Su culto proviene de territorio Yewe, este alcanzó su pico en el siglo XIX, pero se fue perdiendo debido a los pocos que poseen sus secretos
Oshumare es el Orisha de la serpiente y el arco iris, representa la unión entre el cielo y la tierra, el equilibrio entre los Orishas y los hombres. Es andrógino y representa el movimiento, la permanencia y la riqueza. Es ayudante de Shango y corona de Yemayá. Hijo de Naná Burukú, hermano de Irokó y de Babaluayé. Su culto proviene de territorio Yewe, este alcanzó su pico en el siglo XIX, pero se fue perdiendo debido a los pocos que poseen sus secretos. Se dice que ayudó a curar la ceguera de Olodumare, cuando este le ofreció residir en el Orún. Sus colores tienen relación con los de Oyá y se le adora a través de Yemayá. También su culto lo tienen los Babalawós. Sus Elekes se confeccionan con 7 cuentas transparentes intercaladas con 11 amarillas y 11 doradas.
Oshumare es ayudante de Shangó, y se encarga de devolver a las nubes toda el agua que éste envía a la Tierra por medio de la lluvia. Simboliza la evaporación del agua. Sin duda un ciclo fundamental ya que así se sostiene la vida en la Tierra pues sin la lluvia y su posterior retorno a las nubes la vida desaparecería.
Es representado por una serpiente, denominada Ere por los yorubas.
Esta serpiente es el símbolo de la continuidad y permanencia al aparecer mordiéndose la cola. Es este aspecto lo que consigue que la Tierra no se destruya o se aniquile. Si Oshumare se debilitara significaría el fin del mundo.
Características de los hijos de Oshumare:
Son típicamente ambiciosos y desean por cualquier medio ser ricos. Son pacientes y perseverantes, raramente son francos y carecen de generosidad. El éxito suele hacerlos arrogantes y vulgares.