Así que presta mucha atención, porque es quizá el Orisha de más trascendencia, tanto en Ocha como en Ifá. Elegguá es un nombre que fue acuñado en Cuba y hay muchas teorías al respecto, pero en realidad se llama Echu. Hoy en día, muchas veces se le llama Elegguá al que es entregado por Ocha y Echu al que es entregado por Ifá, pero esto tiene su historia.
Para que estés claro, no encontrarás el nombre Elegguá en África. Este nombre es netamente cubano. El nombre, pudo venir de la degeneración de la lengua, que se desprendía de una ceremonia que hace mucho tiempo ya no se hace, por el tema de la era comercial en la que vivimos.
Esta ceremonia era para darle entrada a los guerreros a la casa. Esta se realizaba con algunos materiales y llevando a los guerreros en una canasta, se hacía una pequeña procesión por toda la casa, ejecutando cantos y rezos. Luego se colocaba a los guerreros en la puerta y una vez realizado los sacrificios, parte de la ceremonia terminaba diciendo: “Echu Ilé Wá”, lo que se traduce como “Echu está en nuestra casa”. De esta forma, los neófitos lo fueron llamando Echu Ilé wa, lo que fue degenerando a Echu Elegguá y finalmente, solo Elegguá. Como puedes ver esto es sencillo, el problema es que como ya sabes, nos gusta complicar las cosas.
Es uno de los Orishas que se conocen como los Santos Guerreros (Ajagun). Muchas veces leerás también que Elegguá y Echu son personajes diferentes, donde Elegguá es benefactor porque se encuentra propiciado por los efectos benéficos de Obbatalá o de Orunmila y que cuando es Echu, es nada menos que “El Diablo”. Esto no es más que un absurdo que heredamos del sincretismo y ya te expliqué el asunto del infierno.
El Diablo es un personaje cristiano y al no encontrar a quien echarle la culpa de las cosas malas, el más conveniente fue Echu. En el Libro Gratuito llamado Mitos Urbanos Incluidos en Ifá for Dunkies®, te doy una explicación, más completa de este falso. A Echu en realidad le corresponde vigilar que hagas lo que dice Orunmila o los Orishas, o de lo contario te hará dar muchos tumbos en la vida, hasta que cumplas o termines de complicarte. Esta labor la cumple con toda diligencia y por ello, cuando afecta negativamente a la persona, es que lo quieren llamar “Diablo”. Comprende esto rápidamente: Elegguá es servidor de Olodumare, no tuyo. A nosotros solo nos ayuda o nos hace pagar por nuestra mala cabeza.
Para nosotros los afrocubanos, Echu representa los azahares del destino y es quien juega con los caminos que debemos transitar. Si haces lo aconsejado por Ifá, Echu te ayudará invariablemente en el camino de tu vida; si no lo haces, deberás pagar las consecuencias de TU PROPIO error. En resumen, Echu no te hace daño, al contrario, te obliga a cumplir, lo cual es muy diferente. No le eches la culpa a Echu, de lo que es consecuencia de tu propia irresponsabilidad, como si usarlo de Chivo Expiatorio, te fuera a ayudar en algo. Por eso Ifá nos enseña: Podrás arrepentirte de tus errores, pero deberás afrontar sus consecuencias.
Es por ello que a Echu en tradición afrocubana se le representa como un niño, ya que estos son impredecibles y caprichosos, pero cuando son halagados y consentidos, son tuyos. En otras palabras, Echu representa el equilibrio entre las cosas positivas y negativas y es precisamente Echu el único mensajero autorizado a llevar los sacrificios (Ebbó) al cielo, para que Olodumare los sancione. Si lo halagas, lograrás que el niño te quiera, si no… simplemente te hostigará hasta que finalmente comprendas que debes hacer las cosas. No es un Diablo, es nuestro vigilante y te premiará o hará pagar de acuerdo a tu comportamiento y obediencia. De hecho, Elegguá ganó suficientes méritos ante Olofin, Obbatalá y Orunmila para ser el primero en ser atendido.
Bien, ahora que tenemos clara la verdadera imagen y función de Elegguá/Echu, puedes darte cuenta porque es el primero de los Orishas y porque se considera como nuestra primera protección, ya que es el dueño de los caminos y los abre o cierra según nos comportemos en la vida. Es de los primeros Orishas, que se entregan en la Regla Ocha/Ifá y como ya te dije, es el primero de los guerreros (Ajagun) junto a Oggún, Ochosi y Ozun. Todo lo que bajó del cielo a la tierra, fue acompañado por un Echu y eso incluye desde Orishas hasta nosotros los seres humanos.
