Orígenes del pueblo Yoruba, su cultura y religión

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Orígenes del pueblo Yoruba, su cultura y religión

Una cadena de evidencias lleva a la conclusión que ellos tienen que haberse establecido durante muchos años en aquella parte del continente conocido como el Antiguo Egipto

Muchas son las versiones históricas que nos hablan de los avatares del pueblo yoruba en la oscura y denigrante época de la esclavitud (aproximadamente entre los siglos XVI y XIX dC), así como de las consecuencias transculturativas que este masivo movimiento humano trajo como resultado en el llamado Nuevo Mundo, lugar por excelencia donde iban a parar la mayoría de los esclavos africanos, y donde se fusionaron disímiles culturas que dieron al traste con la formación de identidades culturales autóctonas muy bien definidas, así como con la formación de importantes sincretismos religiosos. Al respecto podemos asegurar que esta historia está bastante bien trazada, pues son muchos los escritores que se han ocupado de hablar de ella en los últimos decenios. Y, también podemos afirmar que el conocimiento de la misma es de vital importancia para todos aquellos seguidores de las tradiciones religiosas Orisas en general, pero en especial para aquellos que, de alguna u otra forma, se encuentran bajo la influencia directa de cualquiera de los sincretismos yoruba-católicos del Nuevo Mundo.

Sin embargo, la historia que intentaremos abordar aquí es una historia muy diferente a la mencionada en el primer párrafo. Se trata de los orígenes ancestrales de ese pueblo yoruba que desde la antigüedad nos transmite sus inestimables valores culturales y religiosos. Pero trazar esos orígenes con exactitud, determinar períodos y lugares históricos, la génesis de ese misterioso pueblo, resulta una tarea muy complicada por el momento. Al respecto el investigador Michael Crowder afirmaba que “mientras la arqueología de Nigeria siguiera en pañales, sería muy poco lo que podríamos decir científicamente sobre el origen de los yorubas”.

En correspondencia con la falta de información científica sobre los antecedentes históricos de esta etnia africana, su cultura y religión, nos encontramos con diferentes hipótesis que intentan explicar su génesis. Así nos encontramos con diversas teorías que coinciden en que los yorubas eran inmigrantes que en tiempos remotos llegaron a tierras del Africa Occidental procedentes de tierras lejanas del este o del noroeste. Los países elegidos por algunos investigadores como el lugar de procedencia de los yorubas son algunos de Asia, Egipto y el Sudan.

Según el sultán Bello de Sokoto los yorubas son descendientes de los remanentes de los hijos de Canaan, que eran de la tribu de Nimrod, y la causa de su establecimiento en el oeste de Africa fue como consecuencia de haber sido conducidos por Yaa-rooba, hijo de Kahtan, fuera de Arabia hacia las costas del oeste entre Egipto y Abisinia.

Según la misma fuente, desde ese lugar ellos avanzaron hacia el interior de Africa, hasta que alcanzaron Yarba, lugar donde fijaron su primera residencia. Dicen que en su camino ellos dejaron, en cada lugar que paraban, una tribu de su propio pueblo. De esta manera se supone que todas las tribus de Sudan, que habitan en las montañas, son descendientes de ellos, como también lo son los habitantes de Ya-ory. Sin embargo, para algunos esta hipótesis no se sustenta porque ni tan siquiera puede soportar un test histórico ni lingüístico.

A pesar del fantástico carácter de la opinión del sultán Bello, en general su declaración de que los yorubas descienden de los remanentes de los hijos de Canaan, que eran de la tribu de Nimrod, demanda una más profunda consideración. La investigadora Miss Mary Kingsley ha discutido tal declaración, y ha alegado evidencia conduciendo a la probable conclusión de que los Benins (y consecuentemente todos los yorubas), eran hijos de Canaan.

El Dr. Farrow también ha recogido interesantes hechos sobre las tradiciones, mitos, costumbres, idiomas y sacrificios de los yorubas que muestran distintas huellas Semíticas. Comentando estos hechos dice: “aunque ellos no necesariamente presentan ningún rastro de origen Semítico, todo parece indicar que los hebreos Semíticos y los yorubas negros pertenecen a ramas que en el mismo primer período estaban unidas en un tronco común”.

