Cada quien, de forma independiente y sin que nadie se lo tenga que decir, debe rendirle honores a la honestidad, para poder sentirse limpio ante Olódúmáré y las deidades que veneramos en nuestra religión
La religión yoruba no tiene estatutos legales que regularicen el proceder de sus sacerdotes y seguidores y por eso, el comportamiento de cada quien debe ser algo que nazca en cada uno de los que reciben el título de Babalawos, Olorisas y de quienes son seguidores de la religión, de tal manera que no debemos hacer lo que no nos gusta que nos hagan y es de sentido común, que nadie le debe hacer a alguien otros trabajos para los que no está preparado, porque nadie puede hacer lo que no sabe hacer.
Entrar a nuestra religión, debería considerarse como entrar a un mundo de respeto a Olódúmáré (Dios) y su creación y en consecuencia, cada criatura creada por Dios debe ser tratada con respeto, desde las plantas y animales, hasta nuestros semejantes.
En lo que se refiere a las plantas, nosotros no las arrancamos, si no es para darles un buen empleo. De hecho, hace unos años atrás (y aun lo seguimos haciendo quienes tenemos ese hábito), se le pedía permiso a Osanyin (Ozaín), la deidad de las plantas16, para cortar la planta en cuestión. Esto se hacía dándole sus respectivos derechos en el lugar donde se cortaba. Con esto se demuestra que no podemos abusar ni siquiera de una planta, para darle el uso que le vamos a dar.
El Lavatorio, tiene la misión de cantarle a las plantas y el Òrìsà debe conocer sus secretos, con la finalidad de dar a conocer su empleo y destacar las propiedades por las cuales se están empleando dichas plantas, es decir, para que cumplan la misión que tienen en la Tierra. Así debemos hacer con todas las plantas que se emplean en nuestra religión.
No se cortan por cortarlas, no se arrancan si no es para darles el uso para el cual fueron creadas. Por ejemplo, cortamos Ewe Aje (que es la hierba que atrae el dinero), porque la vamos a usar para preparar medicinas, Omi Ero o trabajos, con la finalidad de atraer ganancias materiales; o cortamos Aberikulo (la hierba espanta muertos), porque la vamos a emplear en los casos donde sea necesario alejar a la muerte y espíritus negativos.
De la misma forma tratamos a los animales con respeto. Los animales tienen su misión en la Tierra: Muchos fueron creados para servir a la cadena alimenticia, otros para trasladarnos de un lugar a otro (es el caso del caballo), algunos para cargar (como el burro), unos más para que ayuden a los campesinos a preparar sus tierras para ser sembradas (los bueyes), por sólo poner algunos ejemplos, pero además, en la religión, cada animal es usado con diferentes fines y los sacrificios que se realizan, nunca se hacen por inspiración personal, sino por un orden. Por ejemplo, una carnera (Oveja), se le da a Òrúnmìlà para levantar la salud; un pato, para la honorabilidad; las palomas, para atraer el dinero; las gallinas, para alejar a la muerte. Además, el género y el número de animales a utilizar, también es diferente para cada caso. Así, la numeración impar es empleada para algunos efectos y la numeración par para otros.
El sacerdote debe conocer el por qué de cada una de las opciones por las que se decida y con su Ijuba (Imploración)18 debe dar a conocer la razón de estos sacrificios, de tal manera que cuando los Òrìsà aceptan ese sacrificio, Olódúmáré recrea inmediatamente en el cielo, esos mismos animales que estamos sacrificando en la Tierra. Ésta es la razón por la que el sacerdote, antes del sacrificio, en el caso del ébó de tablero, le arranca plumas a las aves y a los animales de cuatro patas les corta el pelo. Así, cuando este ébó llega al cielo, inmediatamente Olódúmáré envía a la tierra la fertilidad a otros animales de esa misma especie, para reponer los que ya usamos. Ésta es la razón por la que aquellos animales y plantas que más empleamos, siempre serán los más prolíferos, pues al servirnos para los sacrificios, ellos también están realizando su propio sacrificio por su especie y en consecuencia, esas especies nunca estarán en peligro de extinción. Con esto queda claro, que ni siquiera el empleo de los materiales y animales que usamos en nuestra religión, se hace de forma abusiva e indiscriminada.
