Uno de los efectos más notables de esta era digital es lo global de la comunicación y con ello han llegado desde África nuevas tendencias hasta nuestro continente Americano, pero ¿cuales son las verdaderas repercusiones y consideraciones de esta realidad?

Recientemente en una de mis publicaciones titulada «Santería para Novatos: 50 preguntas básicas para entender la Regla de Osha» uno de mis lectores me acotaba con mucha fuerza que no era Santería, que él era Yoruba y que no estaba de acuerdo con que se deformara el nombre de la religión.

Ante la vehemencia con la que el hombre defendía sus conceptos, me tome la molestia de indagar con respecto al personaje, porque era posible que se tratara de una persona con los recursos económicos para consagrarse en Nigeria y por ello le ofendía el termino «Santería».

Después de algunos minutos en las redes sociales del individuo en cuestión, resulta que tiene 3 años de santo y se coronó en una casa de santo del 23 de Enero en Caracas, sus padrinos, quienes publico hace mas de un año cuando celebro su segundo cumpleaños de santo, son mas criollos que la arepa. Por lo tanto este señor que hoy denigra de la palabra «Santería» nació de unas soperas consagradas por la Osha Cubana, sus padrinos también nacieron por la Osha Cubana y así sucesivamente hasta llegar (seguramente) a alguna de las principales ramas de la Santería Cubana.

Dicho esto y aclarado el origen del supuesto «YORUBA«, nace la siguiente reflexión: ¿Como pueden faltarle el respeto al legado que nos dejaron nuestros ancestros cubanos que arriesgaron su vida por mantener viva la religión?

Para los que no lo sepan, en la Cuba colonial, los negros que no se convertían al catolicismo eran brutalmente castigados e incluso asesinados a manos de los hacendados españoles y ante tal realidad, los YORUBAS (que estos si eran Yorubas de verdad, no como el fulano en cuestión), se reunieron en cabildos y nació la sincretización con los SANTOS católicos.

Y así pasaron varios años los negros de nación adorando secretamente los Orishas quienes estaban ocultos dentro de las figuras de yeso de la iglesia católica. Solo después que dejaron de ser esclavos y pudieron sacar a la luz su verdadera religión es que fue posible comenzar a conocer realmente de que se trataba la Osha.

Si tomamos todo esto en cuenta, la SANTERIA (si lo vemos como el uso de los santos católicos) es lo que permitió que nuestra amada religión no se extinguiera a manos del bestial trato esclavista de los españoles. Por lo tanto se le debe respeto a este término y todos los consagrados por la Regla de Osha Cubana, deben ser humildes de corazón y llamarse Santeros con orgullo, porque nos toca ser defensores del legado de nuestros mayores y el sacrificio que hicieron para seguir adelante.

Así que hermanos religiosos, no nos dejemos deslumbrar por las costumbres y rituales de otras tierras, porque el perro tiene cuatro patas pero siempre agarra por el mismo camino, debemos sentir orgullo de lo que somos y preservar nuestro legado para las generaciones futuras.