No es lógico el hecho que en un barco negrero, un esclavo en particular llevara consigo un Fundamento tan importante como lo es Olofin
Los factores sociales y religiosos que contribuyeron a la expansión de Ifá y al éxito de algunos Babalawos en particular, fue reflejada y conformada por lo que se considera la pieza clave para la reproducción de Ifá: Olofin. eventualmente se convertiría en el santo grial, la corona de cualquier Babalawo de movimiento que estuviera ascendiendo. Claramente las cabezas de las diferentes ramas de Ifá en Cuba, son recordadas ahora, por haber sido carismáticos y grandes líderes, iniciadores prolíficos, depositarios de grandes conocimientos y, en algunos casos, hombres adinerados.
Ellos podían alcanzar este estatus – y no en pequeña medida – porque se habían asegurado la pieza instrumental para la creación de Ifá y la llave oracular para las más profundas adivinaciones de Ifá: El Fundamento de Olofin (Alternativamente Olofin/Odun). Si Olofin existió o no en tierras yorubas como material autoritativo en los tronos, aun no es claro.
El término fue documentado en las tierras Yoruba, en 1848 y significaba “Dador de Leyes”. Es apenas mencionado por la etnografía a comienzos del siglo XX, como una de las tantas deidades Egbadó y está ausente en el estudio más amplio de Bascom. Sin embargo, en el influyente trabajo de E. Bolaji Idowu, (“The Supreme Being”) Olofin es integral en el complejo yoruba de “Altas Deidades”, como un título añadido o como alterno de Oloddumare. El nombre Olofin significa “Gobernante” y de acuerdo con Idowu, parece ser tan antiguo como Oloddumare, quien uno asume que es antiguo.
En Cuba, Olofin no solo se convirtió en uno de los miembros de la Trinidad de grandes dioses (Olofin, Olodumare, Olorun) con quienes los practicantes tenían la mayor intimidad, sino que también fue materializado como el fundamento principal de la Regla de Ifá. Muchos debaten la autenticidad de Olofin con posiciones encontradas en si Olofin proviene de África o si fue creado en Cuba.
Las narraciones de las piedras y los Ifá tragados en los viajes trasatlánticos, constituyen lo que se conoce como Las Narraciones de Continuidad de la Diáspora, mientras que las narraciones de los programas de reforma de los Cabildos e Ifáses reconstruidos en secreto, constituyen Las Narraciones de Transformación de la Diáspora. Claro ejemplo de esto, fue la reconsagración que realizó Ño Carlos Ade Bí de los Ikines de Adeshiná, para que este continuara como adivinador y sanador. Sin embargo, la sola posesión de los Ikines no garantizaba la transmisión generacional de Ifá. O sea, no se podía espiritualmente, autorizar la confección y consagración de nuevos Ifá. Aquí es donde entra el problema histórico de Olofin, el poder preeminente o Fundamento de la regla de Ifá. Olofín es nada menos que el Meta-fundamento que autoriza la reproducción de Ifá a través de la iniciación. Sin Olofin no existirían Ramas de Ifá. Teológicamente hablando, Olofin, que significa “Dueño de la Ley” es una de las tres facetas de la Trinidad Lucumí (Díaz Fabelo – Pichardo y Nieto – E. Bolaji Idowu). En la práctica, Olofin es materializado y entronado en la forma de una lata cargada espiritualmente.