Si esto es así con los animales y plantas, con mucha mayor razón debemos respetar a los seres humanos. No podemos abusar de ellos de ninguna forma. El sacerdocio no nos da la potestad de usar a las deidades, para hacer supuestas ceremonias y trabajos que no sabemos realizar. Existe un orden y una secuencia para cada procedimiento, porque hay un proceso ritual organizado. No podemos realizar un ébó para la salud y esperar dinero, porque para el dinero se requiere de otros tipos de sacrificios, mismos que se tendrán que marcar cuando Òrúnmìlà o los Òrìsà así lo indiquen, o lo que es lo mismo, no podemos inventarnos sacrificios o ébó para resolver determinados problemas. Cada Odu tiene sus diferentes ébó, para un propósito bien definido.
También se pueden emplear en uno u otro Odu, medicinas y trabajos que son ancestrales, pero ya están prescritos qué materiales llevan y cuál es su funcionamiento. En esta religión ninguna persona puede crear, inventar o idear ébó basados en lógicas personales, aquí ya está todo escrito.
Nota Aclaratoria del Editor: Hoy en día, parece haberse proliferado la mala práctica de marcar el Ebo, inventando (supuestamente por intuición), los animales y demás ingredientes de un Ebó (Sacrificio). Muchas veces vemos a Babalawos nombrando los materiales de un Ebó (Sacrificio), que salen de su “propia inspiración”. No sabemos de dónde ha salido esta práctica, pero debe saberse que es incorrecta y que no tiene sustentación alguna en Ifá. Un Babalawo que cae en esta práctica, lo único que hace es comprometer al propio consultado, además de demostrar que no tiene el conocimiento necesario para ejercer como sacerdote. En nuestra tradición existen libros y anotaciones que contienen los Ebó (Sacrificio), por Odu (Signo de Ifá) y si estos fueron anotados, no es porque salieron de la inspiración de nadie, excepto de Olodumare. Luego buscan todo tipo de excusas – que incluyen culpar al consultado – para “explicar” porque un Ebó (Sacrificio) no trabajó, aun cuando Orunmila lo aceptó.
Orunmila es claro en el Odu (Signo de Ifá) Ika Ofun, que nos dice que los Babalawos no debemos hacer lo que no sabemos hacer y que si caemos en estas circunstancias, el mismo Orunmila se encargará de que el Babalawo se mantenga como un fracasado que no tiene éxito en sus obras y de esta forma pierda la credibilidad de sus consultados y sea tomado como un mal religioso. Solo recordemos que en el Odu (Signo de Ifá) Ika Ofun, fue Orunmila quien les dijo a los Babalawos dedicados a las malas prácticas, que obtendrían toda una serie de infortunios.
Las interpretaciones deben ser usadas para la adivinación, sin manipulaciones, sin que se manejen los mensajes con el fin de asustar a los Alejos (Aleyos, Neófitos), para llevarlos a consagraciones que quizá no necesitan en el momento, pues eso también es una forma de abusar de un sacerdocio para fines de lucro.
Por otro lado, es claro que todos los religiosos tienen que tener sus honorarios por sus trabajos, pero se debe tener presente que los trabajos y ceremonias, deben estar basados en las indicaciones que da Ifá a través de los diferentes Odu (signos de Ifá) y no en manipulaciones para provocar miedo y terror en quien va por adivinación, con la finalidad de buscar respuesta a sus interrogantes.
Es bueno que de una vez la gente sepa, que si un Odu (signos de Ifá) dice que puede haber peligro de muerte, ese mismo Odu (signos de Ifá) siempre dice cómo se puede prevenir y les aseguro, que no es haciéndose Santo e Ifá de forma urgente. Es importante que los que recién comienzan en nuestra religión, vean que cuando tratan de hacerles creer que de no consagrarse en Santo o en Ifá de forma urgente podrían morir, por lo general se trata de una mentira y es además un acto deshonesto. Por otro lado no es menos cierto que existen algunos Odu (signos de Ifá) que pueden apresurar a que la persona se consagre en Oosa (Santo) o en Ifá, pero ésta no es la solución para quitarse la muerte de encima. La solución está en los ébó de esos Odu (signos de Ifá) que advierten sobre peligros de muerte sobre una persona y en escuchar los consejos de forma cabal.
Con el objetivo de tener un mejor entendimiento sobre el tema, les expondré un Ese Ifá (Historia) que explica que cuando el hijo de Orunmila no tenía prosperidad, le pasó por la cabeza la idea de comenzar a hacer cosas indebidas, con la finalidad de tener mejores entradas económicas. Él fue por adivinación y esto es lo que Òrúnmìlà nos enseña al respecto:
Ifá dice que la persona a la que le sale este Odu (signo de Ifá), le va a proveer iré aje (bienestar de dinero), pero que tiene que actuar como Ifá. También tiene que ser benévolo. Es a través de la ayuda que él le haga a la gente, que Aje (dinero) va a llegar a su vida. Ifá dice que esta persona está dudando de Ifá, porque no ha logrado los éxitos que tenía en mente y que como no ha logrado éxito a pesar de todos los favores que ha hecho, comenzó a maquinar que debía dejar de hacer favores y comenzar a hacer cosas malas (actuar con deshonestidad), para ver si de esa forma podría alcanzar el iré aje.
