Debemos estar claros a la hora de diferenciar el tipo de Sueño que tengamos y su posible significado o mensaje relacionado
Existen muchas personas que tienden a confundir los Sueños,muchos recuerdan lo que soñaron mientras dormían,otros No !…por lo que debemos estar claros a la hora de diferenciar el tipo de Sueño que tengamos y su posible significado o mensaje relacionado con el Mundo o Plano Espiritual.
Los sueños, si bien son considerados como un reflejo del estado mental, emocional y físico del soñador, encerrarían algo más para un Psíquico o Médium,puede ser una conexión con el Más Allá, un mundo por definición inaccesible para nuestra conciencia. Desde la antigüedad se creía que los sueños en los que aparecían personas fallecidas eran un hecho que no debía ser ignorado, ya que a veces los espíritus de las personas queridas fallecidas nos visitaban en nuestros sueños para darnos un mensaje, un consejo o una advertencia.
Muchos escépticos y expertos en sueños, basándose en el hecho de que no existe evidencia científica de que los espíritus de personas fallecidas puedan visitarnos en una dimensión onírica, creen que soñar con un familiar o amigo fallecido no tiene ningún significado, sino que refleja simplemente que aún no se ha superado el duelo por su muerte. A juicio de éstos, soñar con familiares o amigos difuntos sólo sería una manifestación de tristeza o depresión o bien manifestaría algún sentimiento de culpabilidad de nuestra parte. Por ello, sería nuestro inconsciente el que escenifica esos momentos oníricos con nuestros seres queridos fallecidos como forma de desahogo y alivio emocional, para liberarnos del dolor y hacer que recuperemos el control de nuestra vida.
Estas explicaciones, sin embargo, ignoran que para miles de personas que han experimentado este tipo de sueños esta experiencia a veces ha terminado por cambiar sus creencias, debido a que les ha resultado demasiado vívida y real. Los expertos en comunicación psíquica,o Médiums,por lo pronto, aseguran que esto se produce debido a que el mundo de los sueños actúa como una especie de puente entre los vivos y el mundo espiritual, por lo que es más fácil para los espíritus comunicarse con nosotros: durante la vigilia la persona está más sumida en los cinco sentidos y no tiene concentración mental. Durante el sueño o mientras dormimos, en cambio, la mente es más receptiva a mensajes desde el mundo de lo sobrenatural o Mundo de los Espíritus.
Se ha investigado durante años el tema de la vida después de la muerte, explica que cuando alguien muere -o se desencarna- y pasa al mundo espiritual o a la postvida, puede tratar de comunicarse con sus seres queridos que continúan vivos en el plano físico de diferentes maneras. “Una de las formas más frecuentes es tratar de establecer comunicación cuando la persona se queda dormida. Todas las noches, cuando nos acostamos a dormir, llega un momento en el que nuestro cuerpo astral sale del cuerpo físico y viaja por su plano, el astral, mientras el cuerpo físico se queda en la cama acostado. Por lo general, no recordamos estos viajes que hacemos cada noche, ya que en el plano astral estamos también medio dormidos, semiinconscientes a lo que sucede a nuestro alrededor allí. Recordemos ahora que el plano astral es el mismo al que vamos tras morir, por lo que ese lugar está lleno de seres desencarnados, así como de habitantes propios del astral. De este modo, si hemos perdido a un ser querido es muy posible que él se encuentre en ese plano y aproveche que estamos ahí durante el sueño para poder comunicarse con nosotros, por lo que esto se convierte en un medio de comunicación muy sencillo para ambos”.
Se puede tambien decir,que éste fenómeno es más común de lo que se piensa, por lo que aconseja que en ningún caso hay que tener miedo a este tipo de experiencias. “El factor que permite la comunicación con los difuntos en estado de sueño lo constituye el amor y los sentimientos hacia las personas queridas, cuyo lazo afectivo no desaparece con el fallecimiento”.
