La palabra Osóbò es sinónimo de preocupación y muchas veces provoca temores
Generalmente el Osóbò se considera un mal augurio, algo malo que está por suceder. Muchos opinan que es la causa de todas sus calamidades, por lo que expresan con desasosiego: “Estoy Osóbò”.
La palabra Osóbò significa: “El amarró el Ìbò” (O-so-Ìbò) o sea, la persona no libero a Ìbò que representaba el Iré. El Beneficio sugerido quedo atado. Por ende, la nueva sugerencia es indagar si el Beneficio no manifiesto es producto de algún Maleficio que existe o que pudiera presentarse.
En ambos casos, el Maleficio que anuncie la adivinación, debemos evadirlo y evitar el factor causante. De esa forma, el Beneficio que quedó atado puede manifestarse. Si estamos Osóbò, o sea, si el Orí de la persona no liberó el Beneficio para que se haga visible, no siempre deberíamos considerar, con plena seguridad, que algo malo está a punto de ocurrir.
Se pudiera comparar con la siguiente realidad naturalista, por ejemplo: “Herbívoros como los Búfalos, los Antílopes, las Cebras y otros animales de presa, ponen especial atención a los repetidos y nerviosos aullidos de los monos encima de los árboles y al chirrido de ciertas aves. Lo consideran una advertencia respecto a la proximidad de algún felino u otros depredadores.
Esto, en el lenguaje de Ifá se traduce como “Osóbò” puesto que, advierte de la presencia de un depredador asechando en las cercanías, quizás oculto en la maleza o encima de algún árbol. A pesar de la señal de peligro, se salvarán aquellos que, por una correcta elección, logren escapar o evadir el ataque o quizás, se salvarán todos, por existir circunstancias favorables en el entorno. Además, la salvación de estas presas, está en dependencia de las habilidades propias de cada una de ellas, en la dirección correcta de huida o en la velocidad de escape”.
La Naturaleza habla a través de señales que se manifiestan constantemente en el entorno nativo. Estás señales se convierten en símbolos (Ìbò) que son utilizados en el lenguaje de Ifá y son interpretados por sus sacerdotes.
En fin, pudiéramos considerar el Osóbò como Evitar. Así, si vemos Osóbò Ijà: Se debería evitar una Reyerta. Si vemos Òna Burúkú: Se debería evitar caer en un mal camino. No significa que de seguro tendremos una reyerta ni caeremos en un mal camino. Esto nos enseña que no todos los que ven Osóbò sean susceptibles a recibir un Maleficio. En ambos casos, ya tratados, tanto para alcanzar el Beneficio como para evadir el Maleficio, dependen de los sabios consejos del sacerdote encargado y de la propia Elección (Orí).
Omolófaorò, Ègbé Ifá Ìranlòwò.