El Oráculo del Meredilogún, con letras compuestas fue una creación local de la Cuba Colonial
Hermanos, a mi entender el Oráculo del Meredilogún, a la afrocubana, con letras compuestas (dobles son todas, aunque se tiren todas, porque el principio binario está presente en todas las cosas yorubá y los odu son el ejemplo por excelencia: cada uno tiene dos patas) fue una creación local.
Quizás, porque tenían necesidad de profundizar el mensaje, quizás porque querían emular con Ifá, quizás porque esto fuera una tradición particular del egbe de alguno de estos mayores (por ejemplo, Efushé, una de las creadoras del nuevo sistema de consagración, tenía hecho Obatalá, aunque otros aseguran que Oshosi, incluso Yewá… pero bueno, sólo teniendo Obatalá, es creíble que ella pudiera lanzar el caracol dos veces, pues tengo entendido tal cosa sucede con algunos oló’batalá, miembros de Ogboní, los cuales tienen esta potestad, por la misma razón que la tienen los awo de leer los omodu: porque canalizan de un modo u otro a Elá).
Quizás no todos utilizaran la palabra tonti, como menciona el hermano Cuenta_Nganga (aunque yo la oí de boca de una santera común y corriente, sin acceso a Internet y con poca profundidad teológica… es decir, que era de uso común y se dominaba este sistema)
2), las palabra ‘tonti’ es una cosa que aprendi solo 7 o 8 años atras. Ninguno de mis mayores, oraiteses desde Cuba, usaban esa palabra hasta que fue popularizado por Yrminio Valdez (Chiki) y el internet. Pues, no me siento obligado usar esa palabra. Es mas para la generacion nueva Hasta la fecha, no se lo que queire decir, ni su etimología Yoruba.
…pero de que hay fundamento para pensar que los odu se ‘contraponen’ y no son un todo único, como es el caso del omodu (incorrectamente llamado de omoluo en el Ifá afrocubano), lo hay. ¿O si no, por qué los mayores primero hablaban un signo, luego otro y al final, quizás, agregaban alguna cosa particular de la combinación, casi siempre, resultado de su observación práctica? El Manual del Ori(h)até de Nicolás Angarica es así; mi padrino, con 45 años de santo, consulta así… Habla de uno, luego de otro signo.
No pienso que haya sido moda; pienso más en un rescate y leyendo la obra de Yrmino (Omí Dina, si no me equivoco), nos damos cuenta que es un sacerdote con fundamento y con conocimiento suficiente como para ser creíble y no un ‘innovador sin fundamento’. Sé que la santería es campo fértil para modas nocivas… es como la ‘mala hierba’, que prende rápido y con fuerza, dondequiera que la pongan… y mientras más alocada y sin fundamento la teoría ¡mejor! Los religiosos le abren los brazos y empiezan un romance apasionado, hasta que llegue la nueva tendencia o el último grito de las consagraciones (vamos a ver qué nuevos ‘santicos’ nacerán en las próximas horas, pues parece que los procrean como el comején, por miles…)
Me atrevo a decir que he visto referencia a tonti en literatura antigua, de los 40-50, cuando aún quedaba memoria de los africanos por aquí… incluso, en el propio Manual de Angarica (pero bueno, la memoria no me acompaña en esta cuestión, así que me puedo equivocar).
Cuba, en general, quizás por la falta de fundamento teológico de muchos religiosos, es la tierra que niega todo lo que en Brasil y en Nigeria es común y corriente. Si allá Obba es traicionada por Oshún (con todo su lógico y natural fundamento), en Cuba fue Oyá (aún y cuando hay ilé, donde se conoce la primera leyenda); si en Brasil y en Nigeria, los olorisa manipulan el caracol lanzándolo una vez, en Cuba se lanza doble y lejos de pensar que se trata de una INNOVACIÓN, la gente muestra terquedad y asegura que ASÍ FUE y lo otro es un invento (como ya es costumbre en nuestro credo, la HISTORIA se pisotea y lo posterior es más original que lo primigenio). Si en el mundo yoruba y Brasil, Aganjú y Shangó son hermanos gemelos, en Cuba, son padre e hijo (aún y cuando, leemos en Lydia Cabrera, nociones de nuestros mayores afrocubanos en el sentido contrario). Y así por delante, los ejemplos sobran… Y señores, no me vengan con la historia que este fue el lugar donde se conservaron con más celo los secretos seculares… Si dos dicen que no, que uno diga sí… pues no deja con la duda… y que precisamente no favorece al que afirma.
Curiosamente, la historia de Yemayá y Orúnmila, que a continuación se narra, no es de esas:
3) Si miramos bien el pataki como el santero llega usar el caracol, por lo meno, donde Yemaya usa el caracol por la primera vez, veemos exactamento donde ella aprendio. Por ver a su esposo Orunmila adivinar por muchos años. Claro, si aprendio los consejos, los eboses, y los cantos, podemos enteder que tambien tomo el costumbre de usar los nombres de los odu igual a Orula.
