Oba Koso es una tragedia histórica que se basa en la supuesta historia de Changó, el tercer Alaafin (rey) de Oyó, que llegó a ser deificado a la categoría del Orisha yoruba del trueno y el relámpago después de su muerte
La historia cuenta que Changó era un rey que se dedicaba a la guerra con las naciones y comunidades vecinas, a causa de su ambición de ampliar su territorio. Su gente estaba sufriendo por la pérdida de sus seres queridos en el campo de batalla y levantaron sus voces en protesta contra las guerras. Pero Changó se negaba a escuchar a los ancianos que fueron delegados por el pueblo de Oyó quienes trataban de persuadirlo de poner fin a las guerras.
Durante estas guerras, dos generales de Changó, eran sobresalientes por sus victorias. Timi y Gbonkaa. En una ocasión estos generales dan cuenta de sus victorias en la guerra a Chango, declarando sus bondades en el campo de batalla. La gente de la ciudad entra intempestivamente al palacio y expresan sus deseos de poner fin a las guerras, pero los generales solo muestran desprecio en lugar de atender las demandas del pueblo.
Changó declara su apoyo a los generales, pero Oyá, su esposa favorita, logra convencerlo de evitar que los generales vuelvan a la guerra. Al hacerlo, Changó reflexiona y se da cuenta de que sus generales ya no son controlables. Oyá a continuación, interviene con una sugerencia, y dice a Changó que envíe a Timi a Ede para que se convierta en el guardián de la frontera de su reino, con la esperanza de que muera a manos de los guerreros Ijesha. Changó así lo hace y envía a Timi a Ede, donde recibe una cálida bienvenida por parte de la gente, quienes impresionados con sus credenciales como un guerrero, deciden hacerlo su rey.
Changó se da cuenta de la instalación de Timi como rey a través de un mensajero que trae las noticias a su palacio y acuerda con la gente Oyó ordenar a Gbonkaa para ir y capturar a Timi en Ede, con la esperanza de que uno matara al otro. Sin embargo, Gbonkaa captura a Timi con vida.
Changó no queda contento con que los dos generales regresaran con vida. Sin embargo, él alaba y elogia a Gbonkaa como un poderoso guerrero y le ordena que vaya a descansar. El pueblo de Oyo; aconseja a Changó que ordene una segunda pelea entre los dos generales en el mercado de Akesan, para que se muestre cómo fue capturado Timi. Changó revela el plan a Gbonkaa , pero Gbonkaa se molesta con la noticia y sale del palacio iracundo, mientras que Timi se regocija, porque se le da otra oportunidad de confrontar a Gbonkaa . Gbonkaa se da cuenta que se trata de una conspiración de Changó y el pueblo Oyó, para destruirlo.
Llega el día del combate en el mercado de Akesan y la gente espera con impaciencia el comienzo de la lucha. El Iwarefa entra para dar luz verde a la pelea en nombre de Changó. Se llama a los generales y les ordena comenzar la lucha. Gbonkaa estaba furioso y en un movimiento inesperado decapita a Timi. Las personas gritan en confusión y agonía mientras son testigos del baño de sangre y Gbonkaa enfrenta Changó de una manera grosera, amenazante y vergonzosa. Acusa a Changó de traición, desafiando su autoridad y poder. Para probar su inmunidad frente a los peligros de incendio, Gbonkaa solicita arrogantemente que sean atados y arrojados vivos en una pira y se retira enojado. En estado de shock y sorpresa, la gente deliberada sobre el desafío de Gbonkaa, preguntándose cuando iría la ira a apoderarse de Changó, mientras preparaban el fuego. Gbonkaa regresa y entra al fuego, pero para sorpresa de todos, vuelve a aparecer ileso y desafía abiertamente a Changó y le da un ultimátum para que salga de la ciudad. Los Ancianos de Oyó intervienen llenos de miedo, instando a Changó a aceptar la situación y salir para Tapa, el lugar de origen de su madre. Gbonkaa regresa y habla con Changó de una manera condescendiente. Changó, incapaz de soportar los insultos y humillaciones, arremete con furia incontrolable y mata a muchos de su pueblo. Gbonkaa logra escapar con algunos otros.
Changó en su camino a la tierra Tapa, expresa a Oyá remordimiento por su acción. Oyá, su única compañera leal en el viaje, alaba a su amado esposo en adoración. Pero cuando ella decide suspender el viaje y regresar a su tierra natal en Ira, Changó, sintiéndose abandonado e incapaz de soportar el dolor de la soledad y la humillación, resuelve ahorcarse en un árbol de Ayan. Oyá trata en vano de detener su suicidio. Según esta historia, es que a Changó se le llamó Oba Koso “El Rey no se ahorcó”.
Esta historia, fue difundida por un Sacerdote cristiano, al ver que no podía contra la popularidad de Changó, la cual le imposibilitaba evangelizar y por tanto, buscó que este fuera despreciado por su acción de suicidarse. De hecho, Johnson, el famoso historiador Yoruba, comenta que la trágica pelea entre los dos generales de guerra, Gbonkaa y Timi, no sucedió durante el reinado del Alaafin Changó, sino que fue mucho después. Es más, esta lucha fue divulgada mucho tiempo después de la muerte de Changó, la cual se cree que fue durante el segundo reinado de Ajaka o durante el reinado de Aganju, el hijo de Ajaka.
Es más, El nombre Oba Koso no significa «El rey no se ahorcó», Oba Koso significa » El Rey de Koso» y a Changó también se le llama Oluoso, es decir el Olu de Koso (Olú es el título del rey en esa región). Este es el verdadero significado de Oba Koso, que se dice que es de donde era originario Changó, tal como lo denota un pasaje del Odu de Ifá Ogunda Meyi:
Bi o ba burin burin, bo o ba de Koso, ilee babaa re nko, bi nwon ba se gbegiri, bi nwon ba roka, Bi nwon ba fun o lorogbo atakuko adie kan nko. Sango ni bi mo ba ti yo tan, Ng o pada silee mi ni
“Y cuando usted ha caminado y caminado y llegue a Koso, donde se encuentra la casa de su padre ¿Si le cocinan sopa de frijoles, si le baten harina de ñame, si le dan kola amargo y un gallo? Changó dijo: Cuando haya comido y me hayan agasajado, seguramente volveré a mi casa”.
Tu amigo de siempre,
Águila de Ifá