En nuestra tradición, siempre han existido discusiones fuertes por este tema, que, al parecer, muchas veces se nos complica
Vamos a partir de la premisa que NADIE, le hizo Ifá a Orunmila. Orunmila fue designado por el propio Olodumare, que fue quien le dio el Ashé. Por algo se le llama Elerin Ikpin Ibikeji Olodumare’ (El testigo de la creación y segundo al mando después de Olodumare). Este solo hecho, es suficiente para saber que nadie le hizo Ifá a Orunmila, sino que fue designado de esta forma, por la gracia de Olodumare. Inclusive en el Corpus de Ifá Afrocubano, vemos como Orunmila ya viene para redimir al mundo en el Odu de Ifá Ogbe Otrupon y en el Odu de Ifá Oyekun Oddi, donde vino a la tierra por orden de Olofin para terminar los conflictos existentes. Como vemos, ya tenía ese Ashé que le había dado Olodumare.
Esta fingida ignorancia, parece ser el detonante para que los “Nuevos Teólogos” quieran inclusive tergiversar nuestras ceremonias, agarrándose de lo que ellos, muy particularmente, consideran que pueden hacer. Esto es solo para evadir dogmas ceremoniales, porque los “genios” pretenden compararse con Orunmila y sus obras celestiales, pero quieren ignorar, que él también nos dejó plasmado en los Odus de Ifá, como debemos hacer las cosas correctamente, porque sencillamente, no somos Orunmila.
Ahora bien, para comprender la génesis de Ifá en la tierra, debemos aclarar quienes fueron los primeros Babalawos, Por tanto, primero aclaremos los conceptos básicos. Amosun, que significa “Aquel que toma a Ozun”, se refiere al cayado de hierro (Osun Orere) y que Amosun fue el primero que lo llevó para Ifá. El Ozun es muy distinto al nuestro, en tierras yoruba. Este no es una pequeña copa, sino un cayado con cuatro columnas, que, por lo general, se utiliza con un pincho que se entierra. La copa, surge de la necesidad de mantener discreto el culto a Ifá en Cuba, además de que muchos vivían en barracones comunes, donde no podían ponerse a clavar un Ozun a la tierra.
Pero bien, Amonso fue el primero que consagró Ozun por mandato de Olofin y Amoro, era un herrero ayudante de Oggún. De esto se desprende el hecho, de que fueron los que crearon los atributos de Ozun. Amonso y Amoro también fueron los primeros Babalawos consagrados, pero no pudieron ejercer como tales, ya que no fueron legítimamente consagrados, sino que su consagración fue hecha por una acción furtiva de su madre. La historia se nos cuenta en el Odu Ogbe Otura, cuando Yeyemoro tuvo en su poder el tablero de Ifá y les hizo Ifá a sus hijos Amonso y Amoro, bajo el amparo de una ceiba.
Al darse cuenta de esto, Olodumare le retiró el tablero a Yeyemoro dándoselo a Orunmila y mandó a Amonso y a Amoro con Orangun, quien los sacrificó al pie de dos palmeras, de donde entonces surgen las semillas para fines de adivinación. Desde entonces, por la actitud de Yeyemoro, quedó dictaminado que ninguna mujer pudiera manipular los secretos de Ifá.
Adicionalmente, el Odu de Ifá Ogbe Otura nos cuenta, la razón por la cual Ifá lleva dos manos Ikines, las que representan a Amonso y a Amoro. También nos deja ver con mayor claridad, por qué cuando se entrega Awofakan/Ikofá o sea, la primera Mano de Orula, esta también viene acompañada de Ozun, ya que esta primera Mano representa a Amonso, el primero que le llevó el Ozun a Ifá. Nuestras liturgias son claras y nos dicen el porqué de las cosas. No es a capricho, que en tradición afrocubana se entregue Ozun en una Mano de Orula.
Esto es lo que hace tan contradictorio, o que parezca contradictorio, el hecho de quienes fueron los primeros Babalawos. Vemos que de esto se dice de Akoda y Aseda, Amonso y Amoro, pero además también se dice lo mismo de Orangún u Orungan. Suponemos que Amonso y Amoro al no poder ejercer, fueron los primeros Babalawos de hecho, pero Akoda y Asheda fueron los primeros en ejercer y enseñar.
