La Sexualidad en nuestra regla de Osha – Ifá

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La Sexualidad en nuestra regla de Osha – Ifá

En la Santería la procedencia étnica, el género, la orientación sexual no son impedimento para que se acepte a una persona

Osha-Ifá, como una institución religiosa de tipo tradicional, siempre ha sido muy ortodoxa en relación a la actitud y condición del ser humano, sólo ponderando las virtudes de quien se acerca y no discrimina por aquellas características o peculiaridades que distingan a un individuo o grupo de individuos afines. En la Santería, como también se conoce Osha-Ifá, la procedencia étnica, el género, la orientación sexual, la pertenencia a alguna otra religión o el estatus económico, social, político o militar no son impedimento para que se acepte a una persona en determinadas consagraciones e iniciación. Es decir, puede ser iniciado en Osha-Ifá cualquier persona que lo necesite y esté dispuesto a cumplir con su Itá, con las reglas y los códigos de Osha e Ifá para iniciados.

De este modo, existen creyentes y seguidores de las más disímiles tendencias humanas en un extraordinario nivel de coexistencia como no lo tiene casi ninguna otra religión y esto es debido a que nuestro padre espiritual y creador del género humano, Obatalá, nos toma a todos tal cual somos como sus hijos por ser su obra y nos ayuda a enmendar aquellas aristas que puedan hacernos daño o que puedan hacer daño a otros. Ni Olodumare, creador de la vida y la existencia, ni Obatalá nos dividen por nuestro propio ser. Ellos nos juzgan por nuestra actitud ante la vida, por el cumplimiento de nuestro Itá, por nuestra observancia de las Reglas de Osha-Ifá para Santeros, el Código Ético de Los Odun de Ifá  y particularmente el Código de Iká Fun, y por nuestro respeto general a los mayores, a las costumbres, a las tradiciones y a los valores de nuestra cultura ancestral.

La sexualidad humana es tomada en cuenta sólo si la actitud sexual compromete la dignidad de los sacerdotes con los consagrados e iniciados y en el contexto de la comunidad. Por ejemplo, el adulterio es altamente discriminado, pues es una muestra evidente de infidelidad y la fidelidad en Osha-Ifá es un principio básico.

Es una cuestión muy grave si un sacerdote tiene relaciones sexuales con un ahijado o una ahijada, pues ante nuestros Oshas y Orishas los ahijados y ahijadas son los hijos espirituales del padrino o la madrina y tal actitud sería incesto.  Asimismo, es una falta si dos ahijados de un mismo padrino o madrina tienen relaciones sexuales. Esto es así porque son hermanos de religión con un mismo padre o madre espiritual (padrino o madrina). Sin embargo es tolerada en el caso de personas que antes de iniciarse ya tenían relaciones de pareja, aunque los cierto es que dos personas que tengan relaciones amorosas no deben ser ahijados de un mismo padrino.

En el caso de los iniciados en Ifá, es decir, los Babalawos y Olúos, la expresión de la sexualidad tiene que ser obligatoriamente heterosexual y está limitada a ciertos modos y costumbres en su manifestación. Por ejemplo, en las relaciones sexuales con las mujeres no se debe practicar el cunnilingus. En algunos odun de Ifá un Babalawo u Olúo no debe permitir a su pareja sexual la felación, ni tampoco ejercer la práctica del sexo anal. Es denigrante para un sacerdote la promiscuidad sexual .
La homosexualidad está restringida para los Babalawos y Olúos quienes no pueden ser homosexuales ni bisexuales.

Por otra parte, las relaciones ceremoniales rituales y religiosas con las personas no heterosexuales, no están restringidas a menos que por su odun de Ifá en particular tenga algún requerimiento en este sentido, cosa que no es común.

Sin embargo, ha de tenerse en cuenta que en una ocasión de vida o muerte, es un homosexual quien salva a Orunmila de la pérdida y la desgracia. Por eso a veces en la casa de un Babalawo hay uno o más homosexuales ahijados de Mano de Orula, de “Guerreros”, y otras deidades, sin que ello implique ninguna situación contradictoria para el sacerdote.

En Osha, al igual que en Ifá, están rigurosamente prohibidas las relaciones sexuales entre padrinos-madrinas con ahijados-ahijadas. También están prohibidas las relaciones sexuales en el contexto de ceremonias y ritos. Y en el diálogo o en las intercomunicaciones con los individuos que abordan temas religiosos o asuntos relativos a Itá. Es abusivo, de mal gusto e irresponsable imponer una óptica que refleje la preferencia sexual de quien conduce el tema o que induzca al consultado o aprendiz a adoptar una posición compromisoria que esté lejos de su dignidad y preferencia sexual. La promiscuidad sexual y los actos sexuales en colectivo también constituyen un tabú o prohibición y es denigrante para un sacerdote de Osha.

En el caso de los iniciados en Osha, sean éstos Babaloshas, Iyaloshas o Iworos o como generalmente se les conoce: Santeros, la expresión de la sexualidad no tiene que ser obligatoriamente heterosexual. Son aceptadas las personas iniciadas que practican sexo con individuos de su mismo género y las formas y costumbres de práctica sexual no están limitadas.

No existe discriminación por la orientación sexual de cada individuo. El individuo se prestigia así mismo por su control y manejo de su orientación sexual. Y si existiera el acto de discriminación, tiene un perfil netamente personalizado, sin que constituya una regla o norma de Osha-Ifá.

Una de las cuestiones más vergonzosas es cuando un joven de cualquier sexo es obligado a tener relaciones sexuales (heterosexuales o no) a las que tal vez hubiese llegado por amor. Sin embargo, son arrastrados por la codicia sexual de iniciados pervertidos e inescrupulosos que usan la religión para sus propósitos carnales y aprovechan la inocencia e ingenuidad de esa joven persona para someterla a actos sexuales que matan su virginidad psíquica y física. Esto también sucede con personas adultas.

En el caso particular de la práctica sexual donde intervienen individuos del mismo sexo, esto no es de mayor relevancia si no ocurre ninguna de las circunstancias que se describen anteriormente y si no hay hostigamiento, engaño y violencia.

Osha-Ifá acepta a todas las personas y trata de ayudarlas a tener una vida sana y espiritualmente elevada siguiendo su Itá. Esta religión está diseñada para el mejoramiento humano en todas sus posibilidades si cumple con las Reglas de Osha-Ifá para Santeros, el Código Ético de Los Odun de Ifá y particularmente el Código de Iká Fun.

Sin lugar a dudas, se impone que cada quien sea respetuoso en la expresión de su sexualidad para no enajenar el derecho de otros. Es importante no imponer a los demás lo que no está en su naturaleza. El respeto a sí mismo y a los semejantes dignifica la actitud humana y nos permite percibir la vida desde la óptica del que está frente a nosotros. Ello nos hace mejores.

Ashe, bendiciones y Poder de Poder hacer!!!

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