La sangre es el elemento vital;así como apreciamos nuestra vida, apreciamos la sangre, no es raro entonces que, al igual que otros pueblos, los Yoruba la consideran el principio fundamental del sacrificio; cuando se ofrece la sangre de un animal, se está ofrendando de hecho, la vida del humano.
Al sacrificar un animal, la sangre es derramada sobre los símbolos que representan materialmente a la divinidad con el objetivo de que ésta tome la misma y otorgue a los ofrendantes prosperidad y larga vida. Según E.O James «la emanación del fluido vital en realidad ó por sustitución es el acto sagrado mediante el cuál se da la vida para promover y preservar la vida y para establecer de este modo un lazo de unión con el orden sobrenatural».
La sangre tiene diferentes tratamientos según la forma y el por qué del sacrificio. En ocasiones no se vierte directamente sobre la divinidad, sino que se recoge en algún recipiente y se le aplica a los símbolos; en otras puede también ser mezclada con plumas de aves, depositada en un lugar específico para alimentar a determinados espíritus, en un hoyo cavado en la tierra para que la sangre penetre y tapar posteriormente la cavidad, incluso cuando la ofrenda es dedicada a un antepasado se vierte en la tumba ó delante del santuario del mismo y se unta un poco de esta en el dedo gordo del pie derecho, si es un antepasado por parte de padre ó en el dedo gordo del pie izquierdo si es un antepasado por parte de madre.
La sangre también se emplea para purificar ó fortalecer a alguien. Por ejemplo cuando un niño está enfermo existe la práctica de matar un ave y fortar un poco de su sangre en la frente de éste.
Los Ilajes, de la división de Okitipupa en Nigeria, a esto le dicen kikun omó (reconstituir al niño). Esto sugiere que se reconstituye la vida del niño cuando se le da sangre a los espíritus que pueden haber estado atormentándolo. La marca de la sangre significa que la ofrenda se hace en nombre del niño a quien ahora los espíritus tratarán con alguna diferencia.
Además, cuando se hacen ofrendas a las brujas, la sangre de tales víctimas del sacrificio constituye la esencia de lo que se ofrece. Ésta se vierte en un tiesto junto con aceite de palma, la cabeza del animal, las extremidades inferiores, las entrañas y otros materiales del sacrificio prescrito también pueden ir dentro, pero la sangre está considerada como vital por las brujas. La sangre es lo que reciben, fundamentalmente, las deidades y espíritus de las víctimas del sacrificio.
El animal entregado en ofrenda se desangra y muere sustituyendo así, la perspectiva de peligro que ascendía sobre el suplicante.