
Ser una gran espiritista, no tendría nada de particular en un país donde los llamados espiritistas o adivinadores fluyen como agua…el caso es que esta señora era la espiritista nada mas y nada menos que de Martha Fernández de Batista y del mismísimo presidente de la república General Fulgencio Batista.
Por ella pasaba un ser llamado el Hermano José que realizaba grandes milagros, dicen que Batista escapó ese 31 de Diciembre porque el día antes Leocadia le avisó que tenia que irse a las 12:00 en punto del 31 de Diciembre para que las tropas de Fidel no lo agarraran.
Batista siguió el consejo llevándose cuadros, joyas y casi todo el oro de las arcas del Banco, actualmente muchas personas van aún a pedirle milagros ( que cumple) al hermano José y a Leocadia en el cementerio Colón en La Habana.
Tiene tantos devotos o mas que la mismísima Milagrosa del Cementerio de Colón, acá les dejo una foto de ella y de la tumba de sus milagros.