Sir A. C. Burns, refiriéndose al profesor Leo Frobenius, el explorador alemán de Africa, dice que: “es probable que los yorubas no fueran originalmente de sangre negra”. Esto sugiere que los yorubas estaban en un tiempo en Asia, y que ésta puede ser considerada su patria original. Y, la probabilidad se fortalece más por el hecho de que el nombre de Nimrod, corrompido por la lengua yoruba hasta “Lamurudu”, figura destacadamente en la mitología yoruba.

Otros consideran a Caldea como la patria original de los yorubas, poniendo énfasis en ciertas similitudes idiomáticas y costumbres entre hebreos y yorubas, y por ello sugieren de una manera indirecta que éstos también pudieran ser de origen palestino. Otras aseveraciones hablan también de que la patria original de los yorubas estaba en el territorio situado entre el Eúfrates y el Tigris.

Pero, mientras es dudosa la teoría de que el origen asiático sea correcto, no puede haber duda de que los yorubas estaban en Africa desde una época muy temprana. Una cadena de evidencias lleva a la conclusión que ellos tienen que haberse establecido durante muchos años en aquella parte del continente conocido como el Antiguo Egipto. Y, los hechos que llevan a esta conclusión pueden ser agrupados bajo los siguientes antecedentes de irrefutable valor:

A.- Similitud de lenguas entre egipcios y yorubas.

B.- Similitud de creencias religiosas.

C.- Similitud de ideas y prácticas religiosas.

D.- Supervivencia de costumbres, de nombres de personas, lugares, objetos, etc.

Como hemos visto, son múltiples las versiones que le atribuyen a los yorubas un origen árabe, partiendo de ciertas semejanzas con los egipcios en cuanto a la lengua, la religión, algunas tradiciones, el arte y otros elementos de la cultura, además del carácter de las ideas de gobierno.

Al respecto el investigador inglés P. Amaury Talbot, en su libro “The Peoples of Southern Nigeria”, describe la existencia de dos oleadas principales de emigrantes yorubas hacia Ilé-Ifé. La primera arribó al sur de Nigeria en el segundo milenio aC., Y según él, pudo haber sido debido a movimientos tribales que tuvieron lugar por la conquista egipcia de Arabia. Una rama de los yoruba, actualmente llamada Igara, se movió al sudeste hacia la confluencia del Níger y Benue; pero el grupo principal fue a parar a Ilé-Ifé.

Talbot sigue señalando que la segunda emigración oyó-yoruba, de raza negra, llegó a Ilé-Ifé entre el 600 y el 1000 dC. , Procedente del este y que trajeron entre otros utensilios el conocimiento del trabajo en bronce. Al parecer esta segunda ola trajo consigo un desarrollo cultural que dio lugar a las familias gobernantes entre los yorubas. Es el período de Oduduwa, a quien Talbot califica de “líder capaz, cuya personalidad fue tal que le permitió conquistar el pueblo Igbo, por aquel entonces habitante de Ilé-Ifé, afirmando que de esta forma se establece la primera dinastía yoruba”.

Esta última teoría coincide con la del investigador Basil Davidson el cual refiere que es muy posible que en el siglo VI dC., un grupo de emigrantes de la destruida civilización Meroita haya arribado al territorio de Nigeria. Dichos emigrantes, muy posiblemente arribaron a territorio yoruba a través del Sudan desde el Nilo medio al Níger medio. La civilización de Meroe, localizada al sur de Egipto estaba muy influenciada por la cultura de dicha civilización y se ha establecido arqueológicamente que la mayoría de los atributos de la religión egipcia están presentes también en la religión yoruba. La religión egipcia se cree que contenía elementos revelados por seres superiores a los iniciados de Egipto (Pauwels & Bergier, 1968.)

Basil Davidson escribe: “Los pueblos migratorios probablemente utilizaban esta ruta (la del Nilo medio y el medio Níger), desde tiempos inmemoriales… hace dos mil años o más. El clima y la vegetación debieron de ser más suaves y acogedores para los viajeros transafricanos que en la actualidad. Y, llegaron por este camino desde el principio de los tiempos; y sus creencias y sus inventos llegaron con ellos”.

Paralelamente a la fuerte teoría del origen egipcio de los yorubas (a nuestro parecer la más sólida y probada de todas), existen otras hipótesis entre las cuales citamos la de M. Omoleya, quien asevera que como resultado de investigaciones arqueológicas llevadas a cabo en territorios de Nigeria, se deduce que la región fue habitada hace más de cuarenta mil años, o incluso, desde 65000 años aC. Lo cual proyecta mucho nuestra imaginación. A esta civilización se la ha considerado, en parte, la cultura No. Y, se asegura que esta cultura fue visitada por los yorubas, entre el 2000 y el 500 aC. También se especula que el grupo estaba dirigido por el rey Oduduwa, quien se asentó de un modo relativamente pacífico en la ya establecida Ilé-Ifé, la ciudad sagrada de los yorubas. A este período se le conoce como la Edad del Bronce.

