En varios de mis escritos he comentado que todo religioso de la Osha antes de su coronación, debe pasar por un proceso de registro espiritual y coronación, antes de ser consagrado como iworo. Sin embargo este procedimiento, es un reflejo de una serie de eventos que formar parte de la teología Yoruba y que le dan sentido espiritual a nuestra hermosa religión.

Todos los creyentes, aleyos, iniciados y consagrados han leído en algún momento que los orishas tienen diferentes caminos y en cada uno de esas existencias dejaron una serie de enseñanzas reflejadas en un gran número de historias que conocemos como patakies.

Estos patakies en su mayoría recopilan las vivencias de los Orishas cuando al bajar a tierra fueron seres humanos y debieron enfrentar las mismas contrariedades y tentaciones que todos experimentamos. Es decir los Orishas sufrieron en al algún momento hambre, frío, miedo, lujuria, ira, amor, odio, amistad y todas las gamas de sentimientos que le dan sentido y razón de ser a la existencia del ser humano.

Gracias a estas experiencias terrenales, los orishas pueden comprender totalmente lo que nosotros, sus hijos, sentimos y vivimos en cada etapa de nuestras vidas, por ello es fundamental que cuando hablemos con los orishas, seamos honestos con ellos, por que si les mentimos, realmente nos estaremos mintiendo a nosotros mismos.

Ahora bien, como todo ser humano, los Orishas debieron enfrentar la muerte, para poder ascender nuevamente al cielo y desde allí guiar nuestros pasos en esta tierra, este es el verdadero significado de la frase «Iku lobi Osha», la cual se puede traducir como la muerte antecede al santo.

Es por ello que cada Orisha debió enfrentar y vencer como ser humano sus mayores demonios internos:

• Obatala: Aprender humildad, paciencia y a valorar la salud.
• Shango: Aprender honestidad y como gobernar sin dejarse arrastrar por los vicios y las guerras.
• Yemaya: Aprender a tener firmeza y estabilidad para no cambiar de rumbo constantemente.
• Oshun: Aprender que a pesar de poder tener el hombre que quisiera, debía ser feliz con el que Olofin tenia deparado para ella y a valorar los hijos y familia por encima de su coquetería.
• Oya: Aprender a dominar la furia y convivir con la falsedad del ser humano.

Y así cada uno de los integrantes del panteón Yoruba debió afrontar y vencer sus propios errores  y aprender de ellos, para luego poder morir y continuar su labor como ayudante de la humanidad. Vale la pena recordar que en casi todos los patakies, los orishas acudieron por el consejo de Orula y los que acataron la palabra de Ifa, triunfaron y los que no, debieron afrontar las consecuencias. Tratemos de vivir igual, apegados a los preceptos religiosos de Ifa consultándonos y haciendo ebbo periódicamente.

Por cierto una de las encarnaciones mas famosas es la de Jesús de Nazareth, la cual fue un camino de Obatala en la tierra, estoy seguro que de ahora en adelante cuando lean un patakie o estudien el camino de un Orisha, lo verán desde una nueva dimensión porque ellos conocieron de primera mano todo lo que nosotros podemos vivir en esta tierra.