El Canto: Una Llamada de Auxilio, Un Agasajo, Una Petición

El canto esta íntimamente relacionado con las hierbas y plantas que utilizamos en nuestra religión

Ahora hablaremos sobre el poder del canto en nuestra religión, es decir como la canción puede ayudarnos a los religiosos. Desde tiempos remotos, el poder de la música ha sido utilizado por muchas y variadas culturas con propósitos “Mágico Religiosos”, pero en este caso no solo hablamos del poder de la música, sino del poder de las palabras mediante el uso de la voz cantada.

Voy a hacerte una aclaración, antes de que ciertos genios, quieran malinterpretar mis palabras. En este caso hablaré de “Magia”, como una forma ESTÁNDAR a lo que hacemos, ya sean: Ebbó, hechizos, preparados, etc., tomando en cuenta que la “Magia”, es el arte o ciencia de efectuar cambios de acuerdo a nuestra voluntad, por medio de la canalización de energías y concentrarlas en nuestros deseos. Esto es exactamente lo que queremos hacer.

Te hago esta aclaración, ya que sabemos que el Corpus de Ifá separa Hechizo de Ebbó y los ve como dos cosas diferentes, pero en este tema los conceptos son los mismos, ya que en ambos casos se trabaja bajo el principio de IMITACIÓN de las cosas que nos cuentan las historias o Patakíes. Basados en este principio de funcionamiento y no de si es “mejor o peor”, es que te escribo sobre la importancia de los cantos. Mera TEORÍA. No se trata de hacer un análisis de porque el Ebbó es más efectivo que el Hechizo. Esta explicación, es solo para facilidad de comprensión, de quienes no están familiarizados con nuestra religión.

Ahora bien, entrando en materia, debemos mantener en mente que los cantos se corresponden en materia, forma y consagración, con los requerimientos para los cuales los estamos utilizando. Todo recibe su especificación del propósito al cual sirve y de su mayor o menor aptitud para servir a ese propósito. En el sentido estricto la palabra «canto» significa una melodía ejecutada sólo por la voz humana. En un sentido más amplio, la palabra también denota aquel canto, incluso cuando se acompaña por instrumentos, con tal que la posición de honor sea siempre retenida por la PARTE VOCAL.

Esto se apega mucho a lo que a nuestras prácticas religiosas se refiere, la cual muchos de estos críticos, ni siquiera tienen idea que es, ya que están muy ocupados escribiendo tratados de cómo recoger piedras de Ocha, falsificar y/o alterar tratados, inventando nuevas deidades o ceremonias, o simplemente porque les gusta buscar la quinta pata al gato y sacar de contexto lo escrito, para adecuarlo a sus inventos o peor aún, a sus calumnias.

Ahora bien, en todas las culturas, los sacerdotes tienen sus canciones de poder y con ellas y por medio de ellas, se establecen vínculos de comunicación con las deidades. Por medio del canto, el Babalawo u Olorisha, pueden comunicar muchas cosas como rezos, curaciones, paz, advertencias, peleas y hasta guerras. Muy conocidos en Ifá afrocubano, son los cantos de pullas. Todas nuestras ceremonias conllevan horas y horas de peticiones y súplicas por medio del canto. Muchas son las obras en las que elevamos cantos y por tanto nadie podría discutir el valor de los cantos en los procesos de curaciones, rogaciones de cabeza y todo lo que conlleva nuestra religión.

Esto se debe, según la teoría, a que la palabra unida a una determinada melodía y a determinada entonación, hace de intermediara entre el mundo humano y el mundo de las deidades, quienes se encuentran en otro plano. Ese poder es muy profundo y, como te digo, muy antiguo. Es por ello, que estos cantos han pasado de generación en generación, de maestro a discípulo, hasta nuestros días, aunque vemos a unos cuantos, que solo saben hacer cantos de carretilla.