Para poder comprender los hechos históricos que respaldan a Olofin, debemos comprender esto de acuerdo al ciclo de Transformación/Discontinuidad de las narraciones de la Diáspora, para las cuales, los ingredientes esenciales para confeccionar el Fundamento de Olofin, se habían perdido. Para poder fabricar Olofin (alternativamente Odu) en La Habana, una historia relata que Adeshiná, Oluguere Ko Ko, Ashadé y otros Babalawos, dependieron de un amigo y compañero íntimo de Adeshina llamado Salvador Montalvo. Montalvo, quien era adecuadamente apodado “Odun” hizo por lo menos un viaje de retorno a su antiguo reino de Ilé Ifé y se aseguró los ingredientes necesarios para la confección del Fundamento. Otros creen que fue el mismo Adeshiná quien regresó a África y otros creen que fue Ologuere quien intentó regresar a África, pero murió en tránsito en México. Estos viajes trasatlánticos no eran desconocidos durante el período (Finales del Siglo XIX) y a menudo resultaban en “Reformas” para las tradiciones del Nuevo Mundo Sarracino). Por ejemplo, el Babalawo Ño Ernesto Noriega (No se sabe si era criollo o africano), regresó a Cuba de un viaje de África, trayendo consigo importantes objetos sagrados. Estos incluían Bastones de Eggun adornados con nueve campanas y nueve colores y es a quien se le acredita el reestablecimiento de la tradición en Cuba (Ortiz).
De acuerdo al ciclo de continuidad de las narraciones de la Diáspora, la llegada de Olofin a Cuba, es paralela a la llegada de “las piedras e Ifases tragados”. Dos escritores creen que Babalawos africanos, incluido Francisco Villalonga Ifá Bí, llevaron sus secretos de Olofin a Cuba en los barcos negreros en el siglo XIX (Bolívar Aróstegui y Cañizares). De acuerdo al difunto Feliberto O’Farril (Oshe Meyi), él tenía el Ékuele que se cree que utilizó Villalonga alrededor de la cintura para el viaje trasatlántico. El Ékuele Trasatlántico de Ifá Bí fabricado con nueces de palma africana, encuentra a su opuesto en el Ékuele confeccionado con cáscaras de naranja y ramitas de uva de Ño Carlos Ade Bi en una plantación. El portador del Fundamento de Olofin Francisco Villalonga Ifá Bí la figura de continuidad de difusión de “Una Vía”, encuentra su opuesto en Salvador Montalvo “Odun” la figura de “Transformación” de la narrativa de difusión de “Dos Vías”. La primera narración coincide con la escuela de difusión de Herskovits (1941) y la segunda coincide con la escuela de difusión de Mintz y Price (1976) y con el trabajo más reciente de Paul Gilroy (1993). Dos historias dramáticas una con continuidad y reinstalación directa y la otra con discontinuidad, cruces por el Atlántico y reconfección. Ambas buscan explicar los orígenes y continuación de Ifá, entre las generaciones de africanos. Las historias de transmisión de Ifá a través de seis generaciones son igualmente dramáticas.
En las primeras décadas de los años 1880 y las primeras de los 1900, había pocos Babalawos en La Habana, probablemente no más de cuarenta. Si lo escrito por Bascom en 1948 acerca de que existían unos 200 Babalawos en La Habana, casi todos ellos tuvieron que ser iniciados en las dos primeras décadas de los años 1900, con excepción de Asunción Villalonga (Ogunda Masá) iniciado en 1880.
Hasta los años 1940’s o comienzo de los 50, la posesión del Fundamento de Olofin, era rara. Su posesión estaba altamente restringida dentro de la jerárquica regla de Ifá. Se cree que la cabeza mayor dentro de cada rama de Ifá, era quien poseía el Fundamento de Olofin, el cual suministraba el medio espiritual y la autorización de iniciar a los sacerdotes de Ifá.
Para las primeras décadas del siglo XX, no había más de 16 Olofistas. Se cree que los primeros Olofin confeccionados en Cuba, fueron hechos en conjunto en el último tercio del siglo XIX, por los líderes africanos de Ifá, que incluían a Adeshina, Oluguere y Ashadé. Los primeros herederos de estos Olofin recién nacidos se puede incluir a Asunción Villalonga, Tata Gaitán, Esteban Fernández Quiñones, Marcos y Quintín García, Ramón Febles, Periquito Pérez, Bernabé Menocal y Bernardo Rojas.
