Este ha sido un tema tocado muy por encima, pero creo que es hora que vayamos prestándole un poco más de atención
Dentro de las prácticas mágico-religiosas y no solo en nuestra religión, el poder de la palabra es de suma importancia. Se considera extremadamente poderosa
En lo primero que vemos la importancia de las palabras, es cuando hacemos las invocaciones. Una larga Invocación (Moyugba) es hecha, para poder obtener el permiso de Oloddumare, de todas las deidades, de todos los Eggun, nuestros padres y hasta de nuestros padrinos y madrinas. No hay Moyugba, en la que no solicitemos verbalmente, que se nos dé la bendición (Ashé) para todo lo que vamos a hacer. Sin pedir estas bendiciones, no estaremos haciendo nada. Es claro entonces, que con el poder de la palabra, podemos llamar a las deidades para que vengan a socorrernos.
Esto te da una idea general, de lo importante que pueden ser las palabras para nuestra práctica. Cuando estamos haciendo estas peticiones, estamos arrojando nuestros pensamientos y vibraciones emitiendo o dando forma a nuestros a nuestros deseos. Una vez que sepas el poder real de las palabras, sabrás que estas pueden afectarte a ti y a otros, porque tienen la habilidad de dirigir y controlar energía hasta cierto punto. Esto te dejará comprender, el porqué cuando te están haciendo una obra, el Babalawo u Olorisha te dice que pidas. Ese poder de la palabra, acompaña invariablemente a todas las obras y Ebbó que hagamos. Debido a esto, las palabras tienen propiedades mágicas. Las palabras son tan fuertes que si bien es cierto que Oshe Otura lleva nuestros Ebbó a los pies de Olofin, es su hermano Otura She el que da fuerzas e impulsa nuestras plegarias para que sean oídas.
Las palabras contienen la fuerza más poderosa que posee la humanidad. Podemos elegir utilizar su fuerza constructivamente con palabras de aliento, o destructivamente utilizando palabras negativas. Las palabras poseen la habilidad y el poder de ayudar, de sanar, de obstaculizar, de dañar y de humillar. No en vano el Odu Obbara Meyi, nos habla de este tema y como las palabras pueden hacer bien o mal. Dice Obbara Meyi:
Orunmila fue a la plaza para hacer compras para darle de comer a los hijos de Obbatalá, pero le faltaba la comida que tenía que poner a Babá en eso vio una lengua de vaca, la compró y la sazonó muy bien así como todas las demás comidas.
Empezaron a llegar los invitados llenos de regocijo y llegó Babá preguntando por su comida, Orunmila le contestó que ya se la tenía arreglada y le presentó la lengua de vaca. Babá reconociendo dicho manjar, le preguntó a Orunmila: “Dime, ¿Eso es lo mejor del mundo según tú dices?” Y Orunmila le ratifica que con la lengua se dice todo lo bueno y que con la lengua se daba el Ashé. De esta forma Obbatalá quedó conforme.
Al poco tiempo, Obbatalá le pidió a Orunmila que le hiciera otra comida que fuera buena para todos sus hijos y que para él le pusiera la más mala que hubiera en el mundo.
Orunmila fue a la plaza y compró todo lo necesario y para Obbatalá compró la misma lengua y se la arregló igual. Cuando llegó la hora de la comida, todos se sentaron a la mesa. Obbatalá le pidió su comida Orunmila, quien en la fuente le presentó la misma lengua.
Obbatalá molesto, lo amonestó diciéndole que cómo le había presentado la misma comida que le había dicho antes que era la mejor. Orunmila tranquilamente le contestó a Babá que era muy cierto; pero que una mala lengua desgraciaba a una persona y que se hundía una nación por ella y en fin todo se dañaba y que con la lengua buena se salvaba la humanidad. Entonces Babá le dio el régimen de este Ifá.