Parece ser que entre los egbá, pueblo que reverenciaba de forma activa a Yemayá, existe esta tradición, al punto que babalawos y olorisas, llegaron al consenso que se mantuvo en Cuba como ÚNICA forma posible de leer apenas hasta el odu Ejilá (que significa, Dos grande, así como Metanlá es Tres grande, Merinlá es Cuatro grande y Marunlá es Cinco grande).
De cualquier modo, la cuestión que Orúnmila (o cualquier otro personaje, Eshú, Obatalá) haya entrenado a Yemayá, Oshún o quienquiera que sea en el oráculo de Ifá, no lo hizo con el sentido de emularlo, sino darle una variante simplificada del mismo y no por capricho, sino por la incapacidad de estas deidades de manifestar todo el esplendor de Elá (deidad de la luz, de la pureza, emanación de Olodumare, que se manifiesta por Oduduwa/Orúnmila/Obatalá en el mundo tangible). Los sacerdotes de Ifá son acondicionados para canalizar Elá. Los sacerdotes de otras deidades no.
La mala interpretación del sentido del oráculo, hizo pensar, inocentemente, a los religiosos que lanzándolo dos veces, estarían sacando las dos patas del signo, cuando en realidad el signo, en esencia es doble, por lo explicado con anterior.
Ifá, como bien dice en otro tópico el hermano Raúl Montes de Oca, Oshún Añá, puede manifestarse de distintas formas… el problema es que hay que saber que cada herramienta tiene su principio de funcionamiento; por esta razón, para sacar un odu con obi, basta lanzarlo al suelo y ver la posición en que cae, siguiendo los diagramas de Ifá; en el caso del caracol, se obtiene el odu, por el número de caracoles que cae en la estera. Cayendo 8, cae Ejonilé u Ogbe, que es lo que equivaldría en Ifá a Éjì-Ogbè. Cayendo luego Ofún, NO se forma Ofún-n’ogbe. Apenas se contraponen dos odu, dobles en su naturaleza, equiparados a los meji, porque son las 16 esencias básicas de Ifá que SON MEJI EN SÍ.
4) Los nombres del Odu Ifa, a veces, son naturalmente ya parte del oraculo del caracol. Por ejemplo, El babalawo dice, «Obedi kaka , Obedilele». Una parte del rezo principal de Odi, como lo aprendi es, Odi Achama Aruma Kodima, m’odi kaka, m’odi lele eru ocha. Tambien, Ogbe, aparte de ser un odu, es un caracter en los patakises del Eyi unle, pues, no puede ser incorecto usar el mismo nombre del odu personaficado si ya existe en el oraculo.
Esta situación tiene una explicación simple: aquí hay mimetismo, imitación, asimilación… y no prueba absolutamente nada. La anécdota que el amigo cita más adelante y que comento en breve es prueba de ello: se trató de la voluntad de personas, que por imitar a Ifá, empezaron a endilgarle nombres rituales de los odu, a una combinación de odu, que no es un odu único.
Por cierto, no sé de dónde viene el nombre Unle… pero en ilés santeros tradicionales de La Habana, a ese odu se le llama Eyonle, que es una variación fonética de Ejo n’ilé… es decir “Ocho en casa”. Aquí no hay ‘eji’ (doble) por lugar alguno…
Por todo esto, es un error llamar a Odí (tonti) Ejonilé Edibere, del mismo modo que es un error llamar a Oshé (tonti) Ejonilé (u Ogbe, porque también se usa) Oshé ni l’ogbe, lo mismo vale para Obara’dila, Iroso’umbo (que debería ser Iros’unbo), etc.
5) Los Meyi son naturalmente parte del caracol. Unle, cuando sale dos veces, es Eyiunle (aunque la gente pronuncian Eyeunle). Irosun, cuando sale dos veces, es Eyirosun. Dos caracoles son Eyioko. La palabra meyi en si no es esoterico, si no, una forma de contar en Lukumi, o sea, Yoruba. Si tengo dos Ofun, literalmente, tengo Ofun Meyi. Si tengo dos gorras, tengo fila meyi. Ahora, al decir, «eyirosun meyi» es redundante.
Ya explicaba, que en el nombre de octavo odu del caracol, no había referencia alguna a Eji, apenas una mala fonética que llevó a deformar el nombre Ejó (ocho) ni (son, están) ilé. Incluso, si pensáramos que este ‘unle’, viene de ‘kunle’, respeto, no es que haya doble respeto, sino el Ocho (¿cuántos caracoles son, no son ocho?) que tiene respeto, quizás… Ejioko, significa “Dos campos” y no es que este eji hable de dos signos llamados ‘oko’, porque ni en Ifá, ni en el caracol existe un odu con este nombre. En su sentido místico Ejioko nos habla de nuestras dos ‘labranzas’ (oko) la de la tierra y la del cielo, es decir, que como se afirma de forma reiterada, que todo lo que existe aquí en la Tierra, también existe en el Cielo, incluido nuestro doble espiritual Iponrí.
