Mucho se ha dicho sobre la preponderancia de una tendencia religiosa sobre la otra, sin embargo acá aclaramos un poco la situación
Parece mentira, pero esta es una pregunta que hemos visto muchas veces y nos dice muy claramente que las personas ya perciben nuestra religión como una competencia de lucha o por una Copa de Oro. Esto debería ser suficiente para hacernos sentir vergüenza. Hoy en día, parece ser que es imposible entablar la unión de nuestra religión, porque simplemente somos incapaces de trabajar en armonía y tal como se nos trató de enseñar que lo hiciéramos. Aún cuando no es de Ifá, Don Benito Juárez, héroe de nuestro hermano país México, dijo: El derecho al respeto ajeno, es la paz. Los intereses, económicos, las ansias de poder, los caprichos, los complejos de superioridad (e inferioridad) y toda una gama de bajas pasiones humanas, parecen ser mejor que la unidad y el respeto a nuestros legados.
Los Olorishas se quejan de la falta de humildad de los Babalawos, los Babalawos se quejan del poco conocimiento que tienen los Olorishas, los Olorishas a su vez se quejan de usurpación de funciones y como los Babalawos se atribuyen cosas que no les competen y como los Babalawos se quejan de esto mismo, por parte de Olorishas. Vamos a tratar de ir despacio en esto, ya que muchas de estas peleas y guerras surgen de la confusión en las funciones de cada sacerdote en su respectivo campo. Creemos que en este sentido debemos aclarar los puntos y que es lo que hace y que deja de hacer cada cual. Antiguamente, hasta para hacer ciertos Echu, era menester hacerlos en conjunto Olorisha/Babalawo, pero el Cisma, lejos de hacerse más pequeño, parece crecer a pasos agigantados. Peor aun, la gran mayoría de las veces crecen por opiniones de Improvisados de ambos bandos, que están más interesados en su economía y no por gente seria que realmente ama su religión.
Para que no se diga que en esto se está metiendo el pie, veamos un documento que data de 1955 y se trata del Libro Manual de Orihate, escrito por Don Nicolás Valentín Angarica, un OLORISHA, el cual no es tan solo un libro religioso, sino que nos sirve como la fuente histórica más cercana que tenemos a Obadimeyi y a Latuán, dos grandes Olorishas cubanos. En la página 39, dice lo siguiente:
“De estos tres Elegguás, Añagüí, es la madre de todos los Elegguás. El Iworo tiene necesidad de los servicios del Babalawo para fabricar un Elegguá, así como el Babalawo necesita el concurso del Iworo para el complemento de dicha fabricación, porque Añaguí lleva 101 Diloggún y estos Dilogunes tiene que lavarlos un Iworo antes del Babalawo colocarlos dentro del Addé o Icoco y esta operación de lavatorio no puede realizarla el Babalawo”.
Como se puede observar, estamos supuestos a trabajar en conjunto y esto es una muestra por sí misma, que jamás alguien que se considere religioso, puede decir que un sacerdocio es mejor o peor que otro, porque ambos necesitan uno del otro. Esto es como decir que Oggún es más importante que Ochosi, cuando todos sabemos que los dos tienen una gran importancia y que ellos decidieron trabajar en unión. Aprendamos de este ejemplo, tal como nos lo enseñan estos dos Orishas. Claro que Don Nicolás también tenía una agenda personal al momento de escribir este Manual, pero no por ello debe descartarse el valor histórico del libro y el conocimiento de este virtuoso de la Ocha.
Estas guerras sin sentido, lo que provocan realmente, es tan solo la proliferación de personas inescrupulosas que para lo único que viven es para el invento y la estafa y llegan a inventar tantas cosas sin sentido, que podemos ver que luego, por desconocimiento y por fe ciega en la persona que se las enseñó, se las hacen a otros dando como resultado una gran cadena de proliferación de basuras. Si contra algo debemos pelear todos los religiosos, es precisamente contra estos disociadores, inescrupulosos y delincuentes, que para lo único que sirven es para dañar cada día más nuestra religión.
Ahora pongamos unas cuantas cosas en claro. El Olorisha es consagrado en su Orisha tutelar. Orisha tiene seguidores y dentro de su campo un Olorisha puede llegar a ser un gran maestro o simplemente puede ser, toda la vida, un seguidor más. Ifá por su parte, es un sacerdocio selectivo que en la actualidad muchos entran como se entra en Orisha, para ser adorador nada más. Sin embargo, Ifá es un sacerdocio que obliga a estudiar, salvo en algunos Odu que piden que la persona sea consagrada, aun cuando no lo practique. Esto explica el porque muchos Olorishas, aun cuando se consagran, no tienen una obligación de estudiar sobre la religión y esto no puede ser criticado por nadie, pues realmente el campo de Orisha es compuesto de sus seguidores y pueden existir consagrados que estudien (como los hay), pero no es una obligación como debería ser en Ifá.
