Muchas veces las personas que asisten a la consulta, se quejas de no resolver mediante los eboses, pero muchas veces esta situación es causada por ellos mismos
El destino final de los eboses pudiera parecer tonto, mas sin embargo para ver el resultado deseado el ebo debe ser llevado al lugar donde lo marcó Orula, de lo contrario el efecto no es esperado. Esta aseveración se sustenta en lo que encontramos al leer Ofun Di:
Aconteció una vez que Orunmila tenía a dos criados en su casa, uno era Ofun Di que era el encargado de botarle los eboses que les hacía a sus clientes y ahijados, el otro era Odi Fumbo que se ocupaba de hacerle los mandados y de limpiarle la casa.
Un día Orunmila se hizo un osodde y se vio este Ifa que le recomendaba que mirara bien, porque los eboses que les hacía a sus ahijados y a sus clientes no estaban dando resultado, pues no llegaban con efectividad a sus destinos.
Y Orunmila comenzó a dudar de la lealtad de su criado Ofun Di y llamo a Odi Fumbo y le pregunto: donde esta Ofun Di que lo mande a llevar un ebbo y aún no ha regresado. Odi Fumbo le contesto: baba, Ofun Di le está robando las cosas del ebbo.
Orunmila se dio cuenta de que Ofun Di era un ladrón y que sus eboses nunca podrían hacer efecto ni sus hijos progresar. Entonces le dijo a Odi Fumbo: «Tú te quedaras para siempre para sellar los eboses».
Cuando Ofun Di regreso a casa de Orunmila y enterado del problema, le dijo a Odi Fumbo: «Tu eres un traidor pues me traicionaste». Odi Fumbo le contesto: «el traidor eres tú que has traicionado a Orunmila y a Olofin, pues tenías la confianza de ellos dos.»
En este sencillo Apataki, Ifa deja muy claro que si el ebbo no llega al destino indicado no surte efecto, es por ello amigo lector que de hoy en adelante, si le dicen que un ebbo va para el monte, para una ceiba, para el cementerio, para el río o para donde le indiquen, cumpla con esa condición para que el resultado sea el esperado, porque la sagrada palabra de Orula nunca cae al piso y si el dictamino un destino para un determinado ebbo, es allí en ese lugar donde el ciclo del ebbo culmina y la energía de la obra surte efecto.