Sin duda que Babalú Ayé es uno de las deidades del Panteón Yorubá con más devotos en Cuba
Su nombre es de origen Lucumí, también se conoce como Agróniga.
Él es conocido como el padre de la enfermedad.
Es debido a él que el mundo está lleno de enfermedades, pero él mismo es el único que puede cambiar ese camino.
Se le ve como un anciano inválido que padece un mal deformante, con sus piernas retorcidas y su espinazo encorvado.
Es dueño de epidemias tales como la viruela, la lepra, las enfermedades venéreas y las afecciones de la piel.
Babalú Ayé es un título que significa «padre del mundo» que se le daba a Chopono o Chakpata, el terrible Orisha de la viruela, cuyo nombre no podía pronunciarse.
En la provincia cubana de Matanzas, una de las de más fuerte tradición folclórica en la isla, los herederos de Arará, le tocan a Babalú Ayé el tambor Asojín. Se recibe directamente por los descendientes de Arará.
A este Santo le gusta trabajar con muertos. Su color es el morado obispo y su día es el viernes, aunque para otros es el miércoles. Su número es el 17.
Uno de los atributos por el que mayormente se le identifica en Cuba es por el vestuario hecho a base de tela de sacos. Siempre se le ve acompañado por perros y haciéndose valer de muletas. Es por eso que muchos de sus devotos son dados a cuidar de estos animales.
A él lo acompaña Iku, el espíritu de la muerte. Por esto a través de la enfermedad ocurren muchas muertes.