La perdida de un hijo causa en las madres un dolor indescriptible y la Madre del Mundo (Yemaya) en Ika Irete perdió un hijo que aún llora con desesperación
Yemaya vivía con Obatala y quedo oboñu (embarazada) y durante el tiempo del embarazo sufrió algunas alteraciones en su salud.
El día que se le presento el parto Obatala estaba comiendo pescado y al oír el grito que metió Yemaya se le atravesó una espina en la garganta.
Yemaya sufría mucho porque no podía parir y le comenzaron a dar violentas convulsiones (ataque de Clancia) y a Obatala tratando de ayudarla se le destrabo la espina y después de muchos sufrimientos Yemaya logro parir a su hijo el cual Obatala nombro Inle y salió corriendo de la casa dirigiéndose hacia la costa y al llegar a un lugar pantanoso se lanzó al mar junto con su hijo.
Allí vivía Abita, hija de Yemaya, que por ser muy fea vivía apartada del mundo. Ella recogió al niño y lo crio, pero cuando este fue grande vivió materialmente con ella.
Yemaya se quedó viviendo en el mar y cada vez que se acordaba de su pequeño hijo Inle le entraba un ataque de locura y salía furiosamente del mar a buscarlo y arrastraba con cuanto se encontraba en su camino.
Nota: aquí nació el ataque de Clancia. Su mujer se vuelve loca a consecuencia de un parto.
Eclampsia