Ifá dice que esta persona no debe hacer cosas malas, que él debe seguir haciendo favores y no dejar de ser benévolo y honesto. Así es como el iré aje que él está buscando, le va a llegar.
Ifá dice que realizando este Ébó (Sacrificio), el iré aje (bienestar de dinero) que está buscando le va a llegar.
Traducción
El buitre reposó sobre iroko19
Los pájaros cantan fuertemente
Él dice,
Si la gente en mi casa no escucha
La gente en el camino lo va a escuchar
Realizaron adivinación para
Akapo Agbónmiregun (El sacerdote de Ifá)
Cuando él se estaba lamentando
Por falta de aje
Porque después de que ha hecho el bien
No ha visto ningún resultado
Él decidió que él iba a actuar de una forma mala (Deshonesta)
Le dijeron que tenía que realizar ébó
Él escuchó y realizó el ébó
En corto plazo
Todos los iré llegaron al Awó.
Explicación
Aquí esta Akapo Agbönmiregun, el que hace todo sin lograr éxito. Un día él decidió ir por adivinación con Òrúnmìlà. Cuando él llegó con Òrúnmìlà y éste le dio Ifá para que él preguntara sobre Daniyán (lo que quería saber). Después que terminó, le dio el Ópele20 a Òrúnmìlà y éste lo lanzó. El Odu que salió fue Ôwônrín xxxx.
Nota: en algunos casos, y para no dar información que pueda ser mal usada, he escrito xxx en lugar del dato indicado).
Después que salió este Odu (Signo de Ifá), Òrúnmìlà le ordenó que se levantara, porque juntos ellos iban a viajar. Ellos salieron de la casa y comenzaron a caminar. Caminaron y caminaron mucho, hasta llegar a donde había muchas egùn susu ati egùn igbago (tipos de espinas diferentes). Ellos encontraron allí a la humanidad, que estaba llorando. Como los seres humanos estaban llorando, de uno de sus ojos les salía una lágrima y del otro les salía sangre. Esas lágrimas que les salían, eran por falta de dinero. Akapo también comenzó a llorar y le dijo a Òrúnmìlà:
– No debemos tardarnos mucho aquí.
Entonces ellos siguieron caminando y llegaron a un lugar donde encontraron a mucha gente vestida de blanco bailando, esa gente se sentía feliz y por ello estaban bailando. Akapo le dijo a Òrúnmìlà:
Vamos a quedarnos aquí, yo aquí me siento feliz, yo no quiero regresar.
Òrúnmìlà le respondió que aún no habían llegado a donde realmente se dirigían:
– Cuando lleguemos a donde vamos, entonces yo te explicaré.
Un poco más adelante Òrúnmìlà aplicó su Asunwon (Ase)21. Cuando él aplicó esto, inmediatamente se encontraron en la casa nuevamente. Akapo le dijo a Òrúnmìlà:
– De aquí salimos hace rato, tú dijiste que íbamos a un lugar y que allí me explicarías, pero de este lugar fue de donde salimos.
Entonces Òrúnmìlà le dijo:
Donde fuimos tan rápido fue al cielo. El primer lugar a donde llegamos y había muchas espinas y la gente estaba llorando, es a donde va la gente que hizo mal en la Tierra. El segundo lugar donde encontramos a la gente bailando y feliz, es en donde está la gente que hizo bien en la Tierra.
Òrúnmìlà le siguió explicando:
Si tú quieres ser benévolo y honesto, sigue siendo benévolo y honesto. Y si tú quieres actuar mal, entonces hazlo, adelante, tú sabes cuál será tu fin. Pero recuerda que tanto el bien como el mal que hagamos, tienen consecuencias y que siempre es mejor que uno haga el bien para alcanzar aje (riqueza).
Así, Akapo comenzó a darle gracias a Òrúnmìlà por sus enseñanzas y prometió actuar con benevolencia toda la vida, aun cuando tuviera que sufrir algo para lograr el iré (bien).
Ifá dice que a la persona que le salga este Odu (Signo de Ifá), tiene que tener paciencia para poder lograr todos los iré que él desea. Ifá nos advierte en este Ese Ifá (historia de Ifá), que nunca debemos desesperarnos tanto como para caer en la deshonestidad por falta de recursos.
