Hoy día muchas personas me manifiestan su ferviente deseo de coronarse Osha, aunque muy noble y digna de reconocimiento, ese es un paso que implica muchas responsabilidades y un cambio de vida que muy pocas personas tienen en cuenta antes de entrar a un cuarto de santo
Asumir la responsabilidad de ser un babalosha(santero) o un iyalosha(santero) no es nada sencillo, dejemos de un lado lo concerniente a lo costos de la ceremonia (si quieres saber porque cuesta tanto coronarse santo puedes leer AQUÍ). Pero en lineas generales asumir esa responsabilidad es una decisión que no se debe tomar a la ligera. Cuando eres aleyo o iniciado con elekes(collares) o Guerreros y Mano de Orula, todo es más sencillo para ti.
Llegas a casa de tus mayores, te consultas, te hacen el ebbo y te vas, por lo general en poco tiempo veras resuelto el problema que te llevo a consultarte y sigues con tu vida, mejor que antes de hacer ebbo. Fácil no? Pues aunque suene muy sencillo, solamente es sencillo del lado del aleyo.
Casi nunca te das cuenta de todas las horas que paso la persona que te consultó estudiando para poder conocer los detalles del signo que sacaste y lo que es más difícil aún saber cual ebbo es el que te resolverá la situación que te preocupa.
Tu como aleyo, no te das cuenta del laborioso proceso para limpiar los santos o recoger el addimu después que tu te vas.
Mucho menos te enteras del arrastre energético que le dejas a los santos de la persona que te hizo la obra. Esto te lo explico de la siguiente manera, si una mesa esta sucia, uno agarra un trapo, limpia la mesa y la mesa queda impecable, pero ¿como queda el trapo? Sucio verdad? y toca lavar el trapo. Exactamente lo mismo pasa cuando te haces obras, tu sales inmaculado, listo para recibir el ire (bienestar) que fuiste a buscar al pie de los santos.
Ahora cuando te coronas santo o pasas a Ifa, todo cambia, porque a pesar de que siempre necesitaras del mayor, las exigencias del santo para contigo son mayores, lo primero es tu Ita, que es una recopilación de advertencias y recomendaciones para el resto de tu vida, las cuales debes respetar si deseas estar bien.
Lo segundo es que ahora es tu responsabilidad mantener viva esa espiritualidad que recibiste cuando te consagraron, eso es algo que nunca como aleyo habías tenido en cuenta, pero como religioso si.
Te toca aprender lo más que puedas para que entiendas lo que te dijeron en el Ita y cual es nuevo camino que te toca transitar después de consagrado.
Cuando te consultas y haces ebbo, ahora lo haces al pie de tus santos, por lo tanto, te toca limpiarlos y atenderlos después de hacer ebbo. Si vas a casa de un mayor te toca ir cargando con todas tus deidades, cosa que antes no hacías.
En tu cumpleaños de santo, te toca armar el trono, colocarle los addimus que puedas, organizar todo, ir a casa de tu padrino o madrina una semana antes a llevarle plato, coco, vela y un derecho, para pedirle que te le de coco a tus santos en tu cumpleaños de santo. Cuando eras aleyo, solo comprabas coco, vela y un plato y te llegabas a casa de tus mayores a compartir con el resto de los ahijados. Era más fácil.
Los primeros años cuando llegas a una casa religiosa no sales del piso, porque todos son mayores que tu y por respeto a sus respectivas coronas, te toca que todos los mayores te levanten.
Y estas son solo las cosas que como aleyo puedes saber, entonces que pretendo con este escrito? Quiero dejarte claro que de aleyo, vives mejor, con menos responsabilidades, salvo que sea un caso de salud o extrema necesidad, no te apures en hacerte santo, disfruta de la ayuda de los santos sin tantas responsabilidades y complicaciones, porque cuando te consagren las cosas cambiaran radicalmente.
Tómate tu tiempo para conocer la religión (hasta donde puedas), cumple con las pocas cosas que como aleyo te piden los santos y consúltate periódicamente, con esas simples recomendaciones llevaras una vida exitosa, plena y feliz y cuando te toque, pues que coronen el santo, pero todo a su tiempo….