Como puedes ver, una lengua buena te llena de bendiciones y cosas buenas y una lengua mala, te puede causar serios problemas ¿Por qué? Por el poder de la palabra. Muchos son los Odu que indican a la persona, que no maldiga o que no le desee mal a nadie, ya que Ifá contempla y sabe que el poder de la palabra, puede llegar a ser muy destructivo. De hecho, nunca debemos buscar ser maldecidos por personas mayores, porque eso… si está justificado, sería lo más difícil de quitarnos de encima, a tal punto que pudiera resultar imposible hasta para el propio Orunmila, como muchas veces nos muestra Ifá. Claro que de la misma forma, las bendiciones recibidas por ancianos, nos pueden llevar a la cúspide, tal como nos lo muestra el Odu Ogbe Kana.
Ogbe Kana baja a la tierra. Erinkui ton XXX XXXX, Ere keni oje tere XXX XXXXX XX XXX. Estos fueron los Awó que adivinaron para Ogbe Kana, cuando este dejaba el cielo para venir a la tierra. Ellos le dijeron que hiciera sacrificios para poder vivir mucho tiempo en la tierra y evitar así el riesgo de arruinarse a sí mismo. Él se negó rotundamente y hasta llegó a jurar que sacudiría y refrescaría al mundo, que por aquella época se reportaba como muy caliente.
Al llegar al mundo, realmente le hizo la vida muy difícil a las personas. Las personas de su localidad se reunieron y fueron a ver al médico, para que les dijera que hacer con Ogbe Okana. Este les dijo que el Awó viviría treinta años. No satisfechos con esto, fueron a ver al sacerdote adivino, que les dijo que por lo menos viviría 20 años.
Puesto que aquel era el único Awó de aquellos alrededores, ellos decidieron ir a él para saber como acabar con Ogbe Kana. Le preguntaron como hacer para acabar con su enemigo. Él les dijo que aquel hombre estaba preparado para la muerte y les aconsejó que hicieran sacrificio y así lo hicieron. Al poco tiempo, Ogbe Okana murió para reencarnar en Ifé, donde le habían dicho que hiciera un banquete con Chiva y le diera una ofrenda a Echu.
Oni Maatee Ifá mi, kutu Owuro Oni maa, Gbogbo Re, estos fueron los Awó que adivinaron para Ogbe Okana cuando fue a la tierra de Ifé. Le dijeron que hiciera fiesta a los ancianos de Ifé, con una Chiva. Él hizo la fiesta y los ancianos oraron por él, le aclararon el camino para que pudiera practicar su arte de Ifá. Él se hizo famoso.
Como podemos ver, las palabras transformadas en maldiciones, pueden acabar con la vida de una persona y de esta misma forma las palabras transformadas en bendiciones y oraciones, nos pueden llevar al éxito en nuestras empresas, por lo que en esto vemos el poder incuestionable de la palabra. Es por ello entonces, que la próxima vez que pidas un deseo con palabras, querrás pensarlo dos veces antes de hacerlo, ya que como dicen por ahí, “cuidado con lo que pides”.
La palabra, puede ser utilizada en todo tipo de encantamientos, que incluyen protección, bendición, maldición, hacer daño y remediar. Sin embargo hay un poder de la palabra que mucho novatos, tienen que comenzar a cuidarse, por lo que resulta extremadamente peligrosa a su bienestar. Me estoy refiriendo al poder de la palabra utilizada en su capacidad para trasmitir mentiras, tratando de captar tu atención y decirte algo que en realidad no es cierto.
Es una pena que hoy en día la palabra sea usada por personas para insultar, mentir, discriminar o falsear no solo la realidad, sino también nuestra religión, pues ninguna palabra de este planeta merece tal utilización. Esto lo hacen con la intensión de timar a los novatos, con obras y consagraciones que no existen y solo buscan dinero y no tu bienestar. Por ello, es que debes tener cuidado con este tipo de personas, que se hacen pasar por religiosos, pero usan el poder de su palabra, solo para engañarte. Camina con cuidado y estudia, ya que ese es el mejor antídoto en contra de estos delincuentes.