La comunicación con los espíritus es muy diferente que cualquier otro sueño, pues este tipo de sueño es más vivo y claro. El mensaje del sueño, en tanto, suele ser conciso (el soñador podría tener una larga conversación con ese ser espiritual o simplemente “escuchar” una advertencia) y en ocasiones puede existir una sensación de frío alrededor de nosotros. Otro detalle importante es que el soñador recordará fácilmente toda la experiencia, a diferencia de un sueño normal donde los detalles son confusos y cuando se despierte se sentirá como si simplemente abriera los ojos y en ningún caso sentirá cansancio. Además, generalmente no aparecen otros personajes en el sueño, sólo el soñador y su ser querido difunto,como también,puede presentarse su Espíritu Guía transmitiendole algún mensaje.
Respecto del motivo de porqué el espíritu de un ser querido fallecido puede visitarnos en nuestros sueños, las principales razones son las siguientes:
1.Buscar el perdón: el espíritu nos solicita que lo perdonemos por algo que hizo en su vida en la tierra o bien que nosotros le pidamos perdón por algo que hicimos nosotros. El propósito de esto es terminar con el rencor y los complejos de culpa, de modo de lograr la comprensión y el equilibrio y acabar con conductas abusivas o destructivas que conspiran con nuestro crecimiento personal.
2.Advertencias de salud o de un peligro inminente: los Médiums/Espiritistas creen que una vez que están libres de sus cuerpos físicos, nuestros seres más queridos difuntos pueden llegar a ser consejeros psíquicos extremadamente útiles y fiables, pues al ver a través del espacio y el tiempo con bastante facilidad son especialmente sensibles a los problemas de salud que puedan afectarnos. Los difuntos, también, pueden recurrir a nosotros para advertirnos de un peligro potencial e inmediato.
3.Prepararnos para nuestra propia muerte: nuestros seres queridos pueden visitarnos en nuestros sueños para avisarnos que pronto vamos a abandonar este mundo terrenal y físico y para aconsejarnos que la muerte no es algo terrible, sino que sólo un estado superior, un paso a otra dimensión,hacia otra forma de existencia extracorpórea.
4.Buscar ayuda: otra razón de por qué estos espíritus se aparecen en sueños es que necesitan nuestra ayuda u orientación debido a que están perdidos o “atascados” en su viaje al Más Allá . Los familiares muertos generalmente intentarán contactarse (o aparecerán en los sueños) con el miembro de la familia que piensan puede con mayor probabilidad hacer algo por ellos. Los especialistas aseguran que en este caso se debe escuchar el mensaje de nuestro ser querido y atender rápidamente a su solicitud, que podría ser tan sencillo como otorgar un perdón o simplemente escuchar sus palabras. Después de este proceso, el espíritu de nuestro ser querido fallecido podrá pasar tranquilamente “al otro lado”, o si es de nuestro Guía Espiritual estar muy atentos de cual es el mensaje transmitido.
Según algunos estudiosos las personas que han tenido una muerte prematura o violenta aparecen con mayor probabilidad en los sueños, contrariamente a la gente que ha tenido muertes normales como las que suceden luego de sufrir una enfermedad prolongada. Esto se debe a que la persona que ha muerto por causas naturales está mentalmente más preparada para la muerte y por lo tanto le resulta más fácil avanzar en la vida después de la muerte.
El estudio del tarot explica que “el mundo de los sueños es enorme, en el cual lo imposible a veces se convierte en posible. A veces nos liberamos de nuestras ataduras y la mente descansa; otras veces, revivimos situaciones hasta encontrar la solución a los problemas cotidianos o preocupaciones dolorosas. En otras ocasiones, recibimos informaciones que pueden ser simbólicas, mensajes directos. Y también, podemos conectar, hablar, ver y sentir a seres que viven cerca, lejos o que han fallecido”.