Otras teorías sobre el origen de los yorubas pueden ser citadas como por ejemplo la del profesor Babatunde A. Agire, quien sustenta la hipótesis de que el hombre yoruba vivió en algunas partes de Yorubaland, desde el final del período de la Edad de Piedra, y para ello se apoya en los estudios hechos en los restos de un esqueleto humano y artefactos encontrados en Iwo Ileru.

Esto muestra que la zona fue habitada de manera permanente desde el 8000 aC.  hasta el 500 dC.

Las teorías que sitúan a los yorubas en Yorubaland o en territorios de Nigeria en épocas tan remotas (¡hasta 65000 años aC!.), temerosamente intentan responder a aquellas interrogantes que muchos egiptólogos se hacen, las cuales son relativas a los orígenes de los propios egipcios. Cómo se puede observar, quienes enfocan el tema yoruba desde este ángulo que pudiéramos llamar “prehistórico”, insinúan claramente que, ¡los propios egipcios pudieran haber sido descendientes de los yorubas!.

Lo analizado anteriormente se refiere estrictamente a la vinculación histórica mirada desde un ángulo puramente científico-especulativo, desvinculado totalmente de las evidencias mitológicas. Si nos guiásemos por estas últimas tendríamos muchas versiones más sobre la génesis del pueblo que nos ocupa. Sin embargo, por considerar este tipo de evidencias “demasiado subjetivas”, hemos preferido no abordarlas por el momento en el presente trabajo. Para concluir esta primera parte sobre la génesis yoruba nosotros preferimos volver sobre lo que a partir de ahora denominaremos “la conexión egipcia”, porque defendemos íntegramente la teoría que habla del origen egipcio del pueblo, la cultura y la religión del legendario pueblo africano objeto del presente estudio.

Por último, a continuación ofrecemos una relación de nombres de Orisas yorubas y sus deidades egipcias equivalentes, procedente de estudios realizados por J. Olumide Lucas, con lo cual podrá apreciarse claramente la estrecha vinculación existente entre ambos sistemas religiosos.

Oranyan, se relaciona con Ra.

Orisa Beku, se relaciona con Horus Bakhu.

Aje Saluga, se relaciona con Salug.

Olorun, se relaciona con Oni-Orun (Horu), Sr. Del cielo, título de Osiris.

Osun, relacionado con Osi, derivado de Shu y Osiris.

Osu, relacionado con  la diosa de la luna Khonsu.

Olodumare, relacionado con Almighty, o Du, la montaña más alta, exaltando al personaje.

Esu, relacionado con Shu o Set.

Obalufon, relacionado con Tifón, Tuphon.

Orisa, relacionado con Horus-Set.

Elegbara, relacionado con Khepera.

Bara, relacionado con Ra.

Amunibuwa, relacionado con Amon.

Oke, relacionado con Horus-Bakhu, el dios de la montaña.

Sugudo, relacionado con Shu, Khu, y Du.

Ifá, relacionado con Nefer, Openifa.

Orungan, relacionado con Horu.

Orunmila, relacionado con Hrum-la.

Odi, relacionado con Ot y Od.

Obatalá, relacionado con Khnum.

Oduduwa, relacionado con Du, Duat y Mut.

Yemoja, relacionado con una deidad del Nilo.

Olokun, relacionado con Okun, derivación de Khu.

Olosa, relacionado con Sa.

Ogun, relacionado con Khu.

Osun, relacionado con Shu.

Sopono, relacionado con Shu, Sut, Puanit y Punt.

Jakuta, relacionado con Khu y Ptah.

Osumare, derivado de la deidad egipcia Shu.

Orisa Oko, relacionado con Osiris y Min.

Oro, relacionado con Orion.

Ita, relacionado con Neter.

Eluku, relacionado con Khu.

Agemon, relacionado con Geb-Amon.

Egungun, relacionado con Khu.

Gelede, relacionado con Geb.

Ibeji, relacionados con unas deidades gemelas egipcias.

Olori Merin, relacionado con la Cuatro Deidades Elementales Egipcias.

Osain, relacionado con Sahu

 Obba La She ::.. Nerly Yojanna 

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