Los babalawos y santeros cubrimos nuestras cabezas para hacer ceremonias, en este pataki te contamos el por que
En una ocasión que Ogbe tuamora andaba sucio y harapiento, en esos tiempos murió su padre, dejándole como única herencia un gorrito de cabeza.
Ogbe tuamora se dio a la tarea de caminar y buscar fortuna, pero viendo que la situación no cambiaba fue donde Orunmila y le salió este ifà. Orunmila le dijo: que cosa te dejo tu padre al morir? A lo que ogbe tuamora contesto: mi padre no me dejo nada, yo soy un vagabundo, un harapiento que no tengo nada y no he heredado nada. Pero Orunmila insistió en la pregunta, entonces el hombre hizo memoria y dijo: ahora recuerdo que antes de morir mi padre me dejo una gorra, pero la deje porque no le vi nada interesante. Y Orunmila dijo:
pues en ese gorro esta la virtud que él te dejo, tienes que hacer ebbo poniéndote el gorro y dándole dos gallinas al espíritu de tu padre en el rio, y tierra de 16 pueblos distintos, haciéndole una misa, pero esto no lo podemos hacer hasta las cuatro de la madrugada, por lo tanto quédate aquí y espera la hora.
Fueron al rio, dieron las gallinas al eggun del padre y después hicieron la misa. Al terminar orunmila le dijo:
ahora tienes que darle dos gallinas blancas a obatala y guineo y gallo blanco a Oduduwa.
Salió ogbe tuamora al camino y al llegar a un pueblo se encontró con un viejo apoyándose en un bastón y le dijo:
tengo que darle dos gallinas a obatala. El viejo le dijo: yo te acompañare y fueron a una casa que resulto ser la del viejito, y ogbe tuamora le dio las dos gallinas a obatala en su casa.
Entonces este le dijo; yo tenía mi casa perdida, pero tu me has ayudado, por lo que te voy a ayudar a ti, ven conmigo y fueron a las afueras del pueblo, allí ogbe tuamora observo que en ese pueblo gobernaban rayos del sol, y que la vida iba perdiendo la existencia.
Entonces el viejo le dijo que hiciera rogación con la guinea y el gallo empezando por olorun, al oírlo Oduduwa le dijo a Olofín que ahi estaba obanillo pidiendo auxilio, que solo el mensajero de Olofin podía rogar alli en ese pueblo y en esa forma. Olofin abrió las llaves de la virtud que estaban cerradas para ese pueblo y salieron las aguas corriendo por los cauces de los rios, y la vegetación comenzó a florecer y se salvó la vida y la existencia de ese pueblo, convirtiéndose ogbe tuamora en el okufa, el adivino de olofin.
Maferefun todas las personas que con su arte engalanan esta bella religion!!!