La iniciación de Babalawos estaba limitada y se legitimaba a través del control sobre el uso y entrega de otra pieza crucial: El Kuanaldo (Cuchillo). De acuerdo a las reglas de Ifá, el Babalawo primero debe tener cuchillo y permiso del cabeza de su rama, para iniciar a otros o sea, para comenzar una nueva “Casa de Ifá”. Para poder habilitar una iniciación específica, el babalawo en cuestión, debía pedir prestado el Olofin de la Rama, si este no la había recibido. Para poder pedir prestado el Olofin, se debía pagar un derecho a la Rama. De acuerdo al protocolo, hecho tradición en La Habana, el Olofin de la rama, sería heredado por el hijo más viejo del Olofista difunto, si era Babalawo y si no, entonces por el Ahijado más viejo de ese Olofista. La identidad y capacidad de este vástago, sería confirmada por la adivinación de Ifá durante el Itutu del difunto y ratificado por los miembros sobrevivientes de la Rama, de acuerdo a la buena Moral del heredero.
Luego el heredero, se le hacía entrega del Olofin, a través de ceremonias especiales de entrega (La Adjudicación) y el heredero debía pagar una serie de ceremonias fúnebres (honras) al difunto. En la práctica, este proceso ha sido sustituido por las polñiticas dentro de la rama y ambiciones de poder personal.
Con la posesión legítima de un Olofin y el Kuanaldo, el babalawo no tendría que pedir prestado el Olofin para poder hacer una iniciación. Aun cuando no se podía negar el uso del Olofin de la rama, los cabezas por lo general lo hacían por capricho, prejuicios o política. Por consiguiente, el pedir prestado un Olofin podía ser algunas veces, una posición humillante dependiendo de la reputación del que lo pedía y la actitud del cabeza de rama. En contraste, la posesión de Olofin podía permitir a su dueño una independencia completa de su padrino de Ifá o de su rama, ya que era el Cabeza de una nueva rama y su estatus y reputación eran una clase de “Grande” local.
Las dos primeras generaciones de Babalawos Lucumí criollas, mantuvieron fuertes restricciones en la diseminación y uso del fundamento de Olofin. Con esto se pretendía mantener la jerarquía tradicional de autoridad, para controlar los procedimientos de iniciación y la diseminación de los secretos de Ifá y más importante, asegurar el carácter de los babalawos como Hombres de verdad – o sea sin homosexuales y afeminados – en la Regla de Ifá. Dentro de la regla, se sabe que Bernardo Rojas era uno de los más estrictos en el control sobre la entrega de Olofin.
Sin embargo, alrededor de 1945, uno de los más poderosos Babalawos de La Habana de nombre Miguel Febles Padrón, comenzó a cambiar todo esto sobre y por encima del veto de Bernardo Rojas, quien insistía que la confección liberal de fundamentos de Olofin era una “Profanación”. El fabricante rebelde de fundamentos de Olofin, transformaría él solo, la Regla de Ifá, poco después que la era de Bernardo Rojas llegaba a su fin.
Bernardo Rojas, Tata Gaitán, pero más a menudo su Hermano Panchito Febles, se sentían impulsados a controlar los caprichos y ambiciones del impetuoso y fuerte bebedor “Miguelito”. Tanto Panchito como Miguel, eran llamados frecuentemente por otras ramas, para que fungieran como Oba en las iniciaciones de Ifá en casi todas las ramas de Cuba.
Por muchas razones, Miguel Febles se convirtió en el puente crucial entre las generaciones de Ifá más viejas y conservadoras, que para los 1940’s ya casi habían muerto y las nuevas generaciones de comienzos de los 50 hasta comienzos de los 80.