De hecho, hay muchos cantos que están íntimamente relacionados con las hierbas y plantas que utilizamos en nuestra religión. Es así que hay un canto para recoger determinada hierba, otro para hacer una mezcla y otro para ingerir la yerba cuando se hace el ritual. Esto se puede ver más claramente, cuando hacemos un Omiero para la consagración de Awofakan e Ikofa, donde dentro de estos cantos, utilizamos lo que se conoce como la “Magia de la Rutina”, ya que todo lo que se haga en forma rutinaria, puede ser utilizado como vehículo de “magia”. Es por ello que ves, por ejemplo, que el canto del Ozaín es una letanía repetida una y otra vez. También ves, que, durante los Ebbó, entonamos cantos de los Odus de Ifá que estamos rezando.

Dentro de nuestra práctica, el Babalawo u Olorisha no solo es un sacerdote, también es un médico adivinador, al igual que un elaborador de amuletos y “Medicinas”. Con ello, se supone que posee los elementos para determinar las causas de las dolencias, las desgracias y la muerte. Para lograr esto, emplea distintos medios, incluyendo flores, hojas, raíces o cortezas, animales, pájaros, pieles, huesos, conchas, anillos, escobas o espantamoscas (Iruké), pedazos de hilo, agujas y minerales, para hacer su trabajo. En casi todos los casos, utiliza palabras y cantos que acompañan sus preparados.

Hay cantos que se utilizan para curar y muchas veces tenemos un canto específico cuando vamos a curar a las personas. Es por medio del canto, que por ejemplo en un Paraldo, pactamos con el Eggún (Espíritu) que está atormentando a una persona. En otros casos, debemos recordar que los males que aquejan a la persona, no solo son vistos como la muerte o la enfermedad, sino que están regidas por un Ajogun (Ente Maligno). El Ajogun es, aunque sea maligna, la deidad que representa ese mal en particular y con la cual se le asocia, pero que no tiene sus raíces en lo orgánico, sino en el mundo de los espíritus. Por ello, no solo se trata de quitar el mal en sí, sino que también se debe cantar y rezar, para que esta deidad asociada al mal, se vaya o sea apaciguada.

De esta misma forma, cuando vamos a recolectar hierbas para nuestras ceremonias o Ebbó, realizamos algunos rituales donde generalmente invocamos al espíritu del árbol o la hierba, pagamos los “Derechos” que nos exigen estas plantas. Algunas veces, suministramos un pequeño pedazo de tela blanca que amarramos alrededor del árbol, antes de tomar su corteza o raíces. Durante todos estos menesteres, tenemos que pronunciar encantamientos y cantar mientras buscamos raíces o recogemos hojas. De esta forma a las hierbas, hojas o cortezas se les convierte de “cosas ordinarias”, a “cosas sagradas” y que desde ese momento tienen cierta potencia y ciertos poderes místicos y misteriosos. Muchos Babalawos jóvenes, ahora comprenderán un poco mejor, porque en un Ozaín de mano de Orula, al entregar los Ikines decimos: “Te los entrego judíos, para que me los entregues cristianos”. Esto es, los pasamos de profanos (simples semillas), a sagrado (Orunmila como tal).

El poder del canto en nuestra religión, es muy potente, porque el universo responde a la vibración de la voz y si el sacerdote sabe entonar bien un canto, puede realmente transmitir sus deseos a los Orishas, las plantas o a lo que esté preparando. Invariablemente, estos cantos han sido transmitidos por nuestros maestros. Estos cantos son específicos y pueden corresponder tanto a la tradición a la que pertenecen, como puede ser un canto particular que se da al discípulo y que sólo él puede utilizar.

Esto es algo que todos los chamanes, sacerdotes o magos de todos los tiempos saben. La materia puede ser modificada por el poder del canto y ciertos cantos mántricos pueden lograr realmente un cambio tanto en el entorno, como en la persona. Es por eso que los cantos de poder en nuestra religión se utilizan para curar, para encomendarse a una deidad o para hacer hechizos y preparar pociones, entre otras cosas.

Por supuesto, que no podemos tocar un tema como este, sin resaltar la importancia de los cantos en la invocación, súplica y ensalzamiento de nuestros Orishas. Los documentos de Ifá afrocubanos, están llenos de Pataki (Historias) que nos enseñan los diferentes cantos para los Orisha, pues son los Pataki (Historias) los que explican el porqué de cada rezo y de cada canto.

