Orula, no solo es el adivino de la religión, en su momento vivió grandes aventuras en la tierra, acá te relato una de ellas
Apataki de Oragun-Meji
Un día en que Orunmila andaba buscando a su amigo Abalashe, el que recogía los Ikines, pues sabia cuales eran los mejores, llego hasta Nupe y allí se encontró con la Corte de Alapiau (Olofin), que andaba buscando a su hija Emeri, que se había perdido en el mercado. Entonces Orunmila le dijo a Olofin que si él encontraba a su hija, que se la diera por esposa, y Olofin accedió. Orunmila se fue al mercado e indago por la hija de Olofin, y le dijeron que hacia días la habían visto por allí, pero que desconocían a donde se había marchado.
Orunmila regreso a su casa y se hizo Osode y se vio este Ifa. Que le dijo de la desaparición de un ser extraño que parecía ser un caballero y era Egun disfrazado. Orunmila se puso al acecho vio llegar al mercado a un hombre muy esbelto el cual le pareció raro, entonces compro algunas mercancías y se marcho por un camino que llevaba a Ibusan Oku (el Cementerio).
Orunmila le siguió ocultamente, y vio que a poco de llegar dicho hombre al Cementerio, se quito su disfraz y resulto ser Orun en persona, quien después se dirigió a un hueco que había al pie de una Ceiba y se metió en el mismo.
Orunmila se acerco y vio que dentro del hueco, sentada sobre el secreto de Orun estaba keere (la Rana Toro) y atada con una cadena, se encontraba Emeri, la hija de Olofin, custodiada por un Egun.
Orunmila entonces, saco de su bolsa un poco de azufre y lo regó sobre el Signo de Oragun que trazo en el suelo y le dio candela el humo adormeció al Egun que estaba de guardia. Entonces le soltó la cadena a Emeri y salió con ella, pero resulto que por la magia del Ayi que ella tenia en el cuello, no podía hablar ni podía quitárselo, pues estaba puesto de tal forma que al cortarlo, le cortaba el cuello.
Aquel Aye ukulaba con el mismo sonido de Oro y entonces los guardianes de Oro podían saber donde sé hallaban los fugitivos, por esta causa, Orunmila y Emeri no encontraban lugar seguro donde reposar entonces Orunmila consulto a Ifa y le volvió a salir Oragun, que le marcaba rogación con: Akuko, Igui, Eyele Meji y que lo pusiera en ita merin (cuatro caminos).
Al poner allí su Ebo, oyó pasos, y escondido vio pasar a Oru que le decía a sus guardianes: Ellos no podrán escaparse, pues por el Aye yo sé donde ellos se encuentran, y ellos no saben que para poder cortarlo hay que lavarlo con esta hierba de la izquierda Ewe Eti Ologbo- Rabo de Gato), y con esta otra de la derecha (Ewe ibaigbo), y para que ella pueda hablar, hay que darle de comer Akeere (la gran Rana Toro), un pollito en una jícara. Pero ellos no lo sabrán y no podrán escaparse.
Cuando Orun se perdió de vista en el camino, Orunmila se fue y le preparo todo y salvo a Emeri, y con sus secretos derroto a los guardianes de Orun, quien al saber lo sucedido busco a Orunmila y pacto con él para que desde aquel momento fuera el encargado de custodiar su secreto. Orunmila se caso con la hija de Olofin y se quedo como guardián y asesor de Oro en la Tierra.