Como un ascendente Babalawo en La Habana, el primer movimiento estratégico de Miguel Febles, fue quitarle de las manos el Olofin de su padre a su hermano mayor Panchito Febles, quien lo había heredado por derecho propio cuando su padre murió en 1939. Aun cuando Miguel tomó el fundamento de Olofín de su auténtico heredero, el gentil y diplomático Panchito, renunció al derecho y este fue Adjudicado a Miguel. Con esto, Miguel Febles se hizo extremadamente poderoso a finales de los años 40, no solo por su conocimiento de la Liturgia de Ifá y su agresivo uso de la hechicería, para controlar a sus rivales. Adicionalmente, Miguel se convirtió en la fuente central de entregas de Olofin en la historia de la Isla. El alcanzó por sí mismo, el poder de elegir quien recibía Olofin – a menudo con pagos onerosos – y bloquearía otras fuentes, particularmente a aquellas a las que él les había entregado Olofin.
Conclusiones
Con los hechos históricos descritos, somos más afines con la teoría que los secretos de Olofin fueron buscados en tierras nigerianas por Salvador “Odun” Montalvo. No es lógico el hecho que en un barco negrero, un esclavo en particular llevara consigo un Fundamento tan importante como lo es Olofin. Suponemos que los mismos tratantes, lo hubiesen tomado y tirado al mar, más cuando se trataba de un fundamento de una religión pagana y estos tratantes de esclavos eran Católicos, amén de los serios problemas que pudo haber causado esto en un barco lleno de esclavos. El motín a bordo hubiese podido alcanzar dimensiones gigantescas con estos esclavos “Defendiendo” un atributo sagrado.
Muchas personas desconocen a esta divinidad como tal, pues en los Ese Ifá yoruba siempre habla Olofin como un rey (el rey del castillo), pero no podemos menospreciar la sabiduría que se conserva en el Ifá Afrocubano, cuando habla de Olofin como una divinidad representante de Olodumare en la tierra. Así como existe Olorun (el rey de Orun, del cielo), existe Olofin, (el rey de la tierra). Para nosotros Olofin es la dualidad de dos entidades, una masculina y otra femenina, ya que él fue capaz de crear ambos géneros.
En muchos Estados de Nigeria, esta divinidad no se entrega, ya que en muchos lugares este representa al rey del castillo, por lo que el Oni, por esta condición, es el rey de la tierra, o sea es Olofin. Sin embargo, en Oyó esta divinidad se entrega con un parecido al de Cuba, variando el contendor que no es hecho de metal, por lo que no podemos tomar como única, la opinión a un tradicionalista de un Estado de Nigeria o de un linaje determinado de Nigeria. Somos de la opinión que en Nigeria existe mucha riqueza de donde podríamos obtener rezos, cantos y hasta ceremonias perdidas, pero esta riqueza no la tiene un solo linaje y mucho menos un solo hombre, ya que a Cuba llegaron muchos linajes y naciones diferentes. Basándonos en la lógica de la búsqueda de secretos a África, no podríamos creer consistente el hecho que los africanos que llegaron a Cuba, al obtener la libertad, fuesen a buscar una divinidad a Nigeria, solo para recrear una inventada por ellos, y así lograr sus iniciaciones.
Así como Olofin, también hubo un tiempo en que muchos Neotradicionalistas decían que Oduduwa no existía, que este solo había sido un rey de Ile Ife, etc. Muchos estudios, incluyendo los del coautor de este libro, Oluwo Leonel Gámez, han encontrado evidencia de la existencia de Olofin en Nigeria. Con el tiempo, se fueron dando otras “necesidades” para la Tradición Nigeriana y hoy en día, hacen entrega de Oduduwa en Nigeria.
Para los afrocubanos, muchas divinidades son las mismas con otros nombres, con otro culto. Oduwa fue una divinidad que tuvo participación en la creación de la tierra, sin embargo, muchos de los escritores Yoruba actuales, le atribuyen todo el trabajo a Orunmila. Oduwa para los afrocubanos representa la tierra, Obatalá el aire y ambos representan las dos capas que conforman la tierra, la capa inferior como una jícara boca arriba, es representada por Oduwa, la parte de arriba, como una jícara boca abajo encima de la otra representada por Obatalá.
