremonia se dirigen 8 santeros quienes serán lo que ayudan a realizar toda la ceremonia. El Ozain de Nana lleva ocho pimientas. En esta ceremonia le es sacrificado un carnero, dos gallos, dos palomas blancas y una guinea. Todos estos animales son ahogados primeramente en una tanqueta de agua y después son sacrificados con un cuchillo de caña brava, luego de esto a la persona se le es realizado un baño donde le ponen un pantalón blanco y una camisa blanca adornada con serpentinas azules.
Su collar
Su collar es hecho a mano confeccionado por cuentas blancas y cuentas de azul oscuro, estas se hacen en forma consecutivamente, otras personas hacen el collar de Nana Buruku con cuentas de color azul, blanco y cuentas rojas. Estos collares son hechos aproximadamente de un metro de largo. Simbolizan la presencia de esta orisha en el mundo y su protección par aquellos que la recibirán en sus vidas.
Herramientas
Las herramientas que usa esta orisha están compuestas por una sopera de color negro, que cuenta con tres mayas de color rosado que van de tamaño ascendente de mayor a menor, cuenta con el adorno de tres serpientes, una de plata, una cobre y otra de níquel, cuenta también con un símbolo conformado por cuatro x, posee varias otanas que son 14 negras, 8 de color rosas, cuenta también con tres cuchillos de caña brava pintadas de negro y color rosa, adornadas por caracoles.
Los secretos de este santo se guardan dentro de una tinaja blanca, la cual lleva los otanas y la mano de caracol por dentro y, después de realizarse las ceremonias, esta es sellada completamente esta tinaja, posee 4 orificios. Cuenta también con un majá que va enroscado alrededor de la tinaja, adornado también como un estomago de metal y el ibiri. Esta a su vez cuenta con una cachara que es adornada por puros caracoles
Signos donde habla nana buruku
Esta orisha habla en los signos (10-10), (10-14), (14,14), (14-1), (10, 1), (1-14), mediante estos escoge quién será coronado como su hijo.
Yemayá y Nana Buruku
Nana Buruku es considerada como una divinidad asexuada, cuando fue tomada por la cultura yoruba fue considerada orisha, muchos son los estudios que hablan de la cultura africana donde explican que los odunes no son divinidades, sino son todo lo contrario eran seres humanos que caminaron este mundo nuevamente. En la actualidad se dice que Nana y todos sus hijos son mucho más antiguos que cuando llegó la cultura yoruba. Mucho más antigua que Yemayá y Obatala, a esta orisha se le rendía culto desde la época primitiva con huesos piedras o cuchillos tallados en caña brava.
Nana Buruku es considerada la madre, y al mismo tiempo el padre, de toda la creación y de los seres humanos, siendo Obatala un orisha concebido como el primer hijo de esta, fue considerado como un orisha propio e independiente, sobre todo el mundo y sobre todos los yorubas y su gente,
Estos yorubas al encontrarse con diversidad de divinidades ya constituidos dentro de la naturaleza, veían a Nana como un ser que se igualaba a Olorum y Oshala. Esto creaba muchos conflictos dentro de la cultura ya establecida. Lo que hicieron los antiguos yorubas fue incluir a Nana como uno de los orishas, evitando generar una polémica entre lo religioso y lo social, también sumaron a Nana Buruku, esta que era considerada como un ser asexuado, la introdujeron dentro del panteón yoruba como una mujer mayor.
Fue con esta inclusión de este orisha que Olorum sigue siendo el creador, y Oshala el padre de casi todos los orishas, considerando así entonces a Yemayá como la única madre que es capaz de dar vida a casi todos los orishas y a Nana Buruku como la madre de las divinidades vodunes, divinidades que eran adoradas antes de la llegada de la cultura yoruba.
Con esto se aclara que Nana Buruku no es la reencarnación más vieja de Yemayá como lo afirman muchos templos y cultos religiosos, sino que esta era un ser divino que existió en el momento que el mundo inició y participó en casi todas las creaciones del planeta. Nana Buruku es considerada como la madre que lleva a sus hijos a la reencarnación, ya que esta es la que se encarga de guiar a las almas al amor maternal, cuidándolo y esperando nuevamente que este ser nazca en el plan material.
Los hijos de Nana en la tierra son considerados como eggun o egun, pero esta creencia está envuelta de misterios de todos los creyentes y sacerdotes de esta religión quienes han mantenido ese secreto de generación en generación, evitando en sí que esta salga a la luz y cree disturbios a la religión que ya se encuentra estructurada hasta este momento. En la religión yoruba los eggun y la iku (muerte) se encuentran considerados como peligrosos y razón de tabú en todos los templos religiosos, ya que sus secretos y su profunda relación que existe entre estos y Nana es muy grande.
El secreto de Nana Buruku y los egun, es considerado como temas no permitidos de conversar, ya que estas dos energías son demasiado fuertes por lo que muy pocos son capaces de controlar, sólo los hijos de Nana y los ile tienen la posibilidad de manejar y controlar estas energías. Estos creyentes de estas religiones solo pueden trabajar con las energías de los eggun con el permiso único y exclusivo de Nana y con la aprobación de Obaluaye.
La supremacía de Oshala, viene representado por el poder de Nana en la tierra ya que es ella la única capaz de recoger a los muertos, cuidarlos en su vientre esperando el momento de que estos reencarnen nuevamente, pero el que se lleva la primicia en esta actividad es Oshala, el es que permite el nacimiento de estas almas en un cuerpo humano y aunque cada de estas esencias energéticas solo reaccionan si poseen un lugar destinado donde llegar y posicionarse, ya que es esta divinidad la que asigna a este nuevo cuerpo el orisha que llevará encima de su cabeza
Nana es conocida como un orisha que actúa con calma, amabilidad, dignidad, amor, paciencia, gentileza y benevolencia, siendo esta la característica de todos sus hijos en el mundo material, ya que es esta divinidad la que carga la balanza entre la vida y la muerte. Esta orisha tiene afinidad con todos los seres humanos y en especial siente un profundo amor con los niños, esta los educa con mucha dulzura y tolerancia, ya que esta tiende a actuar con la indulgencia de los abuelos.
Esta particularidad es enmarcada por mucho respeto entre todos los seres y esta divinidad, como el respeto que hay entre los abuelos y los nietos, siendo siempre los abuelos encargados de guiar, consentir e incluso muchas veces malcriar a los más pequeños, trayéndole a estos niños seguridad y valores a la hora de tomar, además de mentes equilibradas, todos estos atributos impartieron de Nana Buruku, hacia todos sus hijos.
En la cultura yoruba la figura materna es ocupada por Yemayá y Oshun, y Nana Buruku pasó a ser la abuela dentro el grupo familiar de las deidades de esta cultura, quedó como la figura de la mujer más vieja y antigua del mundo, considerada como una abuela dulce y comprensible con los niños, y a su vez como la mujer anciana, dura, obstinada y seca que siempre vive remarcando que es la jefa de la familia considerada como la matriarca.
Nana es la más insigne representante de las madres antiguas, su carácter poderoso y temible, cuando ella danza la tierra se sacude, tiembla y los mares se agitan como si de una tormenta se tratase, esta como vocera de los espíritus, los ritos y los sacrificios que sean hechos para esta diosa comienzan en el agua de río, se dice que a esta diosa se le tiene que regir múltiples ofrendas para que esta siempre se mantenga apaciguada y tranquila, siendo la madre de la tierra y la abuela de los orishas. Esta es considerada como una justiciera, posee un gran sentido del humor. Es incapaz de dejarse llevar por emociones explosivas.