No es erróneo, sin embargo, pensar que de Okana hasta Meredilogún, se manifestan las 16 esencias dobles de Ifá (los Meji, es decir los Olodu).
Erróneo es decir en Ifá Ejiogbe Meji o Ejiogbe Ofún, por ejemplo, pues aquí SÍ se está siendo redundante.
La palabra Meji, lo único que hace significar es que un odu determinado, tiene duplicada en sus dos patas la misma esencia. Es decir Irosun Meji, lo que significa que ambas patas de este odu tienen la esencia de Irosun. Irosun Obara, claramente indica que como odu DERIVADO, tiene en su pata izquierda esencia de Irosun y en la derecha esencia de Obara, sus dos padres, los cuales ‘copularon’ (interactuaron) gracias a la intervención de Oshé’tura, odu que permite la interacción de las 16 deidades básicas de Ifá.
6) Si miramos el dilogun tradicionalista, veemos que el usar apodos, nombres de odu Ifa, Llaman a odu ‘meji’ y combinaciones es parte de su practica. Eso es desde Africa y no son inventos moderna ni Cubano. Y algunas sacan hasta 3 odunes para el entoyale. La cultura de dilogun es profundo y independiente, pero relacinado a Ifa.
Es evidente que el caracol tradicionalista use los mismos nombres que utiliza Ifá, salvo raras excepciones (como Ejioko, Ofunkanran, etc.), pues se trata de un obvio derivado. Pero ellos jamás le ponen el meji atrás, aún y cuando entienden que se trata de un signo doble. En Cuba la práctica varió la forma de lanzar los caracoles, pero en África se lanza 1) un odu, luego se determina su tendencia (iré o ibí), para ello se lanza de nuevo el caracol; si el odu es mayor, se selecciona la mano que mande (los odu mayores, en África, contrario a Cuba, mandan a pedir la mano derecha y no la izquierda); si cae un odu menor, hay que lanzar de nuevo. Si vuelve a repetirse un odu menor (que son LOS MISMO DE CUBA), se pide la derecha; si cae un odu mayor, se pide la izquierda.
En Cuba, sin embargo, se lanza una vez, luego se vuelve a lanzar, para sacar un odu COMBINADO y luego, se mantiene la forma original… Cuando cae un odu mayor, no se repite el tiro; cuando cae uno menor, sí, con la diferencia, que cada combinación tiene bien definida qué mano solicitar.
Ahora… ¿nadie se ha preguntado por qué se mantuvo así? Si hay necesidad de dos tiros para sacar la letra (porque esto es un omodú como en Ifá), debería seguir así a lo largo de la consulta o el itá. Pero NO. NO lo es. ¿Será porque ellos sabían que lo que era innovación era confrontar dos odu? (aunque en la descripción que da Pierre Verger de un itá de Shangó a la africana, se dice que se lanza doble, sin especificar el sentido). Y que los dos odu se CONFRONTABAN, pero NO FORMABAN UNO NUEVO. Si el caracol trabajara con odu combinado, TODOS deberían ser COMBINADOS y TODOS deberían lanzarse DOS VECES, independientemente de su posición en la consulta.
7) Y para ofrecer una anécdota personal, mi maestro era hijo de un babalawo y se crio en el ambiente de Ifa. Habia mucho respeto para Ifa, pero tambien, los costumbres que aprendio con su papa le quedo por toda la vida, y asi lo aprendi yo. Mi maestro nunca decia «Unle» o «EyiUnle». El solo decia ‘Ogbe’. Y Unle Osa siempre era, «ogbesa yeye matero». Nunca oi ‘Osa Unle’ si no, Osalafobeyo. Lo veo como una forma de rendir tributo en mantener ambos costumbres.
Finalmente, vemos lo que decía más arriba… esta anécdota demuestra, claramente, cómo fue introduciéndose la influencia de Ifá en el caracol. La justificación del respeto a los ancestros es muy selectiva, pues casi siempre la reverencia a unos, excluye e irrespeta a otros. Su papá podría ser todo lo babalawo que quisiera, pero su fundamento era santero, no de Ifá y todos los olorisa que lo precedieron, también merecían que se le respetara la enseñaza que le habían transmitido… a no ser, que él, aprovechándose de estas presuntas letras dobles, empezara a utilizar (indebidamente, incluso desde la perspectiva de los awo, tan exclusivistas con lo suyo) el contenido del oráculo de Ifá para traspolarlo al del caracol. Francamente y no quiero irrespetar a nadie, no veo en eso mérito alguno; al contrario, veo esa tendencia de cruzar fronteras, que no ayuda a la pureza del culto.
En fin, que sigo y mantengo mi opinión… Sé que hoy en día es difícil librarse de esa tendencia… que nadie va a volver a sistema de analizar odu por odu, sin hablar Ifá y no niego, que bastantes veces, es EFECTIVA, pues acierta en los problemas del consultante. Pero no queramos TAPAR EL SOL CON UN DEDO y al menos tengamos la HUMILDAD de reconocer que lo que usamos hoy en día es DERIVADO y NO ORIGINAL.
Salud y Suerte
Oduafunmí