Ahora bien, Orangún es un Orisha menor, que según la tradición afrocubana, es el dueño del mediodía y que es hijo de Aggayú y Yemayá. Violó una vez a su madre y la segunda vez que lo intentó, el cuerpo de esta estalló y de él, salieron los otros quince Orishas. Esta historia no es solo Afrocubana, Alfred Burdon Ellis la registra en su libro The Yoruba Speaking People of the West Coast. Donde los Orishas surgen del cuerpo de Yemayá, en tierras yorubas.
De Orangun también se dice que fue el primer hombre consagrado en Ifá y que aprendió el uso del tablero y las herramientas, por parte de Echu Imalé y cuando Orunmila recibió el Ashé, este le enseñó los secretos de la adivinación para que ayudara a la humanidad (Ogbe Otura). Esto nos deja ver, que Orunmila recibe las enseñanzas de Orungan y poderes de Ifá, directamente de Orungan, pero su Ashe para ello, viene del propio Olodumare.
Sin embargo, no es mucho lo que encontramos de este Orisha menor en nuestra tradición, que parece que se ha ido perdiendo. Para obtener más información, requerimos buscar en la antropología e historia. Según Olufemi Oladapo Babalola, en su libro The Obaala Babalola Adekeye’s History of Oke-Ila Orangun – Historical and Constitutional Development of The Ìgbómìnà-Yorùbá Kingdom of Oke-Ila Orangun from its Foundation to British Empire-Colonialism”, Butubutu Publishers. Austin, Texas. Agosto 1984, Orangun fue el primer hijo de Oduduwa. En otras versiones, se dice que es el cuarto hijo de Oduduwa. Él se llamaba Fagbamila Ajagunla Orangun Ile-Ila. Realmente se le apodaba Orangun, que es la contracción de “Ọ̀ràn mí gún”, que significa: “Mi situación es perfecta”, aunque existen otras etimologías alternativas, pero poco plausibles.
Cuando Oduduwa envió a sus hijos a fundar sus reinos, le dio a Fagbamila un enorme machete curvo (Cimitarra) llamado Adá Ogbo, el cual le serviría para guiarlo a través de la selva, pero con el objetivo principal de ayudarlo a encontrar el sitio correcto para asentarse y fundar su reino. Según el historiador, este machete fue el que generó el nombre “Igbomina”, a una de las tantas etnias yoruba, ya que cuando Orangun llegó al sitio, dijo: “Ogbo mi mo ona” u «Ogbo mo ona» o sea, Ogbo guió mi camino.
Esta traducción de Ogbo, solo es una interpretación, ya que los yorubas son muy dados a los juegos de palabras y a tener poca credibilidad. Ogbo, dependiendo de dónde lleva el acento, significa larga vida o anciano. La palabra yoruba para “Sable” es ẹlẹṣẹ, por lo que “Ogbo mi mo ona”, puede traducirse más correctamente como “Mis mayores me mostraron la vía”, quizás haciendo alusión, a que dicho machete se lo entregó su padre Oduduwa. Como dije, al tener tantos juegos de palabras, no sabemos realmente que creer, pero me voy por esta última versión.
Estas discrepancias sobre el primer Babalawo, obviamente pueden deberse a varios períodos de transición y formación por los que pasó nuestra religión en las propias tierras yorubas, donde podemos identificar claramente diferentes marcos de creencias y como fueron cambiando de forma paulatina y formando una nueva cosmogonía, la cual se intenta estandarizar hoy en día en Nigeria, mediante una Orishología más estándar o por decirlo de alguna forma, una “Orishología Oficial” y esconder estos hechos, para dar la percepción de creencias “Muy antiguas” y de esta forma FABRICAR una religión más “aceptable” y menos “Salvaje”, para equipararse a las religiones mayores.
No podemos saber en qué momento se dio esta transición, pero lo que sí sabemos, es que tenían la misión de enseñar el conocimiento y la sabiduría, como los grandes pilares fundamentales de Ifá y de hecho, nos enseñaron sobre atributos muy específicos de Ifá, como lo fue el Ozun. También notamos el hecho de que varios personajes históricos, tienen que ver en la formación y transformación de Ifá, aparte de Orunmila, lo que además, incluye a Orishas como Obbatalá, Changó y hasta en quienes fueron los primeros Babalawos. Ojo, nunca se ha visto por NINGUNA PARTE, ni siquiera a la fecha, NADA en ABSOLUTO, sobre las primeras MAMALAWAS, salvo en un par de inventos y que se les hace imposible, que permitan cotejarlos con literatura antigua.