Muchos misterios se manejaron de una forma diferente. Por ejemplo, muchos dicen que en Cuba se hace Ifá con Oduwa y no con Odu. Esto es algo, que si se estudia a fondo, podría dar algunas respuestas. ¿Por qué? Tendríamos que volver a preguntar entonces ¿Con que consagran los tradicionalistas Nigerianos? con Igba Odu, llamada también Odu Iwa y si analizamos la palabra Oduwa ¿Como quedaría? Odu iwa, o sea, que esto sería un secreto que tiene que ver con Igba Odu, ya que Oduwa, particularmente con ese secreto en la Jícara (Igba) en Cuba es asociado de forma femenina y como esposa de Obatalá.
En Cuba se decía que se podía consagrar con Oduwa, pero esto era posible solo cuando no se tuviera Olofin en esa casa o Rama, porque Olofin tenía la dualidad que no tenía Oduwa. Solo tenemos que analizar que en el secreto de Olofin vive Odu y vive Olofin (divinidad como tal). Claro está, que siempre fue llamado Olofin por atribuírsele un nombre del creador, sin embargo en las viejas libretas, también se le llamaba Odu (Ortiz). Además, cuando se realizan sacrificios a Olofin, para todo se menciona a Odu. De hecho, hasta cuando se le tira a Coco a Orunmila decimos: “Odun Eru Ale” (Odu soy tu esclavo). Sabemos que la divinidad Odu como se entrega en Nigeria tiene mucha diferencia con los objetos que tiene Olofin, pero la finalidad es la misma. También se habla de otro tipo de Odu en Nigeria (que se investiga actualmente) el cual también es depositado en un contenedor cerrado.
La intención de este ensayo es hacer ver que cuando se critica lo que pasa en una vertiente, se tiene que conocer lo que sucede en la otra, porque estas son cosas que pasan en todas las vertientes con el mismo desarrollo y aunque no es lo adecuado, creo que no se puede negar. Esperamos que con este ensayo, ambas partes, tanto tradicionalistas africanos como afrocubanos, aprendamos a convivir respetando nuestras respectivas tradiciones y no caigamos más en descalificaciones porque tengamos un manto de ignorancia cubriendo nuestros ojos.
Ahora pregunto ¿Qué es lo que tenemos que cambiar del sistema afrocubano completamente? ¿Cambiamos aquellas escrituras afrocubanas que hablan de cosas católicas por otras africanas que hablan de unas y otras religiones también diferentes a Ifá? Suponiendo se lograra convencernos de que nos deshagamos de las escrituras cubanas que hablan de la religión cristiana
¿Qué hacemos con las escrituras africanas que no solo hablan de los cristianos, sino también de los musulmanes?
Nuevamente insistimos que nuestra intención no criticar al Ifá Tradicional Africano, al cual tenemos en alta estima. Estos temas se exponen porque no podemos permitir que personas de ambas tradiciones, completamente ignorantes del Ifá afrocubano y también del Ifá africano, traten de mancillar una u otra tradición. Si bien es cierto que este ensayo está dirigido a que los practicantes de la tradición afrocubana, sepan que nuestras riquezas culturales tienen una razón de ser y porque deben ser defendidas, no es menos cierto que nuestros amigos de tradición africana, pueden aprender algo de su propia tradición sin tener que deslucir a ninguna. Si se van a ver los defectos, veámoslos todos y no solo los de una parte, porque debemos recordar que hay tres tipos de verdades: Tu verdad, Mí verdad y La verdad. Esperamos que hayan disfrutado la lectura y un abrazo a todos,
Capitulo del libro: Defendiendo Nuestras Tradiciones I por los Oluwos Leonel Gamez Osheniwo y Aguila de Ifa que puedes descargar a continuación:

Defendiendo Nuestras Tradiciones - Leonel Gámez Osheniwo y Águila de Ifa
Obba La She ::.. Nerly Yojanna