Por el encabezado del texto cualquiera pensara que son riesgos de muerte, maldiciones etc… pero ¡no!
Hay peligros reales en la magia y la mayoría de ellos causados por nosotros mismos, por una mala actitud y sobre todo cuando aun no tenemos un conocimiento profundo y completo de como funciona la magia y el camino mágico- religioso en general. Aquí les presento una lista de los principales problemas con los que podemos tropezar y como protegernos de ellos. No obstante en la educación mágica- religiosa de cualquier persona es necesario ser alguna vez victimas de los rasgos del carácter esto aplica para todos los cultos ( Wicca, Espiritismo, Santería, Palería e IFA estos últimos parecen enviados por la providencia a tropezarse con estos inconvenientes y por regla general a no corregirlos pues en su mayoría se creen omnipotentes (aclaro que no generalizo pues conozco algunos Babalawos que la humildad es su estandarte y les respeto inmensamente). ¿Como si no podríamos aprender a ser pacientes y tolerantes con aquellos que fallan en los mismo? Ser victimas de nuestra ilusiones nos confiere una cierta inmunidad contra ellas, es como las enfermedades infantiles, lechina, rebeola, sarampión… Con suerte la recuperación es rápida y completa. Aquí están entonces las lechinas y el sarampión de la magia y la religión.
OMNIPOTENCIA:
La omnipotencia es muy común cuando descubrimos por primera vez que nuestra voluntad puede influir en los acontecimientos. Podemos sentir una repentina corriente de poder y creer que podemos hacer cualquier cosa. La experiencia cura este engaño rápidamente, pero el sentimiento de omnipotencia puede llevarnos a la…
CULPABILIDAD:
Es posible que creamos que podemos hacer cualquier cosa, pero tarde o temprano fallaremos. A veces es la gente mas cercana y mas querida a la que no podemos ayudar. A menos que entendamos que la magia tiene limitaciones y funciona solo en el marco de las leyes -igual que la medicina- que a unos sana y a otros los despacha al otro barrio. Corremos el riesgo de sentirnos responsables por todo lo que pasa a nuestro alrededor y es allí cuando debemos relajarnos, no somos tan poderosos ni tampoco tan importantes.
PARANOIA:
A medida que crece nuestro conocimiento y somos consientes de la energía y los impulsos negativos de los de los demás,podemos volvernos excesivamente sensibles y empezar a protegernos de peligros y sombras que no existen. También podemos empezar a caer en el truco de que todo lo que nos pasa es debido a «una brujería» Una buena dosis de cinismo es el mejor remedio contra esto, hay que recordar que la magia real rara vez se opone al sentido común. Si te sientes asediado/a por fuerzas malignas mira en tu interior a ver que esta provocándolas.
SANTIDAD:
Es muy difícil resistirse a la tentación de ser mas espiritual que cualquiera, ofrecer consejos que no se nos han pedido y sentirnos superiores a los demás porque «ELLOS NO HAN VISTO LA LUZ» mientras intentamos mostrarnos humildes. Con un poco de suerte podemos poner los pies en la tierra de nuevo antes de perder A TODOS los amigos.
PRESUNCIÓN:
Al igual que la santidad es muy difícil resistirse a ella. Cuando el fanático Evangélico del trabajo o de la universidad nos sermonea sobre su religión ¿como podemos evitar decirle que hay una mancha verde de hipocresía en su aura? sin embargo terminamos descubriendo a base de dolor que nuestros consejos o comentarios no serán oídos a no ser que hayan sido pedidos, y que la magia solo funciona en situaciones reales, pero no en demostraciones espectaculares.
SALIR DEL PLANO ASTRAL:
Cuando nos obsesionamos tanto con la magia y el trabajo psíquico-religioso que nos olvidamos del plano terrenal y corporal nos sentimos debilitados y terminamos exhaustos (as). En caso extremos, las personas que pierden el contacto con la tierra completamente pueden tener un «ataque psicótico» ( terminan loc@s); esto se evita fácilmente asegurándonos de que cuando estemos meditando, haciendo algún ritual o ceremonia nos mantenemos con los pies en el suelo y centrados (as). También es muy importante tener una vida terrena sana, satisfactoria, incluyendo las relaciones sexuales y la buena comida.
La magia y la religión no deberían hacer que perdamos el gusto el placer de vivir o funcionar en la vida diaria. Por el contrario, el placer y la capacidad para hacer cosas debería verse realzado por nuestros conocimientos.
La mejor protección que hay contra todas estas enfermedades y muchas otras, tanto físicas como psicológicas, es que mantengamos siempre el sentido del humor. mientras te rías de ti mismo (a) no podrás llegar muy lejos por el mal camino y siempre tendrás a punto el pasaje de regreso. Cada vez que te parezca que te estas tomando a ti mismo(a) con demasiada seriedad, o cuando te encuentres con alguien que te recomiende hacerlo ¡cuidado! recuerden la risa es la clave de salud.
Su amiga
Paola Ortiz de Leòn (Imani- Valhalla)