Según la tradición Afrocubana, Orangun es hijo de Aggayú y Yembo. Hermano de Aje Shalunga, Oloba Mobosun y de Oshumare. Nace en el Odu de Ifá Ofun Meyi y de ahí viene al que a este Odu se le llame Orangun en honor a esta deidad. Comprendiendo esto, veamos entonces, como es que Orunmila recibe el Oráculo de manos de Orangun, según nos lo narra el Odu de Ifá Ogbe Otura:
Alabalashe. Alabalashe (El coco) es el oráculo de adivinación de los tiempos remotos y fue traído a la tierra por Echu, pero como él solo sabía utilizarlo y lo hacía con Coco, ORUNGAN SE QUEJÓ ANTE OLOFIN, QUIEN LE RESPONDIÓ QUE ÉL ERA EL ÚNICO QUE TENÍA EL SECRETO DE LA TIERRA, PARA ENTREGÁRSELO A ORUNMILA, CUANDO LLEGARA A ÉL.
En aquella época, Orunmila estaba ciego, motivo por el cual no podía tocar los pedazos de Coco y además Echu no quería que lo lograra, sin que antes Orunmila hiciera un pacto con él.
Orunmila se puso a caminar y a vagar hasta que llegó al mar y Olokun al verlo, le dijo que él lo ayudaría por mandato de Olofin y mandó a su mujer Olosa a que le lavara la vista y en ese momento comenzó la primera adivinación de Orunmila, la cual le hizo a la misma agua que le devolvió la vista, para superar la de los Cocos.
Pero Orunmila debía hacer rogación y fue donde Orangun a pedirle el poder de las semillas de adivinación y también poder extraerles el aceite que le ayudaría a recuperar la vista completamente y a la vez, encenderle una lámpara a Olofin, con un osu, ya que por medio de la adivinación que le hizo al agua, se enteró que de esta forma llegaría más rápido su petición. Pero ninguno de los dos se podía subir a la mata de las semillas de adivinación, porque no contaban con el permiso de Olofin para hacerlo.
Entre tanto, Olokun ya le había informado todo lo sucedido a Olofin, por lo que este mandó a buscar a su mensajero: Ogbe Tua. Al llegar este a su presencia, Olofin le entrega un sable de hierro, el cual tenía el Ashé de cortar las semillas que se necesitaban para la adivinación en la tierra.
Ogbe Tua, consciente de su misión, llevaba un gran apuro, motivo por el cual, al pasar por un puente de palos, se olvida de saludar al Dios del agua y por ello se le cae el sable al agua.
Ogbe Tua se sentó muy triste al pie de un árbol a la orilla del mar y en ese momento se le aparece un genio que le dice: “Estás cansado de tanto caminar, descansa un poco”. Ogbe Tua sorprendido de aquella cara tan extraña se asusta y no sabe que decir. El genio le preguntó porque estaba tan triste y Ogbe Tua le cuenta lo sucedido y agregó: “Yo soy muy obediente, por ello me he ganado la confianza de Olofin, pero ahora él creerá que yo le vendí el sable al Dios de los metales aquí en la tierra”. El genio, que no era otro que Olokun disfrazado, nada le contestó, y queriendo probarlo se tiró al agua y sacó un sable de plata y le dijo: “He allí tu sable”. Con tristeza en su cara Ogbe Tua le dice: “No señor, ese no es mi sable, yo prefiero el que Olofin me dio”. El genio se lanzó al agua de nuevo y Ogbe Tua rezaba e imploraba al cielo que encontraran su sable.
El genio esta vez vino con un sable de oro con empuñadura ricamente trabajada en brillantes y se lo mostró a Ogbe Tua, quien al verlo enseguida dijo: “No señor, ese tampoco es mi sable, el mío es de hierro y fue el que me entregó Olofin”. Entonces el genio le dijo que le faltaba un lugar por registrar y se lanzó nuevamente al agua. Ogbe Tua miró nuevamente al cielo, implorando que apareciera su sable. Al poco tiempo llegó el genio nuevamente con el sable de hierro y le dijo a Ogbe Tua: “Este sable tan feo y de hierro, no puede ser el tuyo, creo que tú estás equivocado”, pero Ogbe Tua, le responde gritando de alegría: “Ese mismo es mi sable, el que me ha consagrado Olofin, ¡Ese es mi Sable!”.