Esto hace que en muchos casos, algunos Babalawos sientan que el Olorisha es una persona sin estudios ni preparación religiosa, pero esto no es así. Dentro del campo de Orisha, hay muchísimos Olorishas bien entrenados y a los que se les puede llamar sabios dentro de su campo, pero desgraciadamente, quienes estudian son principalmente aquellos que se preparan para Obateros y son muy pocos los que se preparan bien, cuando no es para llegar a convertirse en Obatero (Ori Ate) ¿Por qué? Por lo que estamos explicando: En la Ocha, no es obligatorio el estudio, uno se consagra en Orisha para cumplir con su ángel de la guarda y seguir sus consejos. Esto es diferente a lo que es la consagración en Ifá.
Ahora ¿Quién es mejor? ¿El Olorisha o el Babalawo? Las preguntas reales serían: ¿Cuál Olorisha? ¿Cuál Babalawo? Nadie por su consagración es mejor. Una persona llega a ser bueno, por sus conocimientos, no por su consagración y tampoco se trata de una competencia por la medalla de oro o por un trofeo. Un Olorisha es mejor en lo suyo que un Babalawo, un Babalawo es mejor en lo suyo que un Olorisha, cada quien es bueno en lo suyo, si está preparado para ello. Si no está preparado, ninguno de los dos es bueno en nada, porque nada hace bueno a un consagrado, si no estudia profundamente.
Es una falta muy grande de un Babalawo minimizar el trabajo de un Olorisha. Ningún Babalawo, por muy sabio que sea, debe usurpar el trabajo de los Olorishas, cada quien a lo suyo. Es una falta muy grande, el minimizar el trabajo de un Babalawo. Si bien es cierto que la gran mayoría de los Babalawos pertenecientes a la Tradición Afrocubana han pasado por Ocha y que al menos deben conocer los pasos de la ceremonia, eso no significa que puede hacerle Ocha a una persona.
En nuestra vertiente, el Babalawo al pasar a Ifá, deja el sacerdocio de Ocha para los Olorishas, o sea, que él no puede realizar ninguna consagración de Ocha. Lo primero que debe existir es el respeto al sacerdocio de cada quien, respetando lo que es de los Olorishas y los Olorishas respetando lo que es de Ifá, pero además, aun cuando alguien pueda hacer algo, lo primero que debe tener para poder hacerlo, es CONOCIMIENTO. El derecho a hacer algo, no le da a nadie el poder para hacerlo y menos si no tiene ni idea de como se hace.
Es muy triste ver como personas que nos hacemos llamar religiosos, peleamos como perros por un hueso, cuando todos tenemos un lugar. Nadie debe minimizar a nadie, es como que un arquitecto le diga que un médico es menor que él. Un médico es menor que el arquitecto en su campo, pero en el campo del médico, el médico es mayor. Si alguien busca casa, necesitara quizá del arquitecto o de sus obras, pero si necesita salud, si necesita ayuda médica, tendrá que asistir con un doctor, porque el arquitecto no puede quitarle ninguna enfermedad. Cada quien tiene su propia corona, cada quien es rey en su tierra. La lucha no debe ser entre religiosos. Todo ese tiempo que se pierde en peleas y disputas, bien podríamos emplearlo en ganar la lucha contra la ignorancia que muchas veces es nuestro principal enemigo y lo que da un terreno fértil a la mala praxis y la estafa.
No es el Babalawo o el Olorisha el enemigo a vencer. Es la poca preparación que se suele tener en uno y en otro lado. Si un Olorisha no aprende nada, quizá es justificable, pero no puede entrar en disputas de quien es mejor, porque al menos él, está igual que aquel niño que va en su andadera por no saber caminar aun, solo que el niño en la vida y el Olorisha en la religión. Si un Babalawo no aprende Ifá o aprende mal o no aprende algo básico y cree que es mayor a los Olorishas, puede ser que sea mayor a los Olorishas que no estudian, pero no será mayor a los Olorishas que si estudian. Si un Babalawo no estudia y un Olorisha tampoco estudia, pueden vivir orgullosos de sus consagraciones, pero realmente, los dos están porfiando por el gusto ¿Quién es mejor? Ninguno ¿Quién es peor? Los dos ¿Quién es culpable de no ser nadie en la Ocha o en Ifá respectivamente? Ellos mismos, nadie más.
La Ocha, el Palo, el Tradicionalismo Nigeriano, el Ifá Afrocubano, el espiritismo, todo, absolutamente todo, tiene su valor y todo tiene su valor en su propio campo, no es mancillando otras corrientes o vertientes como realzaremos nuestro sacerdocio, el sacerdocio se realza con los sacrificios personales y no denigrando una tradición y otra por los defectos ajenos.