Con estos cantos llamamos e invocamos a nuestras deidades para todo, inclusive cuando estamos haciendo Addimú, ceremonias, sacrificios, etc., para que con la fuerza del canto, estos agasajos sean bien recibidos por los Orishas y sobre todo, comprendan para que los estamos haciendo, ya que narran nuestras necesidades. Todos estos cantos, que se consideran LITÚRGICOS, se encuentran definidos en nuestro Corpus de Ifá y son de mucha importancia, ya que cuentan el propósito para el cual estamos haciendo estas obras. Hoy en día vemos con mucha preocupación, como Babalawos y Olorishas sin ninguna experiencia, comienzan a hacer ceremonias y hasta sacrificios y no se les oye entonar un solo canto a las deidades para las cuales los están realizando. Sin estos cantos lo que se ha hecho, es NADA.

En otras palabras, no solo es cantar por cantar, el canto debe estar relacionado directamente con lo que estamos haciendo o de lo contrario, no sería efectivo. Por ejemplo, en Osa Ogbe vemos por qué cuando despedimos un Ebbó, cantamos:

I shonshon abe i shonshon abe
Odara ko lorí leyo baba semi..

El canto hace referencia a cuando la humanidad ponía sus cargas (sus problemas) sobre la cabeza de Echu y este tenía que llevarlos al cielo sin recibir por ello ninguna recompensa, motivo por lo que Echu fue por adivinación con Orunmila y Orunmila le aconsejó realizar Ebbó con la punta de una navaja y que la empleara en su cabeza, para que nadie le pudiera poner en ella sus cargas y por ello Echu las lleva ensartadas en su flecha. Aun cuando muchos no lo tienen relacionado, este canto se desprende del siguiente Ese Ifá del Odu Osa Ogbe en el Corpus Nigeriano:

Kamu peki
Ka e lu peki
Ka mu peki
Ka e lu peki
Ka mu igi aja mejeji
Ka lu rawon peki peki peki
A difa fun Esu Odara
Tomo araiye
Dori a singbale fun
Nwon ni ko ma wa
Gbomi salade Orun
O ni bi Ose sonso abe
Esu Odara o lori Agberu
Le o bi o se sonso abe
Omi nifi sunkun gbin
Koto orin awo loko sawo lenu
Oni bi ose sonso abe
Bi ose sonso abe
Esu Odara o lori agberule oo
Bi ose sonso abe
Bi ose sonso abe
Bi ose sonso abe
Esu Odara o lo ri agberule oo
Bi ose sonso abe.

TRADUCCIÓN

Juntamos el trabe
Para construir una barbacoa
Realizó adivinación para Echu Odara,
A quien toda la humanidad venera
Para que él lleve los sacrificios al cielo
Él dice, con la punta de la cuchilla
Echu Odara no tiene cabeza para cargar bultos
Por tener la punta que tiene en la cabeza
No puede cargar bultos
Se lamentaba que no tenía igbin (caracol)
Abrió la boca y comenzó a cantar
El canto del awó
Él dice; Que si no es por la punta de la cuchilla
Si no es por la punta de su cuchilla
Echu Odara no tiene cabeza
Para cargar bultos
Y es por la punta del cuchillo
Que Echu Odara no puede cargar bultos
Y es por la punta del cuchillo
Que Echu Odara no puede cargar bultos.

En este punto muchos podrán reconocer que en la parte final del rezo donde se entona el canto, se encuentra el mismo Suyere que se emplea en Cuba para Echu y Elegbara, pero donde su escritura sería:

I sonso abe i sonso abe (2)
(con la punta de la navaja) (2)
Odara ko lorí leyo baba semi
(Odara, no permite eyo (la tragedia o los asuntos legales), se pongan sobre la cabeza de mi Babá (Echu)).

De esta forma, estamos despidiendo el Ebbó u Ofrenda que se está enviando por medio de Echu a los pies de Olodumare y que este no le haga ningún efecto negativo. Como ves, el canto debe ser específico a lo que estemos haciendo y no solo entonar cantos como papagayos, solo porque así lo hemos venido oyendo y haciendo siempre.

Tu amigo de siempre,

Águila de Ifá

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