Tanto en la vida personal como la religiosa, me ha tocado vivir experiencias desagradables con ciudadan@s que le he ofrecido mi amistad, afecto y se han esfumado de mi vida una vez que consiguen lo que buscaban… razones…aún las ignoro (me gustaría que cualquiera de lo que se haya ido, tenga la valentía de decir, que le hizo tomar esa acción, estoy dispuesto a escuchar, y estoy perfectamente claro que como ser humano, tengo mis defectos, que puedo ir mejorando, creciendo siempre y cuando se pueda conversar, ver las cosas de un punto medio).

Tengo algunas posibles hipótesis.
La 1era. Es que nunca fueron amigos conmigo (más yo sí con ellos) y sólo desde un principio tenían un objetivo, conseguir lo que quería para luego irse y ya.

La 2da. Que hay individuos que cuando observan que se está formando una amistad y visualiza que puede tener un beneficio con esa persona, empieza a desacreditar todo lo que le estorba, para luego hacerle creer que la amistad sincera que necesita y merece es la de él (el tercero que viene siendo un traidor). Claro está, que si la persona cae en ese juego, simplemente es un inmaduro que ni siquiera sabe dónde está parado en el espacio y tiempo.

La 3era. Está relacionada con aquellas personas que piensan que a través de la adulación, ellos se convertirán en manejadores de marionetas y por ende, piensan que tú será su títere.

La 4ta. Y no menos frecuente son las personas bipolares. Aquellas que hoy te dicen que es verde, mañana te dicen que es morado y cuando le recuerdas: pero ayer dijiste que era verde! Se molestan contigo porque tú tienes que decir que sí a todos sus caprichos…por favor! Todos tenemos que madurar! Porque si no llegarás a viejo, pero nunca adulto.
Ahora entiendo, porqué en el itá mencionan: entregue Otá, más no corazón…