Muchos de los secretos de la fundadora de la rama de la pimienta fueron asentados en algunas libretas de sus múltiples ahijados y descendientes
La rama de santo en su mayoría fueron estructuradas y conformadas por personajes femeninos, muchas de ellas solo conocidas por referencia entre las nuevas generaciones de santeros. Una de esas fundadoras de rama nos lego un gran caudal de conocimiento fue Fermina Gomez quien estableció la rama de la Pimienta, que posee miles de descendientes a lo largo y ancho del mundo.
Existen dos versiones acerca del origen de Fermina Gómez, la primera nos indica que su madre vino embarazada de África y ella nacio en tierras cubanas. Otra nos relata que llegó en compañía de su madre siendo niña. Su madre fue asignada a los trabajos de campo en unas propiedades de unos blancos de apellido Gómez de ahí viene su apellido. Siendo una niña pierde a su progenitora quien poseedora de una frágil salud sucumbe al brutal trabajo al que era sometida. La niña queda entonces bajo la tutela de algunos familiares en ese lugar de trabajo, esta misma versión nos dice que antes de morir su madre, deja el encargo de que sea iniciada en las costumbres religiosas africanas. Se dice entonces que recibio el llamado Santo Parado (antecedentes del asiento de santo) en esta ceremonia solo se entregaba el Orisha de cabecera con una mano de caracoles y Elegua.
De acuerdo a la tradición familiar, el santo que debia hacersele a la joven era Oshún ya que para ese momento se seguía la costumbre africana de hacer el santo de acuerdo a la herencia familiar. Al momento de la ceremonia Yemayá reclama su cabeza por encima de Oshun y este es el santo que se asienta, igualmente las mayores decían que parte de la situación puede subsanarse entregandole Olokún, procedimiento que se cumple. Algunos investigadores señalan que fue asentada por “Obatero” famoso sacerdote con un conocimiento profundo de los ceremoniales al estilo africano, otros investigadores nos hablan de que su padrino fue “Oku Daisi” que tenía asentado Oshún y que formaba parte del grupo de trabajo del lugar donde habitaba Fermina. Su nombre de santo fue Osha-Bi (Orisha es nacido).
La personalidad, disciplina de esta joven la hacen muy rápido poseedora de grandes secretos religiosos. Ella es la fundadora del Cabildo Egbado que practicaba la santeria en la forma tradicional traída por los esclavos africanos a Cuba. Son muchas las cualidades espirituales que se le atribuyen a Fermina Gómez, una de ellas era el poder que tenía de hacerse invisible en el cuarto de santo, hasta que ella quería que la vieran, esta es una condición comentada por mucho de los descendientes de sus ramas. Ficción o realidad, lo cierto es que su conocimiento sobre los secretos más profundos de la religión eran innegable.
Su natural inteligencia llevó a Osha Bi a adquirir bastante notoriedad en su ciudad natal, matanzas (Cuba), donde tiene el mérito de haber organizado las prácticas rituales. Era cercana a grandes babalawos de la época, muchos de ellos respetuosos de su trabajo.
Pero hay un hecho en particular que da gran notoriedad a esta Iyalosha, y es que fue la primera santera que entrego el secreto de Olokún, ceremonial este reservado hasta el momento de los babaawos. Esta acción marca un momento importante dentro de la evolución de la santeria cubana, debido a que a partir del mismo se empieza a entregar este fundamento por parte de santeros. Todos los millones de Olokún que se han entregado en el mundo por parte de los santeros son descendientes del de Fermina Gómez por ser ella quien dio inicio a esta tradición, y también a la polémica que ha acompañado al Olokún de santeros por más de un siglo.
También fue en casa de Fermina Gómez donde se le dio tambor a Olokún y donde se le bailo con máscaras a este Orishas por parte de los babalawos.
A esta asombrosa mujer se le acercaron muchas personalidades del mundo, empresarial y políticos de la Cuba de principios del siglo XX, de las cuales pueden narrarse anécdotas. Una de ellas relata que en compañía de una ahijada y una sobrina, prepararon un Olokún enorme, de un metro cincuenta de alto para un político de renombre. Esta ceremonia generó críticas por el hecho de que entre los animales que se le dieron se encontraba un cerdo y un gato. Este hecho fue muy comentado pero nadie se atrevió a enfrentar a la poderosa “Osha Bi”. Luego de la elaboración de este Olokún el mencionado personaje político fue en ascenso y se mantuvo en el escena pública por muchos años.
Siempre que se requería de su presencia en alguna casa, Fermina acudía y era merecedora del mayor respeto por parte de babalawos y santeros, ella igualmente hasta su muerte fue respetuosa de las potestades de los babalawos, por eso en su rama los guerreros así fueran entregados por santeros el ozun debía ser cargado por un babalawo.
En 1944 es ella quien da comienzo a la tradición de dar de comer a Olokún en alta mar, cosa que nunca antes se había hecho en Cuba, pero que tenía antecedentes en África. Para darle cumplimiento al ritual se convocó gran cantidad de babalawos de la época. Esta olvidada ceremonia estuvo siempre rodeada de un Halo de misterio, debido a que de acuerdo a las costumbres africanas, Olokún cinco de cada diez veces que se realizará el mismo, decidía llevarse un humano una vez del cerdo.
Ferminita profesaba hacia Olokún una devoción especial, la representación material de este santo ocupaba en su casa un cuarto completo, se encontraba del recinto cubierto por siete velos de tela, a su vez el cuarto era una representación de la playa, con arena, peces disecados y estrellas de mar, acompañado todo esto con redes y otros implementos de pesca. Eran muy celosa con quien entraba a este especie de santuario a Olokún, así que se podía considerar un privilegio acceder al sitio.
Muchos de los secretos de la fundadora de la rama de la pimienta fueron asentados en algunas libretas de sus múltiples ahijados y descendientes. Las máscaras tradicionales con las cuales se les bailaba en los tambores a Olokún al igual que su muy famoso Olokún que ha dado nacimiento a miles en el mundo, se encuentran en su casa 104 de salamanca (matanzas), donde lamentablemente corren el riesgo de perderse por a precaria condición en que se encuentra el inmueble en los momentos actuales.
De acuerdo a investigaciones realizadas por algunos de sus descendientes religiosos residentes en EEUU, su última consagración la realizó después de cumplidos sus 86 años, a esta étapa corresponden alguna de sus fotografías más conocidas. Su lúcides y carisma la acompaño hasta la edad de 100 años cuando partió de este planeta para ser ciudadana de Ara Onu. En esta gráficas podemos ver la foto original de Fermina Gómez, el Shango de Mama monserrat, la casa de Fermina su bovedad, sus muñecas, y su ahijado Alfredo Calvo Cano y la familia de sangre de este gran Iworo Ibae.