Ogbe Tua le dio las gracias al genio y se puso en marcha para el monte de Orangun, para cumplir su promesa. Cuando llegó les contó a Orunmila y a Orangun el motivo de su tardanza con lujo de detalles.
Pero un anciano, llamado Lodi Dara, que Orangun tenía para que le limpiara y le regara sus árboles sagrados, escuchó todo lo narrado por Ogbe Tua, por lo cual buscó un Sable viejo que tenía, para ver si engañaba al genio y cogía el de oro con brillantes en la empuñadura, pero no hizo Ebbó por no tener la protección ni de Olofin ni de Orangun.
Llegó al lugar descrito por Ogbe Tua y en el puente lanzó el viejo sable, tomando cuidado de que cayera al agua y fue al pie de un árbol a lamentarse la pérdida de su sable. De esta forma, se le apareció el genio y le preguntó qué era lo que le sucedía y Lodi Dara le dijo lo mismo que oyó de la boca de Ogbe Tua. El genio, que como se ha dicho era Olokun, sabía del engaño, se tiró al agua y regresó con el sable de Plata, a lo que el anciano le dijo: “Este no es, pero déjelo aquí por si no aparece el mío que es de oro, me conformaré con este”. El genio se lanzó al agua de nuevo y le sacó el sable de oro a lo que Lodi Dara dijo que ese era el suyo. Dándole las gracias al genio, se fue con ambos sables y al estar pasando el puente iba pensando: “Ahora no trabajaré más. Orangun será mi esclavo, Ogbe Tua será mi mandadero y Orunmila será mi cocinero”, pero cuando ya estaba llegando al otro lado del puente, se le cayeron los sables y por intentar agarrarlos Lodi Dara también cayó al agua ahogándose y lo que fue del agua, al agua volvió.
Mientras tanto, Orangun estaba esperando a Lodi Dara, para que tumbara las semillas del árbol, pero al ver que no llegaba, Ogbe Tua dijo: “Yo solo cumpliré el mandato de Olofin” y dicho esto tumbó las semillas necesarias y se las entregó a Orunmila.
Cuando Orunmila terminó de consagrarlas, salieron las tres primeras letras, con lo que le dijo a Ogbe Tua: Tú siempre serás envidiado por tus semejantes. Serás el predicador y la confianza de Olofin. Debes tener siempre una careta como la del genio y un sable de hierro. En la vida tendrás todo lo que quieras”. Entonces Echu hizo el pacto con Orunmila, quien lo puso como su portero, por conocer lo bueno y lo malo. De esta forma, Orunmila obtiene el oráculo para adivinar, que supera al del Coco.
Aquí podemos ver como finalmente, Orangun fue el regente de Ifá hasta la llegada de Orunmila, quien pudo obtener las herramientas terrenales, para la interpretación de la palabra de Ifá, que como nos enseña el Odu de Ifá Ofun Oggunda, fue escrita en piedras blancas, pero además es donde nace el aprender Ifá. Adicionalmente, dice la tradición, que cuando Orunmila estuvo en la tierra, le enseñó Ifá a su primer discípulo Akoda y éste a su vez, fue el encargado de enseñarle la sabiduría a su discípulo Aseda. Akoda y Aseda, son conocidos como el Alma del conocimiento y el Espíritu de la sabiduría, desde el principio de los tiempos. En otras palabras, «Babalawo a través de un duro entrenamiento» y no solamente por iniciación, lo que nos indica, más que nada, que se debió a su experiencia y no simplemente por el hecho de haber sido iniciados.
Ahora bien, comprendiendo todos estos hechos, ya podemos decir, sin temor a equivocarnos, que Amonso y Amoro, fueron los Babalawos primigenios, aunque solo fueron por consagración, pero al no ser autorizados y su Ifá hecho por medio del abuso de confianza, fueron ejecutados por Orangun por órdenes de Olodumare y por ello, Orangun pasó a ser el primer Babalawo, por enseñanza de Echu Imalé y de allí, Orangun, quien sería el REGENTE de Ifá, haría la entrega de los instrumentos de Ifá a Orunmila quien, quien a su vez, consagró a Akoda y este a su vez consagró a Asheda y de esta forma se convirtieron en los maestros primigenios de Ifá para el mundo. Es por ello, que Akoda y Asheda representan los pilares del estudio de Ifá y te deja entender, porque es que deben estar presentes en tu consagración y luego debes estudiar con la representación de ellos, cuando haces Ifá.
Tu amigo de siempre,
Águila de Ifá