También es importante saber que no todas las veces que soñamos con algún ser querido que ha muerto, significa que hemos tenido una comunicación con ellos. A veces simplemente se trata de un sueño, de un recuerdo, de una vivencia compartida o deseada. Sin embargo, otras veces, los sueños que tenemos con los seres queridos que fallecieron son reales. Les vemos, sentimos, escuchamos y hablamos con ellos como si estuvieran vivos. Es más, inclusive, en esos momentos, no recordamos que han muerto. Son reales, hay una interrelación entre ellos y nosotros. Estas comunicaciones a las que llamamos sueños, no lo son. Se producen en un lugar intermedio entre ellos y nosotros. Un plano vibracional y energético en el que el contacto es posible. La sensación es de realidad, porque lo es. No es una fantasía. Generalmente son “sueños” en los que además de verles, pueden decirnos cómo están, les podemos contar cómo nos sentimos sin ellos, qué nos preocupa, cómo podemos enfocar o vivir una determinada situación”.
En estos sueños no siempre hablamos con nuestros seres queridos fallecidos. En algunas ocasiones, permanecemos estando en silencio, escuchándoles, pues tienen un mensaje que darnos. Se encuentran bien, necesitan que recemos por ellos, que nos despidamos, quieren que estemos felices porque han encontrado la luz, quieren que encontremos algo, que rehagamos nuestra vida, etc. Estos “sueños” se producen siempre en el campo astral”.
Con respecto a cómo una persona que soñó con un ser querido fallecido puede distinguir si se trató sólo de un sueño convencional –y la manifestación de nuestro inconsciente- o de una comunicación real con nuestros parientes muertos, se puede decir que existe una manera de diferenciar estas experiencias de los sueños normales es la sensación de realidad tan clara que tenemos. “Cuando despertamos después de tener uno de estos sueños, por lo general nuestra mente jugará con nosotros y querrá saber más cosas o puede que ponga en duda lo que hemos vivido. Si es así, siempre aconsejo que escuchemos a nuestro corazón. Sólo él puede decirnos si lo que hemos vivido es real o algo inventado por nuestro subconsciente. Se tiene una certeza muy clara aunque no podemos explicarlo con palabras. Las personas que han experimentado este tipo de sueños, en todo caso, declaran no haber pasado miedo en ningún instante. Sólo alivio”.
Por otra parte,se puede explicar que los sueños convencionales, producidos por nuestra mente física, son recordados como experiencias reales, ya que mientras dormimos el cerebro reestructura la información consciente e inconsciente que hemos recibido a lo largo del día o de semanas. De ese modo, se mezclan pensamientos, emociones y aprendizajes, los cuales son reelaborados para así poder asimilarlos. “Alguien que sufre depresión o estrés intenso suele tener pesadillas, pero esto no está relacionado con el plano astral, sino por su experiencia física y por la elaboración que el cerebro está haciendo de esa información durante el sueño. También es frecuente que, al morir un ser querido, nuestro cerebro asimile el trauma y produzca sueños con ese familiar, pero esto, de nuevo, no es un contacto astral real, sino algo físico”.
La principal duda, por tanto, es cómo distinguir un auténtico contacto astral con un ser querido fallecido de un sueño puramente físico, los que son producidos por nuestro cerebro. Aunque se puede elaborar un pequeño listado que puede ayudar a distinguir entre ambas experiencias. Quienes relatan auténticos contactos astrales durante el sueño aseguran que al despertar, los recuerdan de una manera muy nítida, con gran claridad en cuanto a los detalles. Además, la sensación que se queda tras despertarse es de quietud, de tranquilidad y de alegría y hay gran seguridad de que se ha contactado con el ser querido. Otro punto importante es que los seres queridos dan mensajes de esperanza, de supervivencia tras la muerte; en ningún caso hay recriminaciones ni elementos negativos. Este punto es muy importante, ya que cuando se trata de un sueño puramente físico, suele estar lleno de elementos de culpabilidad y emociones negativas, producto de nuestro trauma. Las personas fallecidas que nos visitan en sueños, además, pueden dar información que no se conocía antes, o mostrar símbolos importantes para la persona que está recibiendo el mensaje. El recuerdo de ese contacto dura mucho más tiempo que el recuerdo de un sueño cotidiano, físico; de hecho, hay quien lo recuerda claramente durante años. Esto no sucede nunca con los sueños físicos, que se evaporan a los pocos minutos u horas tras despertarnos”, o sea, no recordamos lo que soñamos.