En la mayoría de los casos vive detrás de la puerta, para cuidar la Casa (Ilé) de su protegido. En toda ceremonia que se realice, siempre se debe atender primero como Orisha, ya que debes recordar que el primero que se atiende es Eggun. Si algún Orisha va a comer, primero se le hará sacrificio a Elegguá/Echu sin excepción. Este Orisha es entregado tanto por Olorishas como por Babalawos, aunque en Regla de Ocha/Ifá, se recibe primero de manos del Babalawos. Es un Ocha que se puede consagrar y habla por el caracol (Diloggun). Su juego de caracoles es mayor y por ello tiene 21. Más aún, es el intérprete por excelencia del Diloggun y su caracol no tiene necesidad de que se le dé un animal de cuatro patas para que hable, requisito que sí es indispensable para el juego de Diloggun de cualquier otro Orisha. Jugó un papel importante en el desarrollo del oráculo del Coco (Biewegbon o Biagué) también.
Todo en nuestra religión está lleno de simbolismos. Todo está relacionado y por ello, los Orishas no son una excepción. El número esotérico atribuido a Elegguá es el tres, el cual representa la estabilidad, dirección, el sentido de la actividad y su consecución, todo lo cual, representa a Elegguá/Echu. Sus colores más comunes son el rojo y el negro, sin embargo, usa el rojo, el negro y el blanco. Por ello verás que el collar de Santo genérico de Elegguá, es confeccionado con cuentas rojas y negras alternadas. Tal como te dije anteriormente, se le considera un niño y es por ello que siempre lo verás sincretizado con la imagen de uno, que en nuestro caso, son diferentes imágenes de Jesús Niño o por algún Niño Santo. El más común de estos sincretismos es el Niño de Atocha y en otros lugares, El Divino Niño.
Su sopera, la mayoría de las veces, es una freidora de barro, sobre la cual se coloca su atributo. A esta se le pone garabato de guayaba, juguetes en general, papalotes en particular, canicas, trompos, pitos, monedas, etc. Muchos le colocan una maraca (Asheré) adornada y pintada de rojo (Pupúa) y negro (Dun Dun), pero la verdadera maraca (Asheré) de Elegguá es de confección especial y se compone de tres Güiritos, uno se pinta de rojo (Pupúa), otro de negro (Dun Dun) y otro de blanco (Fun Fun) y van engarzados en un palo específico (que por supuesto no te digo) pintado de rojo (Pupúa) y negro (Dun Dun) y su carga es un secreto. No te digo que está mal ponerle una maraca a Elegguá, solo te digo como es la que realmente utiliza.
Es preciso que sepas que los Elegguá pueden ser confeccionados de diferentes formas: Una Piedra (Otá u Okutá) o puede ser de Masa de cemento y con figuras que pueden llegar a ser muy artísticas, pueden ser hechos en caracoles grandes llamados Cobo (Strombus gigas), pueden ser tallados en madera, o inclusive ir dentro de un coco (Obí) seco. Hay muchas variantes. No importa como se confeccionen, siempre llevarán una piedra (Otá u Okutá). En Ocha, Elegguá tiene 21 caminos o Avatares y en Ifá, hay uno o varios por cada signo (Odu), por lo que verás que hay gran diversidad.
Lo que también debes tener claro, es que cuando te entregan un Echu, todos ellos tienen un nombre y el Babalawo y Olorisha que te lo entregue, debe darte ese nombre, ya que es importante que sepas cuáles son sus tabúes, porque si bien es cierto que en forma general se les rinde culto de la misma forma, no siempre pueden comer lo mismo. En algunos casos, lo que es bueno para un Echu, puede ser tabú para otro.
La piedra con que se vaya a confeccionar puede ser de monte (Enigbe), montaña (Oke), río (Odó), mar (Okun), sabana, etc., dependiendo del camino que te toque recibirlo. El padrino Babalawo irá a buscar esta piedra (Otá u Okutá) con el iniciado al lugar donde le corresponda. Para ello, irá con un pollito (Jío Jío), aguardiente de caña (Otí), miel (Oñi), jutía (Ekú) y pescado (Eyá) ahumados, maíz (Agbadó) tostado y buscará la piedra preguntará si corresponde y cuando el oráculo diga que sí, le da una libación de aguardiente (Otí), la jutía (Ekú), y pescado (Eyá) ahumados y el maíz (Agbadó) tostado, le dará el pollito (Jío Jío) y llevará la piedra para la Casa (Ilé). Claro que no te diré todo lo que debemos hacer allí, pero esa es la forma general y más común, aunque hay más “especializadas”.