Algo que debe quedar claro, es que las limitantes de leer el Diloggun hasta el Doce, no fue una norma que establecieran los Babalawos de la Isla. Esto es falso y no es que se quiera limitar o demeritar el trabajo del los Iworo. Esa fue la tradición aceptada para un Iworo, aunque entendemos que sí hay lugares donde se lee el 16 y que en tradición Afrocubana de la Rama Ocha/Ifá, solo es el Ori Ate consagrado como tal, el que puede leerlo, para los efectos de ceremonias de Ocha. Al ver el Trece, es deber del Olorisha, enviar al consultado a un Babalawo, sin que esto vaya en detrimento de que tenga que darle una charla sobre Metanlá al consultado. Esto lo podemos ver nuevamente en el Manual del Ori Ate, de Nicolás Valentín Angarica, en su página 55, quien era OLORISHA y no Babalawo:
“Decía antes en este mismo escrito, que los Bellis llevan tres tinajas, porque una de ella hace de Ideu y cada caracol que llevan, es uno de los Oddun de Ocana a Eyilá, que es hasta donde relativamente el Iworo está capacitado para leer un registro o Itá”.
Como se puede observar, esto echa por tierra totalmente el mito que los Babalawos impusieron la lectura del Diloggun hasta el doce. Fueron nuestras tradiciones heredadas. Esto podemos asegurarlo basándonos en el hecho que Don Nicolás, fue uno de los discípulos entrenados por Obadimeyi y que este a su vez aprendió de Latuán y estamos presentando esta evidencia HISTÓRICA y no a capricho. De hecho, en la página 77 del mismo libro, Don Nicolás ratifica lo dicho:
“(De Ocana a Ellilá)… Estos son los 12 Oddu que más predominan en nuestra existencia; de Eyilá para arriba, es duplicando nuestra carga en el mundo, por lo que ya es necesario el Babalawo para COMPATIR responsabilidad con esa cabeza, sea cual fuera”.
Claro que esto aplica a la rama de Ocha/Ifá, que se desprendió de nuestras Madres Doña Timotea Albear Ajayí Lewú mejor conocida como Latuán y Doña Rosalía Abreu Efunshé Warikondó, o de Doña Monserrate González (Oba Tero) y tantas otras ramas y no es lo que necesariamente aplica a las otras ramas minoritarias que existen en Cuba y a las cuales se debe respetar sus propias tradiciones y costumbres, sin tener que descalificarlas como inventos o herejes. Aun cuando trataba de dar un golpe estratégico a los Babalawos dando poderes plenipotenciarios al Ori Ate y sacando al Babalawo de sus funciones en el Cuarto de Santo, lo más importante que vemos en el mensaje de Don Nicolás, es que la vida de un religioso es una responsabilidad compartida por el Padrino o Madrina Olorisha y el Babalawo. Por consiguiente, NADIE es mejor o peor, porque cada cual debe atender sus respectivas responsabilidades (Oggunda Masa).
Lo que si no se debe respetar, es a aquel Olorisha que por mera rebeldía y por su soberbia o por la razón que sea, quiera entrar en el terreno de lo creativo y leer el Diloggun hasta el 16, perteneciendo a la rama de Ocha/Ifá de la Habana y peor aún, interpretarlo basado en el Corpus de Ifá, lo cual deja al descubierto el total desconocimiento de estos señores, al pretender interpretar el Oráculo del Diloggun, utilizando un Corpus de Ifá, a sabiendas que NO SON lo mismo. En el Diloggun, las letras se leen de forma individual y no en conjunto como se hace por Ifá, pero de esto, hablaremos en su capítulo correspondiente.
Más adelante veremos que es lo que corresponde a cada uno, ya que los puntos más neurálgicos parecen estar en las funciones de cada cual en un Ugbodu Ocha o por lo menos, es lo que percibimos. Hasta donde se nos enseñó, todo lo que sea atributo de una consagración de Orisha, es menester del Padrino o Madrina de Ocha irlo a recoger. Hoy ciertos Babalawos, quieren escribir hasta tratados de cómo ir a recoger piedras para las consagraciones de Ocha. No se debe permitir semejante USURPACIÓN.
Hoy en día también vemos sorprendidos, como hasta los Otá (Piedras) de Ocha, las quieren COMPRAR en Esotéricas o Botánicas, como si levantar Otases de Ocha, no llevara ceremonias también. Esto es el colmo de la pereza y la desidia. De esta misma forma, lo que se vaya a hacer por Ifá, es menester del Babalawo ir a recogerlo con su ahijado. El solo hecho de levantar una piedra para confeccionar un Echu, lleva su ceremonia y muchas veces vemos más sorprendidos aún, que esto hoy en día no se hace.
© 2012- Capitulo del libro:Comprendiendo Nuestras Tradiciones. Autores: Oluwos: Leonel Gamez Osheniwo y Aguila de Ifá. Lo puedes descargar a continuación: