Se ha pretendido infructuosamente hacer creer que LA LETRA DEL AÑO, como en la actualidad se efectúa, no tiene sus orígenes en Cuba
Debemos recordar que las tribus que habitaban el África, mantenian luchas tribales unas contra otras por la posesión y permanencia en tierras fértiles que le garantizaran un abundante alimento a sus integrantes. Ya una vez felizmente instalados y conocedores que la época climática favorable para efectuar sus siembras y lograr la recolección de las cosechas de una manera óptima debia iniciarse con el inicio del período de las lluvias, que coincidentalmente, de acuerdo a nuestro calendario Gregoriano corresponde al mes de Junio. Allí no se tenia el más mínimo conocimiento de la existencia de nuestro calendario, ni de la existencia del mundo occidental. Asi las cosas habia que asegurarse de vencer contratiempos que pudieran presentarse a lo largo del tiempo de los cultivos que se realizaran, para superar posibles adversidades que pudieran presentarse; y al aproximarse la época de las lluvias, efectuaban una consulta presuntamente a Ifa, para obtener los consejos, advertencias y orientaciones a tener en cuenta para el logro de obtener una buena y segura alimentación.
He ahí la cacareada suposición de la Letra de Año obtenida en aldeas aisladas y desconocidas por el mundo occidental.
Se presume que una vez realizada la entrada de los esclavos africanos haciendo remembranzas a estas actividades efectuadas en sus lugares de origen, los mismos esclavos africanos concibieran la idea de efectuar consultas a los finales de año sobre el 21 o 22 de Diciembre atendiendo el solsticio de invierno, dándole mayores proporciones alcances y sentido con vistas de avisorar y hallar soluciones a los contratiempos que pudieran surgir en el entorno cubano; éstas decisiones vieron su realización en los primeros años del siglo veinte, (1900) por los babalawos: Remigio Herrera (Adechina Obara Meyi), Ño Carlos Ardevi (Ojuani Bocá), Luguere (Oyecun Meyi) siendo ellos los primeros en obtener en el 1906 la primera Letra del Año, siendo Don Tomás Estrada Palma, el primer presidente en Cuba.
En un comienzo se pretendio creer que el alcance de La Letra del Año tenia carácter universal que alcanzaba a todos los paises del orbe, situación que fue desehechada al entenderse que cada país tiene sus características y condiciones particulares resultando diferentes entre si.
En Venezuela, recientemente se trató de perfeccionar la Letra del Año aún más tomando en cuenta varios aspectos del componente social existente, pero no ha sido totalmente comprendida, por la errada tendencia de creer que Ifa-Ocha está atado al pasado negándose rotundamente el cambio, no percibiendo que hasta nuestro orbe esta influenciado por cambios que experimentamos con las alteraciones climáticas que se suceden como son las presencia del fenómeno del Niño, la Niña y otros.
Pretender estar amarrado a un pasado es extremadamente tonto, luce que las masas actuales estan buscando la involución que constituye un franco retroceso, en lugar de la evolución e integración de los avanzados cambios que se han logrado y que marcan adelantos progresivos en la humanidad.
Voltear nuestros ojos hacia África, es buscar el retroceso, es desligarnos de los grandes procesos evolutivos cuando todo, absolutamente todo está sujeto a cambios. Sean ejemplos de esto, de la radio evolucionamos a la televisión de ésta a la computadora y de esta al celular.
Desafortunadamente pocos han sido los aportes que África ha brindado al desarrollo mundial y los actuales africanos que han logrado un sitial en el mundo occidental han tenido que recurrir a las enseñanzas que la cultura occidental ofrece para poder surgir; esto es en todos los ordenes incluyendo el religioso; resulta fácil comprender que ellos han logrado escapar del fuerte sometimiento que aún sufre el África, gracias a la adopción a la cultura occidental que está en constante estado de evolución, por ello buscar conocimientos religiosos en un continente estancado resulta absurdo.
Ifa-Ocha ha evolucionado, ha establecido cambios, ha integrados factores y ha creado nuevos y más acertados valores religiosos en la América. ¿Seremos capaces de negarnos al desarrollo,cuando vemos que esos mismos «religiosos» oriundos de África se mantienen alejados de sus paises de nacimiento y que con los mismos conocimientos obtenidos en especial en Cuba, pretenden engañar a las masas religiosas inculcandoles supuestos secretos existentes en África? ¿Por qué nunca han hecho usos de ésos supuestos secretos para sacar a sus paises del ignominioso estado en que aún viven?
En fin para no alargar más éste escrito aclaratorio concluimos manifestando nuestro más profundo repudio y rechazo a las prácticas engañosas y divisionistas que han venido realizando en la América que no son más que fines personalistas de lucro.
