Según nuestra tradición afrocubana, Oggán es un avatar de Obbatalá, quien se supone que le cuida las espaldas y vive cerca de su sopera
Oggan forma una trilogía con Ogbón y Ogboni. Lo llaman Leshé y también, Ladekué. Habla muy bajito, es comerciante y come conejo. Representa la envidia, la avaricia y el egoísmo. Se lava con Obbatalá, ya que es su guardián, y vive al pie de él, y se recibe específicamente, cuando se tienen problemas, pues también es la justicia. No habla en estera y además no tiene ituto.
Ogbón y Ogboni, hoy en día casi no se reciben, pues son muy pocos los que realmente mantienen sus cultos. Ogbón es hermano de Ogboni y Oggán. Estos solo se lavan como atributos y cuando se entrega a Oggan, estos se entregan con él. Hay Ramas que los entregan en tinajitas blancas, y otras en soperitas también blancas y tapados con algodón.
Oggan es un camino de Obbatalá de la ciudad de Odduaremú, aunque nuestra tradición indica que es originario de Ibadán. Nace en el Oddún de Ifá Otura Sa. Su Ozaín va en un muñeco de madera específica y que tiene forma de calavera, pero con cuatro ojos y una guadaña en la mano, ya que Obbatalá Oggán esclavizó a la muerte y le quitó su guadaña, la que se le pone dentro de su sopera.
Lleva una sola piedra en forma de pico, una coraza, una flecha y un tin tin, y se tapa con algodón. Sus collares son de cuentas rojas y blancas, intercalando cuentas verdes aunque otros lo hacen de cuentas blancas con 16 corojos o semillas de mamoncillo, aunque sus verdaderas semillas son las llamadas seso vegetal. Se le inmolan los mismos animales que a Obatala, aunque también come gallo blanco, ñame desbaratado, obí, eko picado, rosetas de maíz y 8 huevos o sus multiplos con manteca de cacao y cascarilla.
Sin embargo, es un poco confuso, el origen de este cargo. El problema parte de la palabra Oggan, la cual en América podemos encontrarla en el culto Afrobrasilero. En el candomblé de finales de la década de 1930, el término Oggan era un título masculino aplicado a «protectores del culto, con especial responsabilidad de proporcionar prestigio y dinero para las ceremonias sagradas” (Carneiro 1940, 274).
La traducción se apoya en la observación sociológica contemporánea, donde se refiere a Oggan como hombres mayores que, careciendo de autoridad en un terreiro matriarcal, contribuyeron con el equivalente funcional de los pagos del matrimonio de la novia a cambio de la ciudadanía ritual y el acceso sexual a iniciadas jóvenes. (Landes 1940 Un matriarcado de culto y homosexualidad masculina, Journal of Anormal & Social Psychology 35, 386-97, 391, 1947, 142-55).
Herskovits glosa rápidamente sobre el asunto: “La derivación de la palabra Ogan es claramente Yorùbá-Dahomeyana”. El antiguo reino de Kétu, que ha dado su nombre a la «nación» bahiana, actualmente más numerosa entre los grupos del candomblé, se encuentra en la frontera entre estos dos pueblos africanos. En ambas lenguas, la palabra gã (citada con una tilde), significa «jefe». Más concretamente, encontramos en el Diccionario Oxford Yorùbá la palabra Oga [citado sin diacríticos] como la traducción de «persona distinguida en cualquier esfera, jefe, oficial superior, amo», significados que encajan perfectamente con la aplicación de la palabra en el Candomblé. (1956, 156).
El término Ogá, fue muy escuchado durante la era del comercio de esclavos. Los amos esclavistas tenían lugareños, cuyo trabajo era organizar a los esclavos, y los amos de los esclavos los llamaban ORGANIZADORES. Esto se volvió demasiado difícil para que los yorubas pudieran pronunciarlo, por lo que los llamaron «ORGA», ya que era mucho más fácil de manejar para ellos. Estos «ORGA» eran hombres de autoridad y podían actuar en ausencia de los maestros esclavos. Tal vez por eso dicen «OGA NA MASTER».
Otros estudiosos nos indican que la palabra como tal, es de origen igbo, de donde se toma el culto a Obbatalá. Es la palabra abreviada para Ogaranya/Ogalanya, que significa Hombre rico o Jefe, tal como se puede apreciarse en muchos diccionarios Igbo.
Como podemos ver, la raíz siempre viene a ser la misma. No es extraño entonces, que veamos que Obbatalá Oggán, tiene esta misma función de “Vigilante”, “Protector”, “Custodio” o “Guardián” de alta jerarquía, pero este caso específicamente de Obbatalá, tal como lo sería Oba Kolaba para Changó.
No es raro que Ogbon y Ogboni, acompañen a Oggan, ya que estos son “Sabiduría” y “Ancianidad”, cuando se traduce literalmente. Muchos estudiosos tienen la creencia que esta trilogía, tiene que ver con lo poco que nos llegó de la Sociedad Ogboni y dos en particular. Es por ello que en Cuba, aún hay Orishas a los cuales hay que colocarles los Edanes en honor a Edan, algo equivalente al “Gran Arquitecto” de los Masones. Hay particularmente, dos Sociedades Ogboni, que pueden ser las que se representan en la trilogía Oggan, Ogbon y Ogboni.
La primera de estas sociedades, es la Osugbo Gbede, la cual es propiedad del rey y participan solo los Jefes nombrados por el rey. Claramente podemos ver entonces, porque pertenece a Obbatalá, ya que es considerado un rey. La otra, es la Iwule Ogboni y que tiene que ver con los cuatro ancianos mayores, la cual inicialmente era el consejo de ancianos de una población y que de hecho se les conocía como los “Hacedores de Reyes”, ya que eran quienes podían escoger al sucesor o deponer a aquel que no estaba haciendo las cosas correctamente.
No es difícil ver que esto se ajusta a la propia iconografía de Oggan: “Representa la envidia, la avaricia y el egoísmo (característico de las cortes reales). Se recibe específicamente, cuando se tienen problemas, pues también es la justicia” (lo que vemos que representaban en las cortes reales”. Lo cierto es, que la trilogía Oggan (El Jefe de la Guardia), Ogbon (El Sabio) y Ogboni (El Consejo de Ancianos), claramente nos muestra que se trata de los custodios del rey o algo así como la guardia y consejo que acompaña al mismo y por asociación, es que podemos ver que acompañan a Obbatalá u Oduduwa, los dos disputados reyes yoruba.
No es difícil entonces, ver que para la conservación de algunas tradiciones de las tierras africanas, nuestros viejos pudieron hacerlas atributos específicos de una deidad específica, para poder conservarlas en el recuerdo y es precisamente por ellos, que en el caso de esta trilogía, son solo atributos que acompañan a los hijos de Obbatalá y Oduduwa, pero no tienen caminos y no son considerados como Orishas per se. Simplemente es la conservación deificada, de un CONCEPTO y por lo tanto vemos que JAMÁS, deben ser asignados como caminos de un Orisha, para NADIE, son solo atributos que acompañan al Orisha como un concepto.
Tu amigo de siempre,
Águila de Ifá