Luego, después de haber pasado mi iyaworaje, surgió otra interrogante: ¿cómo debía actuar en el momento en que me tocara recibir una persona y me dijera que deseaba que yo fuese su padrino?

Hoy, quiero compartir con ustedes lo que según mi experiencia y los santeros de la guardia vieja me han aconsejado sobre este tema de lo que es el deber ser de éstas interrogantes… Dedicado a iyalochas, babalochas, aleyos y público en general.

Esta relación de padrino-ahijado, ahijado-padrino, debe comenzar con un lazo de amistad, donde reine la lealtad, sinceridad, humildad (la que se practica, de éste tema hablaremos en otro escrito) y sobre todo confianza.

Una vez que estemos seguro de a quien le vamos a poner nuestra lerí (cabeza) en sus manos, debemos conversar con la persona, éste a su vez, debe informarte que debes de llevar a su oricha tutelar o alagbatori: un plato blanco, 2 cocos marrones, 2 velas y el derecho del padrino para coronarte santo. Una vez presentado lo antes mencionado, la iyalocha o babalocha, deberá buscar un juegos de vista para lanzarle obbi (dar coco) a su ángel de la guarda. Para esto (lógicamente), empieza a expresar la moyugba al frente de sus orichas, mientras ésto ocurre, el interesad@, estará arrodillado al frente de los santos. Culminada la moyugba, debe formular en voz alta la siguiente pregunta: (dirigiéndose a su ángel de la guarda) por ejemplo, baba mi Shangó (en caso de que el iworo es hij@ de Alafi), ¿usted ve que es de iré (bienestar) para mí (dice su nombre católico y de santo) y para su omoddé que está al pie suyo (dice el nombre de pila de la persona y su oddun de mano de Orula) que yo le asiente su oricha alabagtori? si dice que sí, se le pide al futuro ahijado que se lance como lo hacen los hijos de su ángel de la guarda que se va a coronar.

Una vez hecho esto; se procede a preguntarle al ángel de la guarda del padrino o madrina, sí la persona que se piensa escoger como oyugbona es la correcta para la coronación de ese aleyo. Para esto, debemos interrogar nuevamente al oricha formulándole la siguiente pregunta: baba mi Shangó, ¿usted ve que es de iré (bienestar) para mí (dice su nombre católico y de santo) y para su omoddé que está al pie suyo (dice el nombre de pila de la persona y su oddun de mano de Orula) que (nombre católico y de santo) sea la oyugbona? Si dice que sí, se le informa al futuro iyawó que debe presentarle al oricha alagbatori de la oyugbona: un plato blanco, 2 cocos marrones, 2 velas y el derecho para que sea su segundo padrino o madrina de santo.

Posterior a éste paso, se coordina el momento en que asistirá a la casa de la oyugbona, el interesado y el padrino o madrina del mismo. Se cumple el mismo procedimiento realizado con el padrino o madrina y se le pregunta al oricha alagbatori de la oyugbona: por ejemplo baba mi Obbatalá (en caso de que el iworo es hij@ de baba), usted ve que es de iré (bienestar) para mí (dice su nombre católico y de santo), para su omoddé que está al pie suyo (dice el nombre de pila de la persona, su oddun de mano de Orula) que yo sea la oyugbona de su oricha alabagtori que será coronado por (dice su nombre católico y de santo)? Si dice que sí, se le pide al futuro ahijado que se lance como lo hacen los hijos de su ángel de la guarda que se va a coronar.

En aquellos casos de que el oricha diga que no, sea con el padrino o la oyugbona, lo más recomendable y mejor para todos es buscar otra persona, ya que el santo está informando que en un futuro no muy lejano, va a existir una diferencia personal o religiosa entre éstas ellas que provocará una ruptura y posterior separación de la casa religiosa.

Sí ponemos en practica éstas recomendaciones, evitaremos la proliferación de iyawós huérfanos y las fracturas de las distintas casas religiosas…

Manuel León.
Obbá Alá Ekun.
¡Onareo!