El Ese Ifá (historia de Ifá) que expuse anteriormente, nos hace reflexionar en relación con las debilidades que solemos tener los humanos por falta de recursos materiales, a tal punto que podemos llegar incluso a la deshonestidad por tratar de tener bienes materiales. Tanto es así, que un hombre honesto y benevolente fue tentado a caer en la deshonestidad, con tal de alcanzar lo que de forma honesta no había conseguido. Ifá nos enseña, que los humanos sólo recibirán lo que cosechen en la Tierra. Esto se aplica especialmente a los sacerdotes, pues si profanan la religión entregando deidades que una persona no tiene que recibir o que el sacerdote no tiene o no sabe entregar, sólo tendrán un destino lleno de lágrimas y llanto. Lo que la parábola indica, es que quien llora por dinero, al final sufrirá por tragedias generadas por él mismo.
A nivel religioso, Ifá nos enseña que no importa cuán duro sea el camino para alcanzar la prosperidad, jamás se debe actuar con deshonestidad, jamás debemos marcar ébó, obras o Ifá, con tal que sacar provecho material, pues quien por dinero hace esto, paga con lágrimas de sangre su mal actuar. Babalawos, Olorisas y seguidores de la religión yoruba, tenemos que actuar honestamente con quienes confían en nosotros, porque nos regimos por la filosofía de Ifá, misma que nos enseña a ser mejores y además nos indica por qué debemos de actuar con honestidad y benevolencia con los demás. Si queremos tener una vida digna, entonces debemos tener un comportamiento religioso digno. Nadie puede cultivar un pueblo, cuando su comportamiento no es honesto. Nadie le hace honor a la deshonestidad, nadie es tan loco como para idolatrar a quien lo estafa o lo engaña. Si quieren tener una vida y una muerte limpia, lo primero que debes hacer es actuar de forma honesta con quienes buscan tu apoyo y ayuda.
No hablamos de una cuestión de entendimientos. Como seres humanos podemos tener formas diferentes de ser y de actuar, razones por las cuales podamos compartir o no los criterios y expresiones de los demás, pero aun cuando podamos separarnos de padrinos o de ahijados, se tiene que tener la conciencia tranquila de haber actuado con completa honestidad.
Entre los actos deshonestos más conocidos, están las profanaciones en la que caen quienes hacen supuestas consagraciones a nombre de nuestra religión, careciendo de cualquier tipo de consagración religiosa.
Muchos cometen el error de consagrarse en esta religión, con la única finalidad de tener beneficios materiales. Y digo que es un error, porque lo primero que debemos tener en cuenta para entrar a esta religión, es la fe y el amor a la ella. Quienes sólo entran por sacar partido de la religión, al final son los que sufren por carestía, pues se puede engañar a los hombres, pero no a los Órìsà (Santos) y quienes los busquen para usarlos para adquirir bienes materiales, sólo lograrán lo contrario a lo que buscan. Recuerden entrar con su mente limpia a esta religión, si no quieren tener una vida llena de limitaciones y escases en todos los sentidos.
Quienes comienzan en la religión y se den cuenta de que los están asustando con que ustedes o algún familiar se va a morir, si no llegan a consagrarse en Santo (Òrìsà) o en Ifá, comiencen a analizar bien en qué lugar están metidos, pues un buen religioso no anda asustando a su gente, para llevarlos apresurados por un camino que quizá no deben pisar todavía, porque no es su tiempo. Como ya dije, cada Odu (Signo de Ifá) que tiene un peligro de muerte, tiene un ébó (Sacrificio) para resolverlo. No es que se va a esquivar a la muerte con alguna consagración.
El engañar a los Alejos (Néofitos) asustándolos con la muerte suya o de algún familiar si no llegan a consagrarse en santo (Orisa) o en Ifá, es completamente deshonesto. Engañar a la gente con supuestos males que no se tienen, sólo por hacerle trabajos y sacar ganancias de ella, es una forma deshonesta de actuar, pues los sacerdotes estamos para decir la verdad y quitar el mal que existe. No podemos «crear» un mal que la persona no tiene con finalidades de lucro, eso no es digno de un sacerdote. Muchos son los ejemplos que podría poner sobre estos casos. Sin embargo, lo importante es que los sacerdotes que actúan mal, tomen conciencia de su posición sacerdotal y que los que son seguidores, vayan conociendo cómo deben y cómo no deben actuar en esta religión.
Leonel Gámez Osheniwo.
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