A Elegguá se le sacrifican chivos (Ounko), Gallos (Akukó), pollos (Osadie), pollitos (Jío Jío), jutías (Ekú), ratones (Ekutele). Como Ofrenda (Adimú) acepta desde rosetas de Maíz (Agbadó u Awadó), pasando por los caramelos, frutas, especialmente la jalea o dulce de guayaba, tamalitos de maíz (Ekó), aguardiente (Otí), café (Omí Dun Dun), tabaco (Ashá), Ñame (Ishu), etc. Sus tabúes (Eewó) son las palomas, (Eyelé) excepto a algunos Elegguá particulares que si las comen, las gallinas (Adié) y las guineas (Etú). La única forma de hacerlo comer estos animales tabúes, es en casos muy excepcionales y es menester de los Babalawos, que deben seguir estrictos procedimientos para ello y los cuales son llamados “Tratados”. De igual forma sucede con el cerdo (Eledé), la tortuga (Ayapa o Ayakua), la Biajaca (un pez), perro (Ayá), Carnero (Agbo), Curiel (Conejillo de Indias o Cobayo) (Elubá), Puerco Espín (Akika), Pato (Kuekueyé o Pepeyé) y Pavo (Tolo Tolo). Te menciono esto, para que no te asustes el día que veas que se le puede estar dando estos animales y pienses que se está haciendo una aberración.
Sus hierbas (Ewé) más comunes son: abre camino, sabe lección, croto, ají chileno, ají guao guao, pata de gallina, curujey, peonía, pica pica, raspa lengua, travesura, zarza blanca, pendejera y piñón botija. Hay otras más, pero muchas veces encontrarás discrepancias en esto, ya que muchas veces estas pueden variar, no tan solo de acuerdo a la rama, sino también a las Casas (Ilé). Debes verificar el listado de tu Casa (Ilé) en estos asuntos. Las que te he mencionado coinciden, en casi todos los estudios que he podido ver.
Los tabúes que los viejos nos enseñaban con este Orisha eran, no silbar en su presencia, no arrodillarse nunca ante él, para saludarlo se hace en cuclillas, nunca se te puede ocurrir frotarlo en aceite de Maíz (Agbadó u Awadó) y si eres mujer, no puedes manipularlo con tu período menstrual.
Se atiende los lunes a primeras horas de la mañana o en el transcurso del día. Le gustan todo tipo de dulces y rosetas de maíz (Agbadó). También debes conseguir manteca de corojo (Epó) y ponérsela todos los lunes. Además a su cazuela le puedes poner juguetes, especialmente trompos, yoyos y cometa (Puedes hacer una cometita pequeña, no le tienes que poner un pandero). De vez en cuando, puedes ponerle centavitos, siempre de tres en tres, pero ojo, jamás le toques su dinerito (Owó), a menos que le vayas a comprar algo (Más caramelitos, etc.). Es importante que la persona sepa cual es el nombre de su Echu y por cual Signo (Odu) de Ifá vino, ya que hay ciertos Echu que requieren tratos especiales. (Ejemplo: Echu no come Palomas (Eyelé), ni gallinas Guineas (Etú), pero hay ciertos Echu que sí las comen. También puede suceder que sea un Echu Femenino, (no leíste mal… hay Echus femeninos), aunque en todos estos años solo he visto unos cuantos. Asumo que los Babalawos de hoy evaden estos tipos de Echu por lo delicados de hacer que son. Su día festivo es el primero de Enero en casi todas las Casas (Ilé) religiosas y en otras es el seis de enero, el Día de Reyes.
Elegguá es el más versátil de todos los Orishas y tiene injerencia sobre todo lo creado en el universo. Esta asombrosa versatilidad de Echu resulta de la tarea que se le ha encomendado. Mientras que la característica de “Caprichoso” que se le atribuye, se basa en el hecho que uno nunca sabe si ha roto una ley o no. Es solo cuando el sufrimiento y los reveses nos golpean, cuando sospechamos que hemos roto una ley o hemos incumplido algo.
Obviamente, esto también te debe decir, que el maestro o padrino de un hijo (Omó) de Elegguá, debe tener una paciencia que raye en la anestesia, para poder llevarlos como es debido, ya que muchas veces les gusta hacer perder la paciencia a las personas, sobre todo cuando fingen demencia o que no han hecho “nada” y ponen una cara que le hace juego.
Tomado del Libro Mitos Urbanos Incluidos en Ifá for Dunkies de Águila de Ifa que puedes descargar a continuación: